◆CINCO◆

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—¿Aún te duelen tus heridas?—pregunté al ver sus rodillas

—Si pero no importa, he tenido peores golpes—sacó un pantalón y una camisa a cuadros roja de mi armario—Iré a ponerme esto

—Claro.

Entró al baño y yo aproveché para cambiarme de ropa.
Cuando terminé Zayn salió.

—Te ves muy bien

—Claro que no—dijo serio—¿A qué hora nos vamos?

—En la noche, como a las ocho, ¿de verdad no tienes hambre?

—No Liam

—Tienes que comer algo, yo estoy que me muero

—Pero...

—Nada, ven, seguro mi mamá hizo algo muy rico, ella cocina genial, apuesto a que te encantará—le tomé la mano y bajamos a la cocina, yo no paraba de hablar de lo maravillosa que era mi mamá no solo en la cocina, también por su personalidad pero Zayn parecía triste.

—¿Estás bien, Zayn?

—Emm si—trató de sonreír—Tu mamá debe ser genial, es decir, me gustaría conocerla

—¿Y tu mamá?

—Bueno, ella es hermosa, es amable con todos, y uhmm es fantástica cocinando pero...

—Pero...

—Ella... no vive aquí—bajó la mirada

—¿En dónde está ella?

—En... en Canadá, hace mucho que no la veo

—Debe ser muy feo no ver a tu mamá, si yo no viera a la mía seguro me muero

—Si, yo igual—susurró—¿Tienes fruta? puedo comer un cóctel

—Si, hay mucha, en esta casa nunca falta—saqué el contenedor y Zayn tomó una manzana y dos uvas—¿Sólo vas a comer eso?

—¿Es mucho?

—Con eso no te vas a llenar

—No busco llenarme

—Debes comer más—saqué más fruta y le ayudé a cortarla en pequeños pedazos y ponerles un poco de miel

—Gracias—me sonrió y yo le devolví la sonrisa.
Comimos y luego vimos televisión.
Él era muy callado y tímido, evadía algunos temas como cuando le preguntaba sobre su familia, hablamos más de mí que de él.
Me pareció curioso como de forma tan confiada me dijo que le gustaba pero en ese momento era tímido.

Sin darnos cuenta ya habían dado las ocho. Tomé mis llaves y algo de dinero por si las dudas y salimos a tomar un taxi.
Cuando llegamos al lugar Zayn palideció pero no me dijo nada.
Bajamos del auto, pagué y entramos a la casa. Sentí la mano de Zayn apretar mi brazo con nerviosismo pero no me miraba, se veía preocupado.

—¿Todo bien?

—Si—contestó serio.

Nos adentramos a la casa, no veía a G, D o C por ninguna parte y no quería ir con los del equipo de básquetbol porque Zayn estaba conmigo y seguro lo molestarían.
Fuimos a la cocina, me di cuenta que todos veían de mala forma a Zayn, nadie lo quería ahí.

—¿Tomas alcohol? ¿Quieres que te prepare un vodka?

—Emm no, no me gusta

—Ah bueno, con tu permiso yo si quiero uno.

Había botellas con líquido de diferentes colores. Me serví de uno de color azul, sabía dulce y quemaba mi garganta, me gustaba esa sensación.

—¿No quieres probar? ¡Está muy bueno!

—Solo un poco—le di mi vaso y tomó un poco de él sin hacer algún gesto—Está rico

—Lo sé, te serviré uno.

Estuvimos juntos un buen rato, no tomamos mucho, no quería embriagarme o que él lo hiciera y tener que llevarlo arrastrando a mi casa... o él a mí.

—Hola ¿quieres bailar?—habló una chica

—Hola—miré a Zayn y él asintió

—Ve a bailar

—No, te dije que no me separaría de ti

—Lo digo de verdad, viniste a divertirte y yo sólo te vine a acompañar, ve y diviértete

—Bailaré sólo una canción y vendré contigo y si quieres nos vamos

—Esta bien—quiso sonreír pero más bien hizo un gesto, como si no estuviese convencido.

Tomé la mano de la chica y salimos de la cocina hacia la amplia sala y comenzamos a bailar.
Ella se movía muy bien, de verdad me estaba divirtiendo tanto que bailé dos canciones más.
Se escuchaban los gritos de diversión de los chicos en la cocina, nosotros solo reíamos y bailábamos.

Cuando terminó la canción decidí ir a la cocina por Zayn, tal vez ya estaba aburrido.
Al entrar vi que había un desastre en el piso y varios seguían riendo pero... ¿dónde estaba Zayn?.

—Hola, Liam—me abrazó por la espalda

—Hola Giselle ¿en dónde estabas? Te estuve buscando... con la mirada

—Estaba arriba, te vi bailar con mi prima

—¿Tu prima? Ahora entiendo porque era linda, la belleza viene de familia

—Basta, vamos a bailar

—Pero debo buscar a Zayn

—¡Agh! ya se fue, dijo que estaba muy aburrido, que bueno, igual nadie lo invitó

—¿De verdad dijo eso?

—Si, ya vamos a bailar—me tomó de la mano y fuimos a la sala.
...

En el fin de semana me la pasé pensando en Zayn, del por qué me dejó. Quería llamarlo pero lamentablemente no tenía su número.

El lunes al llegar a la escuela, muchos chicos miraban su celular y reían por lo que veían.

—Hey Liam, ¿ya viste el vídeo que subieron a facebook?—preguntó Alex

—Emm no

—Mira esto—me mostró el vídeo y me quedé sorprendido por lo que veía.

Siempre en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora