Me encontraba corriendo hacia el país vecino, todo era caos tras el comienzo de esta fatídica guerra, la vida de todos cambio en 180°; pero hay estaba yo, infiltrandome para encontrado a mi novio.
Llevaba casi una semana de recorrido para llegar a la frontera que nos separaba. Al llegar a su provincia todo se encontraba casi en ruinas y a pesar que era de noche se podía ver como afecto la guerra en este lugar... No pude evitar pensar lo peor.
Sigilosamente me escabullí por las calles hasta que alguien me tomo del brazo y me jalo hacia el interior de una casa casi intacta - que crees que estas haciendo? - era una chica de casi mi edad de contextura delgada, tez blanca y cabellera rubia - vine por un chico y no me iré sin el - ella saco un cigarro de la cajetilla sobre la única mesa en esa casa - pues ese chico debe ser muy importante para ti, en especial si arriesgas tu vida de este modo - ella caminaba de un lado al otro - sabes que cruzar la frontera es un delito de muerte - dijo mientras le daba otra calada a su cigarro - lo se perfectamente, cuando aquel sujeto asumió la presidencia lo declaro como el delito de mayor gravedad - ella miro lo que alguna vez fue una ventana - en este caso te ayudare, pero tienes que guardar silencio ya que tu acento te delata - mientras se sienta en la única silla - y tu familia?- no pude evitar arrepentirme por haber preguntado, su mirada de dolor había confirmado que ya estaban muertos - como se llama tu chico -
- el se llama Alan - mientras me sonrojaba - bien, creo que lo podemos encontrar al otro lado del paso de los lamentos - conocía ese río, justo ahí fue donde mataron a los primeros emigrantes - como vamos a llegar hasta allí?- ella sonrió - en moto- aun faltaba muchos kilómetros para llegar al paso de los lamentos - bien - ella salio por un momento y volvió con dos cascos en mano - esta es tu decisión final, el o tu vida - solo tome el casco y me lo puse - en cuanto salimos? - ella solo sonrió - ahora -.
Después de que recorrimos dos horas a toda velocidad, ya casi amanecía - ahora hay que cruzar el río - eso me asusto - pero como?eso es peligoso - ella silbo y de a poco salio del río un puente de cuerdas - con esto... Ahora tenemos que apurarnos - después que cruzamos el puente ella volvió a silbar y el puente nuevamente se encontraba oculto.
Caminamos hasta que llegamos a un pequeño pueblo y lo que vimos me dejo aterrorizada; las personas caminabas como zombie mientras sus cuerpos se desasían como velas derritiéndose y sus ojos salían de sus cuencos como llenas de huevos, aquello aran los efectos coraterales de los gases atómicos desarrollados por los científicos de Strik, el presidente de la primera nación; en ese momento ella me puso una mascarilla - de aquí estas sola, yo debo volver - tome su mano - pero no me dijiste tu nombre - sonrió - no tengo nombre, pero si vuelves a necesitar mi ayuda, soy el ángel de la muerte - después que me dijo eso se marchó.
Después de eso camine entremedio de la gente y no quería pensar que Alan estuviera así también.
Llegue hasta un refugio del tamaño de una sala de clases, al entrar pude ver que se había salvado un grupo de personas, las Vi una por una, hasta que lo Vi, el cielo se ilumino en mi espalda y cerré la puerta por dentro y corrí lo mas rápido que pude llegue a el abrazándolo - al suelo, ahora - grite mientras el correspondía mi abrazo y todos se tiraron al suelo, Alan también, pero sobre mi para protegerme con su cuerpo, el suelo se sacudió como un terremoto y nosotros estuviéramos en el epicentro. A los minutos después todo volvió en calma, hay fue cuando nos miramos a los ojos - Alisha no debiste venir, pero ahora no quiero que te vallas - me besó apasionadamente - no me iré a ningún lado sin ti -
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tiemos de guerra
Rastgelemi historia comienza tras el inicio de la gran guerra, ahora me encuentro en mi mayor desafío, encontrar a mi novio a distancia. Una resistencia muy recluta al llegar al estado del norte