Capítulo 10. Prophetarum.
In oraculis somniorum.
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Las personas que podían comunicarse con otros mundos paralélos, en la antigüedad fueron llamados profetas.
[Escrito ilegible]
A veces, no era ver hacía adelante, si no a los costados. Imagina que tu "yo" de este mundo puede comunicarse con el "yo" de otro, uno donde es completamente distinto del que tú provienes. Entonces se convierten en sueños, y los sueños, en ideas. Se escriben libros, se crean películas, surgen leyendas. Conocimientos de otros mundos de los que no tenías idea comienzan a aparecer en tu cabeza, y, entonces, evolucionamos, generamos cosas nuevas, renovamos las viejas. Miles de personas que crearon escritos que fueron trascendentales vienen de esos sueños proféticos.
Quién sabe, tal vez incluso tú y yo ya nos hemos comunicado con el yo de otros mundos.
—Extracto del Diario de [letra ilegible]. Encontrado por Marinette.
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—¿Y ahora qué se supone que haremos?
—Bueno, quedarse en el Río Sena a esperar un resfriado o una infección no es una opción.
—Tu sentido del humor es excelso, dime, ¿en otra dimensión fuiste un comediante?
—Es una excelente pregunta, dímelo tú. Al parecer eres la que tiene más experiencia en esto de los "viajes inter-dimensionales".
Marinette fulminó con la mirada a su contraparte, deseando que alguien le dijera qué había hecho mal en esta vida como para que le hubiese pasado esto. Estar en un callejón oscuro de un barrio de mala muerte en el París de otro universo, mojada con las aguas sucias del Río Sena, con frío y hambre, sin un lugar al donde poder ir y un tobillo inflamado...
¿Qué diablos había hecho en su vida pasada para que le pase esto?
¿Saben qué? Es mejor no saberlo.
—Ven, sé a dónde podemos ir.
Mario tomó por sorpresa a Marinette cuando se arrodillo delante de ella enseñando su espalda. Ella quería negarse, pero la punzada en su pie le hizo reconsiderarlo. Un tímido "gracias" salió de sus labios antes de pasar sus brazos por sus hombros y esperar a que Mario le sujetara de las piernas para evitar que cayera. Él no dijo nada, pero la sonrisa que ella vio en el perfil de su rostro le dijo que la había escuchado.
—¿Sabes? —el de cabello azul comenzó a caminar una vez que sintió que la chica estaba cómoda y estable en su espalda, ella soltó un murmullo para hacerle saber que lo estaba escuchando—, fue muy valiente de tu parte haber salvado a ese niño aun cuando no estabas transformada.
La futura diseñadora abrió la boca por la sorpresa y la vergüenza, ¿la vio? ¿No estaba conteniendo al akuma en lo que ella le daba unas galletas a Tikki?
—No hice nada para agradecer, realmente, era mi deber. Si no hacía algo, esa niña hubiese terminado con algo peor que un tobillo dislocado.
—No, no lo era— Mario volteó a verla de reojo—, esta es mi ciudad, mi dimensión. Soy yo el que debe cuidar este lugar, si no hubiese sido por ti, esa niña hubiese...
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Cuando ya no se puede esperar más
Fiksi PenggemarCuando ya no se puede esperar más Cuando el amor ya no es suficiente para aferrarse al dolor, lo mejor es dejarlo ir. Porque el dolor es también una sensación que nos hace saber que estamos vivos, pero procura no enamorarte de él, después de todo, h...