A knife & a crossbow [Daryl Dixon y Tú]

~Capítulo 5~

El resto del camino lo pasamos en silencio, aunque tengo la sensación de que algo ha cambiado, de que Daryl ya no me ve como si fuera una niña indefensa si no como una superviviente más, un ambiente de tensión se ciñe sobre nosotros mientras caminamos hacia el campamento. Mientras caminamos, intento encontrar un tema de conversación que pueda arrancarle más de dos palabras a Daryl, pero el contesta con monosílabos o gruñidos a cada pregunta que le hago y acabo por rendirme.

-¿Donde has aprendido a cazar?-Pregunta Daryl. Me sobresalto, sorprendida de su intento de mantener una conversación.-No creo que hayas aprendido a hacer trampas tan complicadas tu sola.- Dice con la mirada clavada en los árboles, alerta del peligro.

-En realidad, me enseñó mi hermano cuando eramos más pequeños. A él le encantaba la caza y como crecimos cerca de un bosque, solíamos ir allí por las tardes, cuándo mi madre se iba a trabajar y nos dejaba con nuestra abuela. Ella no estaba muy cuerda por aquel entonces, así que nos escapábamos y nos entreteníamos cazando animales para luego soltarlos.-Contesto con una sonrisa en la cara. Aquel recuerdo era uno de los más felices de mi infancia. Él asiente y deja caer el animal en el suelo, mirándome.

-Descansemos un rato.-Se sienta y apoya la espalda en el tronco de un árbol, señala con la cabeza mi herida.- No creo que sea bueno que fuerces tanto la pierna un día antes de irnos, te necesitamos para que nos guíes a la prisión.

-Estoy bien, a penas me duele. Puedo seguir caminando. Creo que falta menos de media hora para llegar al campamento si seguimos a este ritmo.-Daryl resopla descontento.-A no ser que estés cansado...-Añado con una sonrisa en la cara. Él se levanta de un salto y se vuelve a cargar el animal sobre los hombros.

-Idiota...no estoy cansado. Como mañana no seas capaz de caminar no esperes que te ayude.-Contesta. Creo ver una pequeña sonrisa que se desvanece en un instante.

Después de unas dos horas, Daryl y yo llegamos al campamento, agotados. Rick nos mira mientras se acerca decido, visiblemente asombrado de la cantidad de comida que hemos conseguido. Yo me acerco a él y le tiendo la cuerda donde tengo colgados todos los conejos, mientras que Daryl deja caer el venado en el suelo y se dirige a su tienda, sin mirar atrás.

-¿Que ha pasado?No parece de tan mal humor como para ni siquiera saludar.-Pregunta Rick sin apartarle la mirada mientras se marcha, con una sonrisa en la cara.

-Simplemente estará cansado, cuándo lo encontré en el bosque ya llevaba el animal en la espalda. Debe haberlo cargado bastante tiempo.-Miento. No estoy muy segura de por qué no le he dicho a Rick que yo maté al animal, pero la cara de Daryl y su inesperada "huida" hacia su tienda, indican que estaba avergonzado de que yo le hubiera robado la presa, y, sinceramente, no me apetece tener a Daryl Dixon como enemigo.

Rick asiente preocupado y le ayudo a cargar nuestra cena a la hoguera. Todos los miembros del grupo han guardado ya sus pertenencias, dejando solamente visibles las tiendas de campañas en las que dormiremos esta noche por última vez, y se sientan alrededor de la hoguera, hambrientos. Alguien se ha molestado en descolgar la ropa mojada que dejé secando en el tendedero improvisado esta mañana y lo ha doblado al lado de mi mochila, junto a mis cuchillos y mi revólver.

-Todas tus cosas están preparadas.-Dice Beth en un susurro mientras pasa por mi lado.-Espero que no te importe que las haya tocado...solo quería ayudar.

-Muchas gracias Beth, eres muy amable.-Le digo sonriente. Se puede notar perfectamente la buena educación que han recibido las hijas de Hershel, Beth es una buena chica e intenta ayudar con todo lo que puede así que, dejando de lado que odio que toquen mis cosas, le doy un abrazo en forma de agradecimiento.-Ven, vamos a comer. Daryl y yo hemos traído mucha comida.- Ella asiente y nos dirigimos juntas hacia la hoguera, donde todos están sentados, repasando que tienen todo guardado.