Prólogo (Parte 1)

483 16 0
                                    

El Santuario se encontraba en periodo de paz. Las guerras que libró Athena junto a sus fieles caballeros habían terminado. En los jardines del templo, la diosa de la guerra y la sabiduría se encontraba con un pequeño bebé que aún empezaba a caminar, le costaba pero lo seguía intentando. Quien pensaría que aquella tranquilidad se acabaría tan de repente al ingresar al recinto un poderoso cosmos. Inmediatamente Saori levanto al pequeño del suelo al identificar aquella agresiva energía.

- Con que aquí te escondidas Athena. No me llevo mucho tiempo encontrarte.

Con una inmensidad abrumante, el dios de la guerra Ares apareció en el Santuario dispuesto a cumplir con su objetivo.

- Has lo que quieras, pero no permitiré que destruyas la tierra. Primero tendrás que matarme.

El agresivo cosmos del dios asusto al pequeño Koga, quien aún se encontraba en los brazos de Saori. Era tan horrible que lo abrumó por completo.

- ¿Qué es eso que tanto escondes Athena? No me digas que ahora me sellaras en un jarrón igual que lo hiciste con el emperador de los mares, Poseidon.

Con gran determinación, Ares descubrió que no se trataba de un jarrón, sino de un niño.
Con asombro sus recuerdos volvieron, transportandolo al instante en donde tuvo su primer enfrentamiento con Athena, el instante en el que encontraría el poder necesario para secuestrar a la diosa.

- ¡Ese niño!, ese niño es el que salvaste aquel día. Fue gracias a ti que recibió un cosmos terrible mientras yo obtuve a la bebé que me brindaría un cosmos tan poderoso para aumentar el mio. Aunque se convierta en un caballero nunca podrá dominar la oscuridad que hay en él.

- Ares este niño no representa ninguna amenaza para mi. Mientras no exista el odio en su corazón, jamás utilizará el cosmos de oscuridad.

- Tu compasión hacia la raza humana me enferma. Si no vienes con migo ¡Te llevare a la fuerza!

Lanzando un ataque voraz, Ares logró herir a Saori. Sin embargo, quien más herido estaba era Koga que, a pesar de no haber recibido el golpe directamente, tenia varias heridas provocadas por el impacto contra el suelo.

- Eres débil al igual que toda esa escoria a la que llamas caballeros. Ya que dijiste que primero tenia que matarte, te voy a complacer. Ahora ¡Muere!

Al igual que la luz, otra presencia se presento enseguida, pero esta vez para proteger a Athena recibiendo el daño en su lugar.

- Creo que el que va a morir es otro.

- ¿Pero qué? - al echarle un vistazo más de cerca, Ares se dio cuenta que se trata de un caballero, pero lo más asombroso es que se trata de una mujer - Ah ya veo esta es una de tus escorias, ya me preguntaba si eran tan cobardes para protegerte.

- ¡Sayaka! ¿Qué haces aquí? Deberías montar guardia en la casa de Virgo ¿Por qué has venido?

- Señorita Athena, es mi deber como el caballero de paloma protegerla a usted y a la tierra, aunque eso implique desobedecer un mandato suyo.

-Que conmovedor una rata tratando de proteger a otra rata, ahora entiendo porque quisiste quedarte con basura como la de su clase.

- ¡No vuelvas a insultar a la señorita Athena!

- ¡No lo hagas, solo eres un caballero de bronce, no quiero que tengas un destino peor que el mio!

- Ya es tarde señorita - Guiada por el deseo de proteger a Saori, Sayaka lanzo su ataque sin medir las consecuencias - ¡Ciclón cósmico!

- Debiste haber escuchado a Athena niña, ¡Desaparece!

Con gran fuerza Ares lanzo a Sayaka contra el suelo, sin duda le costaría trabajo levantarse. La oscuridad ya envolvía gran parte de su cuerpo, consumiendo cada vez más su cosmos.

- ¡Sayaka!

- No te preocupes ¡La siguiente eres tu! ¡Athena!

- ¡No lo creo! - con una velocidad inalcanzable Seiya logró detener el ataque brutal que acabaría con la vida de Saori.

- Vaya, pero miren quien ha aparecido, el caballero de pegado ahora ascendido a caballero dorado de sagitario.

- Sabia que vendrías, lo que no logro comprender es ¿por qué la quieres?

- La tierra se ha vuelto un lugar regido por el caos y la maldad, si consigo el poderoso cosmos de Athena reconstruiré este mundo para que no exista la obscuridad y sea un lugar sin sufrimientos.

- Aunque no lo creas, Athena es la diosa de la tierra y nosotros como sus caballeros la ayudaremos a protegerla de todos lo peligros que puedan dañarla.

- Entonces te eliminare junto a tu diosa y librare a la tierra de amenazas como ustedes.

- Intentalo, si es que puedes.

- No lo hagas, Seiya - Aún débil por el ataque, Sayaka intenta levantarse - No subestimes su poder. Desde que Ares se llevo a aquella bebé impregnada con el cosmos de la señorita Athena, su poder ha logrado incrementarse considerablemente. Yo misma lo he comprobado.

- No te preocupes por mi, aunque llegue a morir protegeré a Saori sin importar que.

- Seiya...

- Sayaka, llevate a Saori y a Koga al templo del Patriarca, no te preocupes por las 12 casas el paso se te concederá hasta que llegues ahí. Protégela hasta que yo este con ella.

- De acuerdo.

- ¡No lo voy a permitir! - con gran furia Ares intenta llevarse a Saori pero es detenido por Seiya.

- Ya te lo dije, como caballero de Athena no dejaré que nada la dañe.

- ¡Maldito!

- ¡Maldito!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Curiosidades:

• Ares es considerado el dios Marte en la cultura romana. Por eso yo decidí dejarlo con su nombre en griego.

Saint Seiya Omega: El legado de SayakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora