Capítulo 10.

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- ¿Kyle ~?

Una voz femenina había sacado de los cielos el pensamiento tan nostálgico que el teñido había comenzado a tener, divagando entre recuerdos, aquella voz tan suave lo había sacado de golpe, un golpe directo en su rostro. Agitó la cabeza, como si de verdad, aquello hubiese pasado; su mirada se dirigió a su pareja, Meghan lo había estado llamando desde hace unos segundos, aunque la escuchaba, no le prestaba atención.

- ¿Eh?, ¿pasa algo? -, preguntó de manera somnolienta.
- ¿No me estabas escuchando?, te decía que... ¡Vamos a comer fuera!

Meghan estaba preocupada por la situación tan distraída que Kyle había comenzado a mostrar. Ella sabía muchas cosas que tal vez no debió saber, sin embargo, ahí estaba, lo apoyaba en todo, fuera la situación que sea, aunque no siempre podía estar de acuerdo.
Muchos días, Kyle podía estar de un ánimo deprimido, y, aunque la albina no era ninguna especialista, sabía que su novio, algo quería decir, como también sabía que a ella jamás se lo contaría, distraerlo un poco de su propia distracción era un buen paso, animada y algo emocionada, tomó ambas manos contrarias y comenzó a caminar fuera de su casa.

- ¡Hoy yo invito! Iremos a tu lugar favorito, ¿vale?

El chico sólo podía asentir con la cabeza mientras era arrastrado por su pareja, una pequeña sonrisa se formó en su rostro, era una buena chica, no la merecía. Siempre trataba de hacer algo para atraer su atención, conciertos, juegos, comida, actividades, o simplemente estaba ahí, junto a él. Kyle era muy estúpido, aceptaba que era un completo idiota, mientras que frente a su cara, se encontraba con la persona que quería su completa felicidad, él siempre veía a sus espaldas, Johnnie nunca fue una persona fácil de olvidar.
Hace tiempo, no ha tenido contacto con el azabache, ¿debía preguntar tan siquiera? Lo último que supo, era que vendría a Ohio para hablar, pero jamás se atrevió a llamarle de vuelta para cuestionarle de aquello. ¿Realmente vendría? No debía saberlo... Pero quería.

Meghan fue rápida, su boca no paraba de hablar, sus labios de movían, a veces rápido, a veces lento, otras veces sólo permanecían separados, ya sea en una sonrisa o en un simple gesto inconsistente. Era linda, su cara era linda, su cabello, a pesar de estar teñido la mayor parte del tiempo, era suave, olía bien. No podía decir que estaba enamorado, porque no lo estaba. Había estado usando a la chica para alejar sus propios pensamientos tan egoístas de encima.
Lo mismo con Johnnie, Alex era una gran chica, teniendo una personalidad tan amigable y divertida, tuvo que fijarse en un chico como lo era el azabache.
Ambos utilizaban a aquellas chicas como un escape, pero odiaban admitirlo, de dañaban a sí mismos.

Cuando por fin habían llegado al dichoso lugar, Kyle tardó en alzar la mirada, hace tiempo que no recorría aquella calle, mucho menos aquel local. El teñido apenas hablaba de sí mismo, pero Meghan lo conocía bien, a pesar del tan poco tiempo que ambos habían estado saliendo, lo agradecía bastante. Pero le traía malos recuerdos.
Ambos entraron, la mirada del chico se fue directamente a inspeccionar el lugar por los adentros: personas, adornos, menú, mesas, ventanas, todo. No había escuchado las últimas palabras que su novia le dedicó, su mente de había despejado, por fin. No había pensamiento alguno, simplemente estaba en blanco, estaba en paz.
Sintió un jalón en una de sus manos, para cuando volteó, su expresión era una tan neutra, que él mismo se sorprendió.
Meghan de encontraba hablando, emocionada, con una chica de rojos cabellos y claros ojos, sin embargo, eso no fue lo que sacó aquel latido tan acelerado a su corazón. Justamente, frente a él, estaba el azabache que tanto amaba, pero que también odiaba.

En un lugar como ese, no se hubiese sorprendido, pero lo hizo. Aunque los latidos de su corazón estaban descontrolados, su respiración se mantenía firme.

- ¡Kyle!, ella es Alex. Una amiga de la anterior escuela en L.A., Alex, él es Kyle... ¡Mi novio!

La emoción con lo que lo decía lo hacía sentir enfermo, como si algo estuviera haciendo mal, como si todo lo que había hecho, era un error. Lo sabía, pero ahora se lo estaba recalcando en la cara. Sin embargo, trató de verse bien emocionalmente.

- ¡Hey, Alex! Es un gusto conocerte.~

No sabía exactamente cómo lo estaba haciendo, pero aquella sonrisa en su rostro se mantuvo hasta el momento que tuvo que agitar su mano para saludarla, su vista se fijó en los brillosos ojos de Meghan. Ella estaba contenta, él debía hacerlo por ella.
Johnnie no podía, la expresión en su rostro era nueva, estaba preocupado, triste de escuchar que su ex-novio tenía una novia, estaba decepcionado, pero consigo mismo. Bajó la mirada, resignado a no decir nada, pero sabía que eso no se podía quedar así.

"Llegamod hace un mes [...]", aquellas palabras entraron como bala a los oídos de Kyle, realmente había ido desde que le dijo, pero jamás mencionó nada más, ni siquiera le avisó ¿pero por qué... Por qué estaba tan molesto? No le importaba, no le debía importar ¿verdad?

- ¡Ah! Es cierto, él es Johnnie, mi novio.

Alex había presentado al azabache con mucho orgullo, una manera muy distinta a la que Meghan lo hizo con Kyle. Frunció suavemente el ceño. No quería ser descubierto.
Ya que ambos estaban parados frente a sí, supuso que debía hacerlo, después de todo, a Kyle le encantaba sufrir, y qué mejor manera que auto-destruirse de aquella tan sádica forma.
Extendió su mano hacia el chico, esbozando una forzada sonrisa en su acto.

- Un gusto Johnnie, ya lo sabes pero, soy Kyle -, por un momento lo vio como broma, pero lo había hecho.

Su acto tardó en ser correspondido, Johnnie había entendido a qué se refería, comprendía aquella indirecta tan directa. Si así lo quería, todo estaba claro. Estrechó su mano con la del más alto, asintiendo suavemente con la cabeza.
Ahora no eran ex-parejas, no eran ex-amigos, ni siquiera conocidos. Ahora eran extraños, que se encontraron por casualidad, eso eran ahora.

Beautiful lie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora