Una sombra en el horizonte (EN PAUSA)

10. El Trato

》》Rodrigo《《

Estaba realmente felíz y emocionado de volver a ver a mi amigo de la infancia

Toda la tarde fui un manojo de nervios

Creo que le provoque dolor de cabeza y de cuello a mi niña de tanto que le cepille el cabello hasta dejárselo brillante

Me bañe en una laguna cercana a mi casa, de aguas claras, poco profundas
Las más limpias que encontré
Me puse la ropa que guardo para ocasiones especiales y ésta definitivamente era una de ellas
Bárbara siguió el mismo ritual
A la hora acordada, montamos mi proyecto de camioneta y partimos para Altamira

Reconozco que tenía un nudo en el estómago
No había visto a José en casi 30 años
Tampoco había tenido noticias de él
Todo el camino mi mente estuvo ocupada en eso
Ignorando por completo que mi hija no paró de hablar de su amigo Santos

Llegué a la hacienda y me dejaron pasar
Cuando llegue cerca de la puerta de entrada y me disponía a bajar, escucho los gritos:

-Bárbara!! Señor Rodrigo!!-
Santos está parado en el umbral de la puerta principal agitando los brazos con una sonrisa de oreja a oreja

Bárbara corre a abrazarlo

Yo siento un escalofrío que me recorre completo, dejándome inmóvil
Hace pocos días había robado en este mismo lugar y ahora... ahora entraba por la puerta grande
Eso si que era extraño

Entro a paso lento, siento que mi corazón va a darme un vuelco
Mis botas resuenan en el mosaico
Ahí está él, ese niño amigo mio que tanto me habia ayudado, ya transformado en todo un hombre

El abrazo me pareció corto
Pero me conmovió hasta los huesos
Sentí que José era una bomba de tiempo, pero callé

Bárbara se ve muy cómoda aquí
Hasta que él llegó
Por alguna extraña razón, que espero develar muy pronto, mi pequeña le tiene pánico a Félix Luzardo

Debo admitir que me agrada la forma en que Santos defiende a mi hija, su amiga
Ese chico ya me cae muy bien
Espero ésta amistad se profundice con el tiempo y en el futuro...

En qué diablos estoy pensando??!!!
Mi hija es solo una niña!!

Elijo dejar de pensar
Acompaño a José hacia el comedor
Ésta hacienda es una mansión
No puedo dejar de mirar hasta el último detalle
Todo me parece asombroso
Por algo es la más grande e importante de la zona

Entonces la veo
Asunción, la esposa de José
Es una mujer realmente bella.
Creo yo, en otras circunstancias la hubiera mirado con otros ojos, para otros propósitos, pero ahora lo único que puedo sentir por ella es pena

Veo en sus ojos una profunda tristeza, apenas iluminada por una débil esperanza generada por el profundo amor que siente por su marido
Pero aunque sonríe con sus mejores esfuerzos, no puede disimular su casi terror hacia José
Busca su mirada de aprobación constante para todo lo que hace
Es una mujer enamorada, pero no es una mujer feliz

-Haz tenido muchísima suerte, es un bombón- bromeo, sólo para recibir la más fría y dura mirada de José

Qué pasó con su corazón?
Cuándo se enfrió?
Qué ha pasado con el niño bueno, dulce, cariñoso, simpático, generoso y empatico que alguna ve fue?
Quién lo transformó en este monstruo?

Nos sentamos a la mesa a comer
Miro de reojo a mi niña
Ella me devuelve la mirada iluminada
Para los Luzardo es un plato de entrada
Para nosotros, es un banquete

De pronto, veo algo en las manos de Asunción que captan toda mi atención, me animo y tomo suavemente su mano
Ella me mira asustada
Yo le dedico una mirada entre enojada y preocupada
Le levanto un poco la manga de la camisa y noto con horror sus heridas
Su otro brazo está igual
Por eso uso ropa holgada