Capítulo 6: Acto de Iniciación

105 2 0
                                    

Ya estaba lista para cuando Lucas entró en la habitación. Me encuentro sentada en la mi cama (yo me había quedado con la individual y Lucas dormiría en la cama de abajo mientras que Franco ocuparía la de arriba) terminando de atar los cordones de mis botas militares. Lucas al entrar me dio una simple mirada, luego fue hasta la cocina y apoyó la bolsa que traía sobre la barra desayunador.

-Qué trajiste? –pregunto con curiosidad por saber el contenido de la bolsa.

-Pasé por el mercado y traje algunas bebidas y cosas que seguro que necesitaremos –me responde secamente. No está sonriendo como en la mañana y se puede ver en sus ojos una mescla de disgusto y amargura, tal vez… enojo.

-Y… ¿Qué diste a cambio? – fui sacando las cosas que contenía y acomodándolas una junto a la otra en la barra.

-Una campera con el logo de la escuela a la que iba en la isla.

Eso era lógico, si yo tuviera algún símbolo que me recuerde a la isla de la que vengo también me lo quitaría de encima. La bolsa por fin se vació y contemplé todos los elementos que Lucas trajo. Tres botellas energéticas de color azul, un par de bolsas con galletas dulces, un kit de primeros auxilios, una pequeña radio, un reloj digital con los números en rojo y una cadenita dorada con una frase escrita en cursiva en el colgante.

-Qué dice? – la escritura en la cadena estaba en algún idioma que no reconocí

- La force et le courage vient du Coeur – leyó Lucas la placa de la cadena –en español: la fuerza y el coraje vienen del corazón.

Despegué la vista de la cadenita dorada y lo miré a los ojos. Este chico dulce y poético de seguro no es el mismo al que conocía en el submarino y menos el chico que me arrinconó al árbol en la mañana. Esta parte de Lucas es nueva para mí y me gusta. Parece que Lucas se percibió mi mirada sobre él y al levantar sus ojos de la cadena nuestras miradas se cruzaron. Nos mantuvimos así por un minuto entero en silencio, ninguno capaza de apartar la mirada del otro. Lucas sonríe y al iluminarse sus ojos celestes, literalmente creo que morí y reviví en una décima de segundo.

-En que idioma está escrito? –pregunté tanto por curiosidad de saber que idioma tan hermoso era ese y para romper el ambiente que se había formado.

-Francés –responde arrastrando la palabra –mis padres me enseñaron el idioma antes de dejarme.

-Suena hermoso –admití –sabía que existía, claro. Poro jamás escuché a alguien hablarlo.

-Quédatelo –tomó mi mano y apoya la cadenita en mi palma –te recordará quien eres y te traerá suerte.

Tomo la cadena con ambas manos y me quedo mirando el grabado. Comienzo a ponérmela alrededor del cuello y de la nada salen unas manos dispuestas a ayudarme.

-Déjame –susurró Lucas en mi nuca mientras abrochaba el colgante.

-De verdad me crees fuerte y con coraje? –pregunté al rato mientras él colocaba las bebidas en nuestro refrigerador. Mantenía el colgante entre mi dedo índice y el pulgar, acariciando con éste las letras en relieve de la frase.

Lucas se gira y me observa desde la punta de mis botas hasta mi lacio pelo naranja, luego vuelve la vista a la cadena que me dio hace un momento, la cual sigo sin poder soltar.

Abre la boca para responder cuando se escucha un golpe en la puerta. Inmediatamente se rompe el ambiente entre nosotros y cuando me giro a abrir la puerta Lucas voltea para seguir acomodando las cosas.

Me quedo parada frente a la puerta y suelto el aire que no me había dado cuenta que estaba guardando dentro de mí. Guardo la cadena dentro de mi remera de manga corta y tiro de la manija para abrir de una vez.

Escapando de la Gran SociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora