capitulo 5: Fiesta, borrachera y ¿Que hice anoche?

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Voy sentada en el frío piso de la camioneta de Cameron, camino a un pub, en pijama y descalza. Les explico, los abortos de mono querían ir al pub que hay a las afueras de la ciudad y yo me negué a ir, entonces no hallaron cosa mejor que envolverme en una manta y tirarme como saco de papas a la camioneta. Lo peor, Jefferson compro un vestido blanco que prácticamente deja todo mi cuerpo al descubierto y unos tacones plataforma color  plata, y adivinen, si, el muy hijo de sandía quiere que me los ponga porque según el, la polera gigante de Cameron y mis boxers, no son apropiados y bla bla bla.

Bueno, contemplando la insistencia de Jeff y los chicos, no me quedo de otra que ponerme el conjunto diminuto de ropa interior y el diminuto vestido con los tacones. No es que este en contra del vestido, pero sinceramente lo encuentro de puta.

Llegamos al pub y enseguida fui donde el barman a pedir vodka ice del mas fuerte. Tomé la botella como si fuese agua y pedí otra. A la cuarta ya estaba un poco mareada y con ganas de bailar, así que me acerqué a la persona mas cercana y comencé a bailar de una forma muy provocativa. Es el alcohol, no yo.

-Ahora tu seriedad se fue al tacho...verdad Scatha?- murmuró una voz conocida en mi oído, mientras la persona de esa sexy y ronca voz mordía el lóbulo de mi oreja y a la vez mis hombros. La combinación es excitante. Ataqué sus labios con deseo, los cuales sabían a alcohol, señal de que también había bebido bastante.

Nos acercamos a la barra y yo pedí otra botella, terminándola en lo que es nada y a la vez pidiendo otra. Ya era la séptima cuando alguien me quitó la botella de la boca.

-Stephen, llevate a Scatha a casa- escuche que decía alguien

-Yoo no quieero irrr a casa, hip!- dije arrastrando las palabras mas de lo normal- Yo quierrro divertiiirme jabsajabsa-

El piso comenzó a moverse y yo caí impactando mi trasero en la fría y sucia baldosa del pub.

Sentí como unos grandes y trabajados brazos me levantaban del piso, provocando que me diera vértigo de repente y vomitase sus zapatos.

-Carajo mujer! Ahora se porque no te dejan beber- bufó

-Tu nooo te meetas hip!, yoo hago lo que quierrro!- volví a decir arrastrando las palabras.

Llegamos a la casa y me bajé a trompicones de su auto, me tambalee hasta llegar a la puerta donde por poco casi vuelvo a caer, nuevamente estaba sujeta por los brazos gruesos y fornidos. Me sentó en un taburete de la cocina mientras el preparaba café. Baje el cierre del estrecho vestido y me quité los tacones que ya tenían magullados mis pies. Saque por la cabeza el vestido, quedando en sujetador y braguitas de encaje blancos, vestida por eso y mis fieles tatuajes. Stephen (sí, logré reconocerlo al fin) se dio vuelta dejando el café delante de mi, ordenándome que lo tomara. Mientras me tomaba el café, veía como el se tragaba una botella de vodka en segundos. Luego otra y otra más. Cuando iba en la cuarta, me levanté del taburete y se la arrebate de las manos dejándola sobre la isla.

-Sthephen-

Noté como se levantaba del taburete caminando en mi dirección y cuando me doy cuenta, había arrebatado la cuarta botella de vodka de mis manos. La miré, primero sus ojos oscuros y dolidos, luego sus ojeras que aunque trataba de esconder siempre estaban ahí, luego sus labios carnosos que reclamaban que los mordiera y así lo hice. La besé como si no hubiese mañana y la subí a la isla, tirando la botella recientemente puesta ahí, ella paso sus piernas alrededor de mi cintura y a trompicones logré llegar con ella en brazos hasta su cuarto, en todo momento sin dejar de besarla. La tumbe en la cama y fui repartiendo besos por todo su cuerpo descubierto, se sentó a horcajadas sobre mí,  desabroche su sostén con necesidad y cuando ya estuvo completamente fuera de mi vista, comencé a masajear sus senos. Ella comenzó a subir sus manos por debajo de mi camisa tocando uno por uno mis cuadritos marcados, me saqué la camisa tirándola a algún lado de la habitación, creo que los efectos del alcohol son demasiado fuertes. Quité mis zapatos, calcetines y jeans, quedando los dos solo con una prenda. 

[•••]

Sigo sentada en mi cama, confundida a más no poder, resulta que desperté envuelta en una sábana completamente desnuda y que yo recuerde, llegué a esta casa vestida.

Me levanté quitando todos esos pensamientos de mi cabeza y me di una refrescante ducha. Me puse un vestido negro holgado y unas vans negras. Bajé buscando pastillas para el dolor de cabeza y me encontré a todos los chicos hablando en la cocina, curiosa como siempre, entré para seguir escuchando pero al momento que me vieron, se quedaron completamente callados.

-Buenos días chicos- saludé, notando que faltaba uno- donde está Stephen?- pregunté

-fue al GYM- respondió Cam en un tono completamente frío y monótono

¿Qué pasa aquí?

-Saben que hice anoche?, no recuerdo nada después de haber estado en la barra del pub- confesé

-Tu no volverás a beber alcohol hasta que sepas controlarte jovencita- habló Jeff con tono autoritario

-Hice algo malo verdad? Por favor diganme que llegué vestida a casa-

-No sabemos, te trajo el raro- contestó Brian

Stephen. El sabe que hice y me lo dirá, confío en eso. O por lo menos, eso quiero creer.

-Saben a que hora llega "el rarito"- pregunté

-No, no sabemos- respondieron en un tono enojado

Será que...

Besooos,

V💕

STEPHEN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora