Siempre en mi corazón

◆DIECISIETE◆

—Vamos Liam, sonríe, se ve muy bonito el día hoy—animó Giselle pero no hice caso—¡Oh! Te invito a la feria o al cine

—No, estoy bien

—No lo estás, no me gusta que estés deprimido

—¿Como quieres que no lo esté? Zayn se fue hace seis meses y es probable que no lo vuelva a ver

—¿Como ha estado él?

—Dice que le va muy bien, que tiene muchos amigos y amigas, que los profesores lo adoran y que hay un chico con el que sale, está haciendo una nueva vida, yo soy parte de la vieja vida y por lo tanto no me quiere

—No seas bobo, estoy seguro que te ama

—Seis meses, Giselle

—¿Y? Seis meses y aún lo amas

—Lo extraño mucho, estoy sufriendo mientras él debe estar con su nuevo novio

—Ya ya ya llorón, mejor acompañame por mi almuerzo que estoy hambrienta—me jaló de la mano y me llevó a la cafetería.

Por supuesto que no comí nada, no tenía hambre.

Regresé solo a casa, Giselle tenía un nuevo "galán". No era de mi agrado pero la hacía feliz y parecía tener buenas intenciones, si ella estaba feliz a mi me parecía correcto que saliera con alguien.

Llegué a casa, mis padres no estaban, decidí ir a la cama a dormir todo el día (como ya se me hacía costumbre).
Aventé la mochila y me dejé caer en la cama.
Dormí alrededor de dos horas cuando escuché el maldito teléfono de la sala. Quise ignorarlo y seguir durmiendo pero no dejaba de molestar.

Me tallé los ojos y bajé, tomé el teléfono y contesté desganado.

—Hola

—Hola Li—abrí los ojos sorprendido y mis manos comenzaron a temblar

—¡¿Zayn?!

—Justo ese soy yo—dejó salir una pequeña risa—¿Qué estabas haciendo? ¿Te interrumpí?

—Dormía y no, para nada 

—¿Cómo has estado?

—Bien—contesté no muy seguro—¿Y tú?

—Muy bien, ¿todo bien con tus padres?

—Si ¿y tú con los tuyos?

—De maravilla ¡Se reconciliaron! y vivimos muy bien, de hecho saldremos de vacaciones juntos

—Vaya, me agrada oír eso ¿a dónde irán?

—Es sorpresa... Te extraño mucho

—Y yo a ti, tanto, te necesito... y uh ¿co-como está todo con tu novio?—pregunté incómodo, él suspiró

—Todo va bien, él es muy amable pero no somos novios, ya te dije que solo me invita a salir, le he dejado en claro que amo a otra persona—no pude evitar sonreír

—¿Y esa persona es...?

—Alguien castaño y muy muy guapo—rió—Te amo.

Mi corazón comenzó a latir más rápido, ya no me sentía mal.

—Te amo más, bebé, espero verte pronto

—También espero eso, me tengo que ir, mis padres me llevarán a cenar

—Okay, te amo mucho y espero te vaya genial

—Igual, bye.

Colgó y luego suspiré, de verdad que me hacía mucha falta.