Epílogo

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-Emmily-

-Jefferson! Reacciona y trae las cosas! El bebé ya viene por la mierda!- dije pegándole una cachetada para que reaccionara

Esta mierda si dolía. Hoy sabremos el sexo del bebé al fin.

-Stephen-

-Amor! Alex ya viene! Hay que ir al hospital!- grité subiendo las escaleras de dos en dos.

Bajé rápidamente el coche de Dante, las mudas y las subí al Jeep. Le hice leche por si le daba hambre y llevé frutas también. Scatha estaba terminando de bañar a nuestro hijo y ya vestido, nos fuimos todos al hospital pasando a buscar a mamá a su casa.

Llegamos y él pequeño Dante no paraba de llorar, le ofrecí la leche y la tiró al piso, le ofrecí fruta y me escupió en la cara, hasta que su madre logró hacerlo dormir al fin. Hasta la sala de espera (en la que estamos nosotros) se escuchaban los gritos de mi hermana dando a luz. Esa mujer si que grita. Estamos todos ansiosos por saber que va a ser, cuando hicimos el BabyShower regalamos cosas blancas con celeste o blancas con monitos unisex. Mi hermana se encaprichó con qué no quería saber el sexo del bebé hasta que naciera y así fue. Ocho largas horas después, nació la pequeña Alex. Rubia, crecidita y hermosa. Tiene loa ojos color avellana como los de su abuelo y mejillas sonrosadas como su madre.

Cuando la vi, lloré, lloré como un condenado bebé. Me recordó al nacimiento de mi hermana y me emocioné demasiado, recuerdo que estaba muy celoso de ella porque iba a robarme el cariño de mis padres, pero en cuanto la vi, la amé, supe que no podía odiarla ni hacer algo malo en su contra, porque era tan frágil y me miraba de una manera hermosa.

Mi familia es lo mejor que me pudo pasar en la vida y estoy muy orgulloso de ella.

-Adelaine- (madre de Stephen)

Y por segunda vez, soy abuela! Me emociona que mis hijos crezcan y me pone triste, triste porque sé que mi hora se acerca y tendré que dejarlos seguir su camino solos. Y me preocupa que mi hija vuelva a tener una recaída como la que tuvo cuando Robert se fue. Soy tan feliz como cuando era una quinceañera, mis nietos Dante y Alex son todo para mí, y claro, mis cuatro hijos. Qué sería de mí sin ellos. Cada día me hacen más feliz y no imagino mejores personas, quizás tenemos nuestros desacuerdos pero como toda familia, los superamos y solo se convierten en más motivos de felicidad. 

-Scatha-

Hoy es el cumpleaños vigésimo quinto de mi nene.

-Amor, levántate, hay que llevar a los niños al colegio, luego retirar a Jess para preparar las cosas del cumpleaños y hay que ir a trabajar por lo menos medio día, la cafetería no se atiende sola- dije saliendo de la cama.

-Amoooor, cinco minutos más, porfis- dijo tapando su cabeza con la almohada

Tiré las frazadas y le quité la almohada. Ahora viene el berrinche que dura dos minutos y a bañarse.

-Dante! Jess! Levántense que están atrasados!- Jess nació un año después que Alex, así que se llevan de maravilla.

-Mamá! Dónde está mi poleron azul?- gritó Dante desde su cuarto

Ay dios.

(...)

-Dante-

Llegué atrasado, tal como mamá lo predijo. A mi hermana la dejaron pasar a su clase y a mi me tienen aquí fuera congelándome.

-Hola- dice una voz cálida a mi lado

-Hola, Alex- saludo a mi prima- también te dejaron fuera?- pregunto y la abrazo para darme calor

-Seeh, la vieja Rooney deja a todos fuera- dijo rodando los ojos- podríamos hacer una de nuestras bromas, Dante- me guiñó el ojo y asentí con complicidad. corrimos a la oficina del director diciendo que nos habían enviado para hablar con él y la secretaria nos autorizó el pase a la oficina, nos fijamos si el gordinflon estaba y como no habían ni rastros, hablamos por el megáfono con un distorsionador de voz. 

-Atención a todo el profesorado del colegio, se convoca a una reunión extraordinaria en la oficina de juntas- dije- dejar a los alumnos con los respectivos tutores de clase y acudir de inmediato- termino, entonces desconectamos todo y echamos a correr a nuestros respectivos salones con el cuidado de que nadie nos vea. 

-Stephen-

Al fin terminé las entregas. Ahora voy a buscar a mi nena y luego a los chicos para organizar la fiesta para la noche. Suerte que es viernes y no tienen clases los sábados. Lo único bueno de este viernes es que los chicos salen tarde y Dante tiene talleres, de literatura y basketbol.

Eso nos dará tiempo suficiente para arreglar la casa e ir a buscar a sus amigos para la sorpresa.

Bajo del auto hacia la recepción del colegio y digo que retiraré a mi hija. Salimos y vamos a casa donde ya están todos. Espero que disfrute su fiesta.

(...)

-Alex-

Llega la hora de la fiesta y estamos todos esperando a dante, que fue a la casa de la abuela. Se escucha sonar su llavero en la manilla de la puerta y todos esperamos que esté cerrada para gritar un: FELIZ CUMPLEAÑOS DANTE!

Nos abraza y puedo oler su fantástico perfume que le sienta de maravilla.

La fiesta transcurre normal y me disculpo para ir al baño en la planta de arriba. Salgo del baño y veo la puerta de la habitación de Dante abierta. No lo dudo ni un segundo y entro.

-Qué haces aquí, Alex?- dice encendiendo la luz y cerrando la puerta a su espalda

-Yo...yo solo- diablos, qué tonta soy, solo vine para ver su fantástica poesía pero ya valí. 

-Venias a espiar mis bromas?- me pregunta levantando una ceja y acercándose peligrosamente.

-Claro, quería ver si las mías eran mejores- dije 

-Ah si?- dice muy muy muy cerca de mí, con su mirada intimidadora, de esas que te dan hasta miedo.

-Si- dije fría e impertérrita 

-Bien, volvamos- me toma de la mano y bajamos de vuelta a la fiesta.

Bueno, este es el fin de la novela. Muchas gracias por seguirla y hacer esto posible.

Besos, V 💕

STEPHEN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora