20. Las cosas claras

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En la mañana
En Altamira

-Buenos días papá- la voz de Félix suena firme y fria

-Buenos días hijo- José sonríe, aunque el muchacho permanece inmutable

Santos por su parte se acerca a José y lo saluda con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla

El desayuno transcurre tranquilo, Asunción habla de los avances de su embarazo y es ahí donde Santos se siente incómodo, no le agrada para nada la idea de dejar de ser el bebé de la casa

Cecilia llega un poco retrasada, se disculpa, se sienta al lado de su hermana comienza a comer

-Santos- la vocecita de Antonio se cuela en el comedor

-Toño!!- el pequeño se alegra

-Vamos a ir a montar hoy?-

-Sí, claro que sí, pero primero terminaré mi desayuno- Santos levanta su plato
-Quieres?-

Antonio aprieta los labios y baja la mirada

-Ven corazón- Asunción extiende el brazo hacia él

Antonio duda un momento, pero la insistencia de Asunción termina por convencerlo

-Siéntate aquí conmigo- Asunción acerca una silla y Antonio se sienta entre ella y Cecilia
-Come tesoro- le da su plato de huevos revueltos
Mientras ella se levanta a buscar otra vajilla, el niño devora la comida

-Oye, despacio, así te vas a atragantar- Bromea José

-Es que aún no desayuné- murmura Antonio con la boca llena

-Tú sabes que ésta también es tu casa. Para lo que necesites, aquí estamos. Tú eres como de la familia, eres como un hijo más porque eres el mejor amigo de nuestro hijo. No es cierto José?- dice Asunción volviendo de la cocina y fulminando con la mirada a su marido, a quien no le queda más opciones que asentir

Santos mira muy intrigado las nerviosas miradas que su mejor amigo se cruza con su tía

-Papá, podemos hablar en privado?- Félix termina su vaso de jugo

-Claro que sí- responde José anodadado

Ambos se levantan y se encaminan al despacho

-Bien, de qué quieres que hablemos?- José se sienta en el sofá

-De tu propuesta de sacarnos de Altamira y del Arauca- responde el muchacho parado frente a su padre con los brazos cruzados y una mirada dura

-De dónde sacaste que quiero echarlos de aquí? De dónde sacas esas ideas locas? Yo fui muy claro cuando le expliqué mi decisión de darles una mejor educación- José se adelanta en el sofá y abre los brazos hacia su hijo, pero el chico no se acerca
-Yo quiero hacerlos hombres de bien, fuertes, valientes, inteligentes, honrados, trabajadores. Yo sólo quiero lo mejor para ustedes-

Félix permanece inmóvil mirando a su padre con una mirada fría y desconfiada

-Mira hijo, gran parte de tu desarrollo como persona depende de nosotros, tus padres, pero la otra parte la haces tú sólo. Por eso quiero darte todas las herramientas para que seas quien tú quieras ser-

-Yo quiero quedarme en Altamira- Dice Félix levantando la voz

-Lo harás. Todo esto será tuyo, pero primero educate-

-Aquí también puedo educarme-

-No con la calidad que mereces-

-Qué te hace pensar que aquí no encontraré lo que merezco?- Félix achina los ojos

Una sombra en el horizonte (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora