Capítulo 8: Iluminación de Buda.
La iluminación no es fácil, sin embargo, no importa cuán difícil sea, sino el dolor que conlleva quitarse la venda y admirar la verdad.
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Nadie tiene una vida fácil. Sin embargo, tú decides qué tanto te afecta los problemas en ti, y también de qué manera sigues adelante.
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La humanidad no conoce sus límites, nunca ha querido reconocerlos, el simple hecho de pensar que alguien o algo sea superior o diferente a ellos los asusta, los aterra, les causa un pavor increíblemente grande. Yo lo descubrí hace mucho, mucho tiempo. Cuando apenas era un niño y muchos otros me rodeaban y giraban alrededor, jugando, gritando, riendo, divirtiéndose; pero no conmigo... jamás conmigo...
...Sino de mí...
Burlándose, golpeándome, insultándome, empujándome para levantarme después y volverme a tirar.
Un círculo vicioso.
Pero no culpaba a esos niños, culpaba a sus padres, pues eran ellos quienes eran los responsables de la educación en su casa. Si les enseñaban a odiar, ellos odiaban; si les enseñaban a robar, ellos robaban; si les enseñaban a agredir por ser diferentes... pues la historia nunca podría acabar bien...
— ¡Basura!
— ¡Raro!
— ¡Escoria! ¡No entiendo, ¿por qué tenías que hacer?, eres un estorbo!
— ¡Ay miren! ¡Quiere llorar, quiere llorar, quiere llorar!
— ¡Bien merecido te lo tienes, mariquita!
— ¿Que no eres hombre? ¡Maldita sea, aguántate!
Porque los niños no nacían sabiendo sobre el machismo, sobre las malas palabras, sobre el odio y el rencor, a burlarse, a degradar a otros, no, los niños no nacían sabiendo eso, ellos crecían con eso.
Y era por eso que los odiaba.
Ellos copiaban exactamente lo que hacían y decían sus padres. Como cuando me miraban feo y comenzaban a insultarme creyendo que yo no los oía; como cuando me pasaban trayendo mis cosas para luego disculparse hipócritamente y luego irse, sin hacer el amago de ayudarme; como cuando iba a quejarme con los maestros quienes apenas y me volteaban a ver, creyendo que sólo quería llamar a atención de todos, entre ellos la de mis padres... otros bastardos...
Como cuando todos me daban la espalda...
— ¡Ya basta, bola de ineptos!
O casi todos...
— ¿Que no saben que hacer eso está mal? ¡Ya déjenlo en paz! ¡Él no les ha hecho nada!
Esa fue la primera vez que distinguí una luz al final del camino... la primera vez que alguien me tendió una mano en ese frío y maldito mundo...
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Cuando ya no se puede esperar más
FanficCuando ya no se puede esperar más Cuando el amor ya no es suficiente para aferrarse al dolor, lo mejor es dejarlo ir. Porque el dolor es también una sensación que nos hace saber que estamos vivos, pero procura no enamorarte de él, después de todo, h...