Entre tú y yo...

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La rutina de la familia Akashi casi siempre era la misma. El primero en levantarse era Akashi Seijuro, quien antes que nada siempre le robaba un beso a su amada esposa Akashi Kouki quien estaba acostumbrada a esto, por lo que, después de sonreír ligeramente, volvía a dormir.

La siguiente en despertar con toda la energía del mundo y quien, a pesar de encontrarse en pijama y un tanto despeinada aun lucia hermosa, era Akashi Shiori, la mayor al ser la primera en nacer minutos antes que su hermano y quien, como siempre, después de arreglarse, salía corriendo al cuarto de sus padres donde entraba rápidamente después de solo dar dos llamados.

— Oigan si van a hacer eso esperen hasta la noche cuando todos estemos dormidos.

Se quejó la pequeña al encontrar a su padre arriba de su madre mientras la besaba.

—Oh, parece que nos interrumpieron nuevamente —Expreso Seijuro sonriendo —Kouki, ves porque te digo que deberíamos mudarnos a la otra mansión...

—¡¡N-no, no digas eso!! —Dijo completamente roja la castaña tratando de salir de la cama y terminar con ese mal entendido, sin embargo, su esposo no la soltaba —Shiori, no es lo que parece y Sei, jamás me mudaría a otro lado donde no estuvieran nuestros hijos.

—Si lo sé, solo bromeó — Le dijo Sei sonriendo para después volverla a besar.

—Yo igual bromeo mamá, ya sabes que a papá y a mí nos gusta verte nerviosa. ¿Verdad papá? —Explicaba la niña hasta que vio de nuevo a su papá besar a su mamá, por lo que, un poco molesta, les dijo: — ¿Si saben que en somos japoneses y que eso debería de darles pena?, sobre todo al besarse en frente de su hija.

—jajaja lo siento...

Exclamo Sei riendo, liberando por fin a la madre de la niña y, quien después de arreglarse, dejo a su hija seguir discutiendo con su padre sobre asuntos de la moral. Así, ya más tranquila, fue el cuarto de su hijo Seiji quien, tal y como suponía, seguía durmiendo.

—Sei-chan, cariño, ya levántate. Sabes que ya es hora de la caminata matutina.

Le decía amorosamente su madre mientras lo movía y besaba la frente del pequeño pelirrojo quien después de unos momentos entre abrió los ojos para mostrar una bella sonrisa y acurrucarse de nueva cuenta en el regazo de su madre.

—Solo cinco minutos más, ¿sí?, por favor... —Alcanzo a decir el pequeño para volver a cerrar sus ojos.

—Seiji. —Le llamo esta vez su padre en un tono de regaño al ir entrando al cuarto.

—No lo regañes. Ya en un momento se levanta —Le pidió Kouki.

—No lo regaño porque no se quiera levantar, lo regaño porque está ocupando un lugar que es mío —Señalo Sei.

—Ah, yo también quiero ser consentida por mamá... —Exclamo Shiori al llegar al lugar y acomodarse también en el regazo de su madre.

— ¡Oigan!... —Volvió a quejarse su padre.

...

— ¡Llegue primero, así que gane! —Exclamó triunfante Shiori al llegar a la entrada.

—No sabía que estábamos compitiendo —Dijo Seiji haciendo un puchero al llegar tras ella.

—Vamos no peleen. Solo era una caminata matutina. —Les señalo su padre quien iba llegando junto con su madre quien, a diferencia de los demás, estaba poco más cansada.

—En verdad que me gustaría que fuesen caminatas pero todo estén tiempo casi estuvieron corriendo —Exclamo entre jadeos Kouki —En fin, Shiori-chan, Sei-chan, suban ya a tomar su ducha.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2017 ⏰

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