Los Príncipes Locos

Capítulo quince: El gran final

Todos estaban atónicos contemplando a Ariadna. Julio comprobó que West y Blake solo estaban inconscientes, ya que aún respiraban.

- Creo que este día es mejor que ayer—opino Ariadna a risas— ¡en serio! Me han hecho reír bastante, primero me mandan a dos mortales hechizados para que me destruyeran, y después intentan hacer una poción para invocar otro dios ¿verdad?

Al parecer Ariadna no sabía el verdadero plan de los príncipes; lo único que tenían que hacer era mentir y ya.

- Están muy callados—expreso Ariadna—lo lamento ¡pero su plan fracaso! Jeimi les dio falsa información aunque lograsen invocar a otra diosa ¡nunca me vencerían! Yo soy la diosa más poderosa del olimpo...

- De todas formas de venceremos—dijo Oscar—nosotros somos más que tu...

- ¿Ah sí? ¡pues estoy aterrada!—se burló la diosa—Si Ustedes juntos pelearan contra mí solo lograrían debilitarme... pero eso no pasará...

Ariadna chasqueo los dedos y Lucas, Karen, Oscar y Esmeralda quedaron encadenados en la pared con cadenas que succionan sangre.

- Estos son mis mortales favoritos—confeso Ariadna—me divertiré mucho con ellos...

- ¡Sueltan a mis amigos!—ordeno Julio.

- ¡esto es el colmo Helena! ¡libéralos!—grito Toé.

- Déjalos ir ¡o verás! ¡te destruiremos!—replico Jeimi—yo y mis amigos ya no te tenemos miedo.

Entonces Ariadna molesta se transformó en una horrible criatura de forma humanoide, de tres metros, con ojos totalmente blancos, se le veían los huesos, tenía horribles colmillos, cabello negro y largo y con un vestido negro, era tan horrible que si te lo describiera de seguro tendrías pesadillas.

- ¿no me tienen miedo?—grito Ariadna molesta— ¡pues será mejor que me tengan pánico!

Ariadna aplaudió y Julio, Ashley, Jeimi, Norman y Toé se convirtieron en horribles gusanos de diez centímetros. Ariadna enojada tomo a los gusanos y los metió en un frasco que dejo en la mesa. Lucas, Karen, Oscar y Esmeralda gritaron aterrorizados al ver esa escena.

- Pobres de sus amigos—opino Ariadna—serán buena carnada para pescar.

Lucas y los demás gritaron más fuerte. Ariadna se aproximó a los cuatro mortales.

- ¿Qué les pasa?—pregunto Ariadna—se ven un poco ¡Asustados!

- ¡vete al infierno!—opino Lucas molesto.

- No gracias, de allí vengo—contesto Ariadna sarcásticamente.

Entonces Lucas logro liberarse de las cadenas con su navaja de mano echa con uñas de Quimera. Lucas cayó al suelo rápidamente y se paró al frente de Ariadna.

- ¡Deja ir a mis amigos!—ordeno Lucas.

- ¿oh si no que me harás?—se burló Ariadna pero ella vio el rostro triste de Lucas—Bien, dejaré ir a tus amigos a cambio de tu alma, véndeme tu alma y tus amigos serán liberados...

- ¡Jamás!—grito Lucas.

- ¿ah no?—dijo Ariadna sin darle importancia—entonces no tienes otra opción, tus amigos morirán...

Ariadna saco de una poderosa espada y comenzó a apuntar a Karen, Oscar y Esmeralda. Ariadna sonriendo le arranco cabello a Karen, y le corto un dedo de su mano.