Emily
Escuchaba las gotas de agua chocar contra el tejado, supuse que llovería todo el día, también conste que no íbamos a poder salir.
Eso solo significa que íbamos a estar un día entero encerrados en una sola casa... ¡super!
Aun algo adormilada me levante de mi cama, al apoyar mis pies en el piso sentí una sustancia pegajosa y algo espesa debajo de ellos.
Mierda.
Levante un pie y en definitiva parecía miel... o jarabe, sea lo que sea es un asco.
No le di demasiada importancia, luego de dar un paso mi pie me dolía como nunca y en ese momento recordé lo del cristal.
Como pude, camine hasta el baño a mojarme la cara, liego me lave los pies y cambie el vendaje de mi pie.
Baje notando que Sarah y Lana ya estaban despiertas.
— ¿Como vas con el pie? — me pregunto Sarah al notar mi presencia.
— Como puedo — conteste y camine hasta el sofá sentándome al lado de Lana.
Al percatarme vi la hora y apenas eran las 9.30, ¿como es que en vacaciones me levante tan temprano?, tomando en cuenta que también esta lloviendo.
Escuche unas pisadas bajando de las escaleras, al llegar a donde estábamos nosotras se detuvo y se escucho un quejido.
— ¡Buenos días a vos también Styles! — le grito Lana desde la sala sin quitar la vista del televisor.
— ¡Gracias!, ahora por tu culpa tengo que usar las gorras de Niall — exclamo Styles con fastidio.
— ¡Divino! — le contestó Lana sin mirarlo.
— Idiota.
— Solo cuando me confunden con vos querido Styles — dijo Lana y se encaminó a la cocina dejando a Styles con la palabra en la boca.
¡La amo!, ¡es un genio!
Subí las escaleras para agarrar mi celular y me encontré con el egoísmo en carne y hueso.
Decidí ignorarlo... pero sus comentarios eran imposibles de ignorar.
— ¡Maldita lisiada! — dijo a nada de bajar las escaleras.
— idiota — masculle.
Note como Horan se acerco amenazante a mi hasta acorralarme en una esquina de la pared. Apoyo ambos brazos en la pared y al levantar la vista note como sus ojos celestes estaban a nada más y nada menos a centímetros de los mios. Podía sentir su respiración muy cerca.
— Quiero recordarte — susurro —, que si yo no estaba ahí no podrías haber vuelto.
Se quedo unos segundos allí, yo solo lo miraba a los ojos sin decir palabra.
Sonrió de costado y se separo de mi. Bajo las escaleras y yo me quede ahí paralizada.
Que momento más repentino, aunque raro.
Camine hasta mi habitación y al agarrar el celular baje con mis amigas y el resto de idiotas.
— ¡Emily! — grito Scar abrazandome exageradamente haciendo que casi caiga al piso.
— Hola... ¿te sentís bien? — le comente divertida.
— Si — contesto sonriendo.
Me volví a sentar en el sofa, solo que esta vez me tuve que sentar junto a Horan y Thalia.
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Locuras en Verano
Novela JuvenilUn verano lleno de locuras, diversión y bromas. Un verano inolvidable.