Siempre en mi corazón

◆CUATRO◆

Ya era viernes.
El jueves no vi a "Malik" y me tenía preocupado. Quería hablar con él.

Iba caminando hacia mi clase de informática y en medio del camino, cerca del jardín, me encontré a mi trío de amigas.
Lucían increíbles, las tres llevaban un bonito traje, falda, camisa, saco y sus zapatillas altas.

—¡Qué bien se ven!—alagué

—Tú igual, Liam—habló Denisse

—¿Por qué están vestidas así?

—Somos parte de la policía de la moda—dijo Carol y reí

—No, solo vamos a exponer pero deberíamos serlo ya que aquí todos usan ropa fea—explicó Gi y reí

—Oh, bien.
A lo lejos pude ver al chico del árbol y se fue acercando.

—Hablando de ropa fea—él no nos miró.

Él traía puesto un pantalón corto dejando ver sus rodillas heridas, también usaba una sudadera holgada negra. Siempre usaba ropa holgada.

—¿Me estás ignorando?—habló Giselle y él no dijo nada—Te estoy hablando, idiota—lo empujó haciendo que se golpeara en la reja

—Tu ropa es horrible

—Es así como me gusta vestirme—habló bajito

—Pareces un vago

—Cálmense, él solo se viste como le gusta—defendí, ella lo soltó y el chico se fue corriendo hasta el edificio.

—¿Cómo se llama?—les pregunté

—Zayn

—Gracias.

Corrí siguiéndolo hasta el edificio pero no lo vi.
Entré a los baños de hombres y ahí estaba, sentado en el piso con las manos tapando su rostro.

—Zayn—volteó a verme y se levantó—¿Estás bien?

—¿Qué haces aquí? Nadie puede entrar a estos baños—me paré frente a él, a unos pasos de distancia

—Quería saber cómo estabas

—Vivo, ahora puedes irte

—No, yo me quiero quedar aquí... contigo—me miró a los ojos unos segundos y cuando menos lo esperé Zayn ya había estampado sus labios con los míos. Me acorraló en la pared y siguió besándome. Sus manos sujetaban mis mejillas, yo estaba en shock pero le seguía el beso.
Luego se separó y sonrió, era la primera vez que lo veía sonreír de esa manera.

—Lo siento, lo siento mucho—Dijo espantado, temiendo de que le hiciera algo—Quería hacerlo, si estás molesto no me importa, al menos lo hice

—No estoy molesto, me gustó—sonreí y él suspiró aliviado

—No debes estar aquí, no debes estar conmigo—se alejó de mi

—¿Qué? primero me besas y luego dices que no debo estar contigo, pues ahora con más razón estaré aquí

—Me gustas mucho, desde el primer día—volvió a sonreír

—¿En serio?

—Si—bajó la mirada—pero es obvio que a ti te gusta Giselle

—No, es solo mi amiga, nos llevamos muy bien pero no somos nada, no me gusta

—Me alegra saber eso

—¿Tienes clases ahora?

—Si pero si quieres no entro—reí

—No, será mejor que entremos, en el descanso podemos estar juntos solo si no escapas de mi—bromeé