AKAFURIFEM - ENTRE TÚ Y YO

DESEO (2° parte)

Furi, después de darles las buenas noticias a sus amigos de Seirin sobre su nuevo sobrino,  se dirigió a tomar una ducha y poder así descansar de tan largo día.

– ¿También te bañaras Furi-chan?– Le preguntó Riko al verla entrar a las duchas. Sin embargo, Furi no le escucho al estar perdida en sus pensamientos – ¿Furi-chan?– Le volvió a insistir

– Ah, hola Riko-san, veo que me ganó en venir a la ducha– Saludo demasiado educadamente la chica.

– ¿Qué forma de hablar es esa? ¿Se te está pegando a caso del emperador?– Exclamó la entrenadora nada feliz, sin embargo al ver a la chica volver a perderse en sus pensamientos le volvió a preguntar: – Furi-chan ¿te encuentras bien? ¿Paso algo a caso con Akashi? Mira que si hoza hacerte llorar...

– Para nada, el n-no me haría n-nada malo– La interrumpió Furi sonriendo, pero al mismo tiempo poniéndose roja al recordar el incidente de las escaleras.

– No sé porque esas palabras no me convencen mucho.

– Él es muy lindo conmigo, lo juro, aunque... a veces tengo miedo...– Dijo la chica mientras entraba a la ducha.

– ¿Miedo, cómo que miedo...?– Al momento de preguntar esto la entrenadora se percato de la marca en el cuello de la chica, por lo que tomándola de los hombros le preguntó exaltada: –F-Furi-chan ¡¿Qué, qué esta marca?!

– ¿Qué marca?– Preguntó la chica al no entender el arrebato de su amiga.

Riko la llevó entonces frente a uno de los espejos para mostrarle a lo que se refería.

– No intentes poner la escusa que es la marca de un mosquito.

– Ah, seguramente fue cuando Sei-kun me beso algo fuerte– Explicó tranquilamente Furi...

Al día siguiente, como siempre, todos tuvieron la misma rutina: calentamiento, práctica, dos partidos de práctica, comida, reunión, etc. En esto se iba todo el día hasta la tarde noche, la cual aprovechaba Akashi para ir a buscar a su novia, sin embargo, al llegar este al lugar y ver que Furi aun se encontraba discutiendo unos asuntos con Riko, decidió esperarla a fuera.

– ¡Hola, Akashi-kun!– Le llamó Kuroko, quien como siempre aparecía de la nada pero quien esta vez lucia más sombrío que de costumbre –Furihata-san aun está terminando un papeleo.

– Hola, Tetsuya– Lo saludo sin problemas Akashi a pesar de ver al chico molesto –Espero no sea molestia el que espere aquí a Kouki-chan.

– Espero que Akashi-san aun recuerde que no debe de lastimar a Furihata-san– Expuso enseguida Kuroko

– Al parecer, se han dado cuenta de la marca que deje en ella, me disculpo, aunque, sabes que no me arrepiento de haberlo hecho, Tetsuya– Le dijo sonriendo Akashi a pesar de saber de la molestia de su ex compañero.

– Es tu novia y mientras ella lo permita nosotros no tenemos porque interferir pero, te recuerdo que ella es también nuestra querida compañera, pero sobre todo, te recuerdo que ella tan solo...

– Tan solo tiene diecisiete años, lo sé– Lo interrumpió Akashi al saber por dónde iba su comentario –Sin embargo, según nuestras leyes ella ya podría casarse, en pocas palabras Tetsuya, ella ya no es una niña.

Kuroko no sabía que decir, por lo que simplemente se quedo observando detenidamente al peli rojo tratando de notar la más mínima duda, pero antes de que este pudiese objetar algo, Akashi, volvió a decirle:

– No te preocupes tanto Tetsuya, te lo vuelvo a repetir: En verdad voy en serio con ella...

– Sei-kun, disculpa la demora– Le dijo Furi al salir por fin del gimnasio.