Septiembre había llegado más rápido de lo esperado. Era uno de esos días despejados, con un sol muy brillante y bastante calor. Un buen día para tener una competencia sana y saludable que todos pudieran disfrutar.
Sus ojos chocolate estaban fijos en las puertas, cuando entrara no había vuelta atrás. Más de una vez pensó en dar la vuelta y no regresar, mejor ir en busca de tranquilidad. Sólo seguir con su vida, dedicarse a su profesión y no seguir patinando. Después de muchos meses de estar distanciado, de hablar únicamente con Phichit y el entrenador Celestino, había llegado el momento de presentarse como correspondía. Sin miedos, con las expectativas de volver aunque fuera difícil.
Esa era una oportunidad para redimirse y comenzar desde cero, por lo cual entrenó muchos meses en un par de coreografías que tuvieran cierto grado de dificultad. Tuvo muchos problemas en decidir si quería usar a Eros. Ese fue otro de sus fracasos y no sabía si estaba dispuesto a volver a patinar con esa canción.
Tomó aire y se dispuso a entrar.
El número de presentación que le tocó no era lo esperado, ser primero en la competencia sólo lo hacía sentir más nervios, pero debía mantener su fachada de tranquilidad. No era que las inseguridades se hubieran ido tan rápido, esa clase de cosas no desaparecían de un día al otro. Se sentía bien consigo mismo, pero aún tenía en su mente las fallas del pasado.
Las ideas de su mente se borraron cuando recibió un abrazo a sus espaldas. Iba a soltarse, cuando escuchó la voz alegre de su amigo.
—Phichit, me asustaste—dijo Yuuri con una sonrisa. El tailandés enfocó el pequeño aparato electrónico frente a ellos y tomó una foto de improviso.
—Listo, tu primera foto en el gran regreso que vas a hacer—dijo ignorando el comentario anterior. Yuuri sonrió. Debía agradecer tener un amigo tan atento.
—Pareces estar en forma, Yuuri—escuchó otra voz.
—Entrenador Celestino, es un gusto verlo de nuevo.
Caminaron los tres y las cámaras no tardaron en llegar hasta ellos. No se sentía cómodo con tantos flashes, mucho menos con la sarta de preguntas que llegaron. La mayor parte eran acerca de Viktor, como si su recuerdo no pudiera dejarlo tranquilo.
¿Cómo ha afectado su derrota anterior en el desempeño de su carrera? ¿Ha tenido algún contacto con Viktor Nikiforov después de su anterior derrota? ¿Qué tiene planeado hacer para esta temporada en vista de su derrota y la perdida de la oportunidad de tener a Viktor Nikiforov como su entrenador?
Yuuri enmudeció, no sabía si lo que más le dolió fue el hecho de que le reprocharan su derrota a cada pregunta o el hecho de saber que por eso mismo Viktor no estaba a su lado. Tal vez lo último más que nada, porque sentía el dolor en su pecho y una indescriptible soledad. Eso en parte, le hacía sentir culpable sabiendo que tenía a tantas personas de su lado, apoyándolo.
—Yuuri no va a contestar ninguna pregunta por el momento—habló Celestino cuando notó que el japonés se hallaba en cualquier lugar, menos con ellos—. Después de su presentación va a responder cualquier pregunta, pero por el momento quisiera que se concentrara en su presentación.
Dio una sonrisa agradecida y se apartaron. Habló con ambos. El ánimo se había levantado. Phichit había dicho que viajaría con Celestino a ver personalmente su regreso al patinaje. Trabajó varios días en lograr mejorar sus coreografías. Mandaba vídeos ocasionalmente a Celestino para mostrar sus avances, a veces sólo con una cámara para que lo viera en los entrenamientos de largas horas. Sonaba complicado, pero lograron seguir de esa manera y Yuuri esperaba haber obtenido buenos resultados de horas y horas de entrenamiento.
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Melpómene
Fanfiction¿Recuerdas lo que pudimos ser? Después de perder con la coreografía de eros, Yuuri no sabe como continuar su carrera en el patinaje artístico, pero la ayuda de muchos amigos y su familia van a hacerle recordar que no está solo. Su primera expe...