7 años Después de la muerte de Koro-sensei, y que todos los chicos siguieran sus sueños. Karma y Nagisa pueden liberar sus sentimientos.
El amor que siempre quisieron demostrarse y por fin lo estaban consiguiendo se amenaza por sus trabajos y sus nu...
Karma manejaba con una cara de disgusto hasta la escuela en que Nagisa trabajaba, el pelirrojo no quería que trabajara, temía que le sucediera algo al bebé, Nagisa, con ya 2 meses y 1 semana de embarazo su estomago ya estaba abultado, por lo que parecía que le había aparecido una barriga.
-Nagisa... Enserio ¿Es necesario que vuelvas?- Karma intentaba que su niño entrara en razón, pero conociendo a Nagisa no tendría mucho éxito, debido a lo testarudo que era.
-Karma, esto ya lo discutimos, no estoy enfermo, estoy embarazado si fuera un profesor titular no habría problemas, pero aun soy practicante mi carrera y futuro penden de esta práctica por favor ¿puedes comprenderlo? No dejare que le suceda nada a nuestro bebé, te mandare un mensaje en los recesos y a la hora del almuerzo te llamare ¿de acuerdo?
El pelirrojo asintió a disgusto, no podía negarle algo tan importante a su peliceleste, aunque no le agradara la idea, Karma aparco en la entrada y se bajo para abrirle la puerta a su prometido.
-Adiós cielo- Karma beso a su chico en los labios y espero hasta verlo entrar en el edificio, justo en ese momento vio a un chico alto de cabellos blancos y ojos amenazadores observándole, más el pelirrojo no le tomo importancia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(...)
Nagisa entró en la escuela recibiendo muchas miradas, obviamente por la barriga que ahora cargaba el adorable profesor. El pequeño peliceleste solo caminaba ligeramente avergonzado hasta la sala de profesores ya que el Director lo estaba esperando. Además que necesitaba decirle tanto a sus colegas, como a sus alumnos sobre su embarazo.
-Con permiso... ¡Waaa!- Nagisa vio como caía sobre el confeti asustandolo mientras sus colegas y el director estaban aplaudiendo- ¿Qué demonios...?
-¡Queríamos darle la bienvenida a usted Shiota-sensei! ¡Además de felicitarlo por su embarazo!-El peliceleste rojo como un tomate dio las gracias mientras brindaban con una copa de jugo en sus manos, y les contaba lo que había sucedido anteriormente, estaba feliz y tampoco esperaba la sorpresa de sus alumnos, que al entrar en el aula, todos lo saludaron y le dieron flores, lo que los alumnos no esperaban era ver la barriguita de su Profesor.
-Shiota- sensei ¿Engordo?- Nagisa solo río era, lo mas normal que le dijeran.
-Bueno algo así, siéntense chicos quiero contarles algo- El peliceleste estaba nervioso no sabia como reaccionarían todos los chicos- Este bulto que tengo ahora en mi estomago ira creciendo con el tiempo, ya que estoy embarazado.
-...
-¿Chicos...? ¿Están bien?
-¡¡¡¡¿Ehhhhhhhhhh?!!!!!!- Ninguno de los alumnos daba crédito a lo que acababa de oír.
-Pero... ¡Es un hombre!
-Lo sé, chicos, lo que sucede es que me embarace por métodos diferentes, y sí antes que me lo pregunten soy gay, homosexual como quieran decirlo.
Aunque Nagisa estaba esperando que hubiera una mala reacción lo que recibió aplausos y felicitaciones, risas e incluso emoción de parte de algunos, El pequeño profesor supo, que en ese momento esa era la clase en la cual quería trabajar, al igual que Koro-sensei, lo cambio a ellos el también los quería cambiar, aunque las risas fueron calladas por el sonido de la puerta, al entrar un chico peliblanco, alto, Nagisa quedo confundido, no tenía la más mínima idea de que estaba sucediendo.
(...)
Pasos resonaban en un largo y oscuro pasillo, los guardias de la prisión mixta de Japón llevaban con calma y algo de emoción a la pequeña actriz a su actual celda, intentaban animarla o cambiarle la compostura pero no lo lograban.
La chica pelinegra solo maldecía en voz baja a la familia Akabane Shiota, sabía que esto no quedaría de esta manera, ella se comportaría de manera admirable en ese horrendo lugar y saldría con la libertad bajo fianza y se vengaría de los que la encerraron, no se quedaría tranquila, no dañaría a Nagisa porque aun lo amaba y ella sabía que no podría contra Karma, pero ella esperaría con mucha calma hasta que ese bebé naciera, Kaede soltó una pequeña risita que hizo que los guardias se estremecieran, ella los dañaría en donde más les afecta, lo que los une, esa cosa, a la que llaman hijo.
Salio de sus pensamientos al sentir que abrían la celda, y se sorprendió que estaría sola, lo cual la alegro, tendría todo el tiempo que necesitaba para poder vengarse.
(...)
-¡Ya llegue!
-¡Bienvenido a casa, amor! - Nagisa se acerco a Karma para besar sus labios, y después volver a la cocina para preparar la cena, pero fue detenido por unas manos en su cintura- ¿Que sucede?
Nagisa observo como Karma de una de sus manos levantaba unas bolsas de algún restaurante chino.
-Traje la cena, querías comida china ¿no?- El peliceleste sonrío feliz, estaba emocionado, quería comer hace tiempo, y ahora su pareja le había traído lo que quería, sin duda era lindo sentirse amado.
-¡Gracias Karma!
-¡De nada mi niño! ¡Y a ti también, cosita!- El peliceleste río al ver que Karma hablaba hacía su barriguita, los dos chicos estaban emocionados, y felices estaban con calma disfrutando se su vida, y sintiendo la emoción de saber que su hijo llegaría pronto al mundo...
