◆SIETE◆

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A Zayn le curaron el labio y algunos raspones que tenía.
Salimos de la enfermería y le tomé la mano.

—Vamos a almorzar

—No tengo hambre, Liam

—Sé que mientes, te compro tu almuerzo

—No, la comida es grasienta

—Pero muy rica, además, no toda la comida es así—lo jalé hasta llegar a la cafetería, él no quería entrar pero lo obligué, cuando entramos todas las miradas se posaron en nosotros más que nada porque estábamos tomados de la mano.

—Liam, es una mala idea, me echarán de aquí—susurró Zayn

—No lo van a hacer si estoy contigo, soy como un escudo.

Compré nuestro almuerzo y nos sentamos en una de las mesas del centro.

—Todos hablan de nosotros

—¿Te gustan los pepinillos?

—Liam...

—No me importa, que hablen lo que quieran

—Lo dices porque sabes que a ti no te harán nada pero en cambio a mi me dirán que te deje y me golpearán—se levantó del asiento y se fue

—Zayn—pero él no me hizo caso.

Ni siquiera terminé mi comida, me fui de la cafetería y entré a mis clases.

En la salida como no vi a Zayn decidí irme solo pero en el camino lo vi y corrí hasta él.

—Zayn, dije que te acompañaría al dentista

—No tengo dinero—respondió serio

—Pero yo sí—me miró

—No es necesario, Liam

—Claro que si, vamos—le tomé la mano y caminamos hasta el hospital. Como no había nadie con el dentista pudimos pasar rápido.

Dos horas después salimos de ahí, Zayn con un diente nuevo y yo feliz de que él se sintiera mejor.

—¿Quieres ir a mi casa?—le pregunté

—Claro pero ¿habrá alguien?

—No, mis padres están en el restaurante

—¿Tienen un restaurante?

—Claro, de eso vivimos

—¿Podemos... podemos ir?

—¿Al restaurante? —pregunté algo confundido.

—Si

—Claro, deja te ayudo—le quité la mochila aunque no quiso pero le ayudé a llevarla, era lo menos que podía hacer por el chico.

Llegamos hasta el restaurante de mis padres y había mucha gente, como siempre.

—Ven, te los presentaré—entramos hasta la cocina y ahí estaban ellos preparando los pedidos de las personas.

—Hola

—Hola cariño ¿qué haces aquí?

—Mi amigo Zayn quería venir, es él— el chico sonrió tímido

—Hola, soy Zayn Malik

—Mucho gusto—habló mi padre y le sonrió

—Yo soy Karen y él es mi esposo Geoff, perdón que no te saludemos como debe ser pero estamos muy ocupados

Siempre en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora