CAMINO A FORT DETRICK

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{KAT}

- ¿Lo has preparado todo?- le pregunto entregándole la mochila a Zeth.
- Sí, nunca se me olvida nada, soy Zeth, el perfecto, ¿recuerdas?- me dice despeinándome.
- El ego- murmuro poniendo los ojos en blanco-. Te diría que tuvieras que cuidado pero ya sé lo que me vas a contestar.
- Siempre lo tengo. No me pasará nada- me sonríe Zeth-. Volveré antes de que te des cuenta. Cuida de Hope.
- Lo haré- asiento con la cabeza.
- Bueno, nos vemos- me dice y se me acerca a darme un beso casto en los labios, luego se da la vuelta y se dirige a su destino.
- ¿No vas a despedirte de mí?- me pregunta Liam que se ha acercado a mí por detrás.
Me giro en un movimiento rápido y lo acorralo en la pared de mi cabaña, colocándole una daga en la garganta.
- Nunca cambias- se ríe.
- Escúchame atentamente. Ya lo intentaste una vez, sé que está superado pero te lo recuerdo, como toques un pelo a Zeth estás muerto. Y no creas que no te encontraré, moveré cielo y tierra para acabar contigo si le haces daño, y esta vez no me lo pensaré dos veces. Ya somos mayorcitos y estoy harta de jugar a los sustos, a la próxima podría ser la definitiva, así que cuidado con lo que haces- le amenazo.
- Que sí, que sí, pesada- suspira alzando los brazos-. Si he venido hasta aquí es por algo, necesito su ayuda. Y lo otro está superado, he madurado, Kat- me contesta.
- Más te vale- le digo apartándome de él.
- Hasta otra- me sonríe y se dirige hacia donde ha quedado con Zeth, para salir de Las Montañas Rocosas.

Una vez que lo veo desaparecer de mi vista, me dirijo a la cabaña.
- Hope- la llamo.
No me contesta, así que la llamo más fuerte.
- ¡Hope!- nada, ninguna respuesta-. ¡¿Hope?!
Voy hacia su habitación y nada. Miro por toda la cabaña y nada.
Entonces salgo de mi casa y echo a correr.
Sé donde está.
Pero no se va a salir con la suya.

Veo el coche de Zeth y Liam alejándose y grito.
- ¡Zeth! ¡Para el coche!- hago eco con mis manos pero es en vano, ya están demasiado lejos.
- ¡Hope!- grito pero de nada sirve.
Se ha ido.
Se ha salido con la suya.

{ZETH}

- ¿Estás seguro de que podremos nosotros solos?- me pregunta Liam.
- Sí, segurísimo- le contesto.
- La última vez que estuve en Fort Detrick fue el inicio de los corredores, te lo recuerdo, así que tiene que estar repleto de ellos- me dice.
- Tú tranquilo, tengo un plan, confía en mí- le digo.
- ¡Ese es el problema! ¡No confío en ti!- me dice y paro el coche.
- Mira- lo miro a los ojos seriamente-. Si aún me guardas rencor por haberme liado con Rachel hace cuatro años, te recuerdo que tú por poco me matas. Supéralo ya. Sigue adelante. Yo lo he hecho. El rencor solo es la sumatoria de la frustación humana, es como agarrar un carbón en brasa, el que se quema eres tú...
- No es eso- se defiende él-. Es que apenas te conozco y nunca me has agradado, puestos a ser sincero.
- ¿Y crees que tú sí?- me río-. Si te ayudo es por Andrew, porque es amigo de Hope, por Kat, y por Rachel, pero no lo hago por ti.
- Así que aún sientes algo por Rachel...- me dice mirándome mal.
- No me malinterpretes, no he dicho eso.
- ¡Pero si acabas de decir...!
- Déjalo, Liam- le corto-. No vale la pena. Si vas a estar así todo el rato, te recuerdo que aún podemos volver...
- No. Vale, sigamos, lo siento- dice mirando para otro lado.
Vuelvo a arrancar el coche y seguimos el largo camino hacia Fort Detrick.

{LIAM}

Miro distraído por la ventanilla el paisaje apocalíptico y desértico que ha dejado el nuevo mundo. Antes me solía gustar esta imagen desoladora y solitaria del mundo pero últimamente solo sueño con el mundo que había antes de todo, con un mundo mejor para Rachel y Andrew, mi familia.
- Liam- susurra Zeth en un tono de advertencia.
Miro hacia delante y me quedo atónico.
Me agacho en el asiento.
- Son ellos...- susurro.
Ellos... soldados de Yanna. Vienen en otro coche y se han parado de lado, justo bloqueándonos el camino.
- Los conozco... ¿Qué vamos a hacer? No me pueden ver...- digo escondiéndome en el asiento.
- No podemos hacer nada- me dice.
- ¿Cómo?- le digo sorprendido de que Zeth no tenga un plan.
- Se dirigen hacia aquí. No te escondas, te van a ver, intenta actuar normal, tal vez no te reconozcan- me dice.
- Va... vale- susurro y me coloco bien en el asiento.
En efecto, cuatro guardias con uniformes grises se dirigen a nosotros y otro se queda en el coche.
Uno llama a la ventanilla de Zeth y los otros se quedan cerca.
Zeth sonríe y gira la cara hacia ellos a la vez que baja la ventanilla.
- ¿Sí?- pregunta este.
- ¿De qué comunidad sois?
- De ninguna. Solo estamos de paso, no somos de aquí- dice este con un marcado acento francés.
El guardia clava su mirada en mí y miro hacia otro lado.
- Aquí fuera no hay nada, en una comunidad estaríais a salvo- le dice.
- No, gracias, estamos bien así.
Por el retrovisor observo que un guardia se acerca al maletero del coche.
- Tenemos prisa, ¿podéis apartar vuestro vehículo del camino?- le pregunta Zeth al guardia.
- Aún no...
Entonces escuchamos un grito.
- ¡Mira lo que tenemos aquí!- dice un guardia sacando a Hope del maletero por los pelos.
Zeth abre mucho los ojos al verla y sale del coche.
- ¡Dejadla en paz!- le grita Zeth yendo a por Hope, pero el guardia retrocede aprisionando a la niña.
- ¿Qué hacía en el maletero esta preciosidad? ¿La habéis secuestrado?
Zeth se queda callado observándolo seriamente.
- ¿Ves? Me lo imaginaba. Pues ahora es nuestra- dice el guardia.
- ¡No!- grita Hope intentando, en vano, escapar.
- ¿Y el otro, por qué no sale, tiene miedo?- se ríe otro guardia refiriéndose a mí, que no me he movido del coche.
Un guardia abre la puerta y me saca por la fuerza.
Caigo al suelo pero me levanto enseguida.
Los miro furioso.
- Tú- me señala uno de los guardias-. Tu cara me suena...
Ya me da igual, no evito su mirada, lo miro directamente, me han cabreado.
- Tú has estado en Yanna... te he visto allí... eres tú... ¿Cómo has salido?- me pregunta uno.
- ¡Atrapadlo!- ordenan y tres guardias vienen directo hacia mí.

{ZETH}

- No te atrevas a dar un paso o aprieto el gatillo y tu niñita muere- me amenaza el guardia que sostiene a Hope, apuntándole a la frente con una pistola.
- No me hace falta moverme- le contesto y le lanzo la daga que tenía guardada bajo la manga.
La daga impacta contra la mano que tenía el arma y hace que esta salga volando.
- ¡Ah!- grita el hombre, que empuja a Hope a un lado y, con la palma de su mano sangrando, viene hacia mí con malas intenciones-. ¡Serás hijo de puta!
Me enfrento con el guardia cuerpo a cuerpo y no tardo en vencerle.
Le asesto un golpe mortal y lo derribo.
No tarda ni medio minuto en convertirse, así que le doy varias patadas en la cabeza hasta que lo mato definitivamente. Cada vez tardan menos en transformarse...

Escucho un motor y me giro.
Liam está sentado en el suelo, con un cuchillo en una mano, alrededor de los tres guardias muertos, destripados.
Pero queda uno, que ya se aleja en el coche. Ya está demasiado lejos.
- Tenemos que ir tras él- susurra Liam.
- No podemos, nos lleva demasiada ventaja, ya lo hemos perdido.
- ¡Pero volverá a Yanna y sabrán que me he escapado, interrogaran a Rachel y a Andrew, conocen mi cara, tenemos que atraparlo, tenemos que matarlo!- grita desesperado.
- ¡Liam, cálmate!- le grito y este se calla.
Me dirijo a Hope de brazos cruzados, que se encuentra sentada sobre el capó.
- ¿Por qué?- le pregunto.
- ¡Quería ayudar, quería hacer algo! ¡Estoy harta de estar allí son hacer nada! ¡Quiero salvar a mi amigo, papá!- me dice suplicándome con la mirada.
- ¿Te das cuenta de que mamá tiene que estar buscándote ahora mismo, preocupada?- le digo enfadado.
- Le he dejado una nota. Además, ella no es tonta, sabía que quería ir contigo, no te preocupes por ella.
- Para tu suerte, ya no podemos dar media vuelta. Estamos muy cerca de nuestro destino.
- Mejor. No te preocupes, papá, sé pelear, me has enseñado.
- No es suficiente. Este mundo es más peligroso de lo que crees- suspiro-. Da igual, sube al coche, nos vamos.

Nos embarcamos de nuevo hacia nuestro destino, un destino que pilla por sorpresa tanto a Liam como a Hope.

{LIAM}

- No me suena este lugar, hay demasiado desierto. ¿Seguro que vamos bien?- le pregunto a Zeth.
- ¿Cuándo me he equivocado yo?- me pregunta y ruedo los ojos.
- Nunca, Don Perfecto nunca se equivoca. Espero que estés en lo cierto y llegemos pronto a Fort Detrick.
- No vamos a Fort Detrick- me dice y abro mucho los ojos.
- ¡¿Cómo?! ¡Tengo que ir allí! ¡Lo que necesito para que Andrew se recupere está allí! ¡Lo vi con mis propios ojos en la misión! ¡Allí hay tecnología demasiado avanzada que puede ayudarnos a todos, tanto para ayudar a mi hijo como para quitar a Michael del trono!- le digo alzando un poco la voz.
- Tú mismo fuiste el que dudó de que solo nosotros pudiéramos con todos aquellos correrores. Pues bien, vamos a buscar ayuda- me dice mientras el coche traquetea por el desigual terreno.
- ¿Ayuda? ¿Ayuda de quién?- le pregunto entrecerrando los ojos.
- Hemos llegado- sonríe Zeth parando el coche.
- Papá... ¿qué es esto?- pregunta Hope.
Entonces miro hacia delante y lo que veo me deja sin palabras.
Salgo del coche, al igual que los otros dos, y los sigo hasta un barranco en el que miles de zetas gimen al vernos. Seguido de este barranco hay otro un poco más lejos con más zombis pero estos se mueven más rápido.
- ¿A qué estamos esperando?- pregunto.
- A ellos... vendrán pronto...- murmura Zeth.
- ¿Quiénes son ellos?
- ¿No has oído hablar nunca de los cuatro jinetes del apocalipsis...?

Apocalipsis Zeta - Parte 6: Los Cuatro Jinetes Del ApocalipisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora