Dos almas, un lazo

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Al entrar al Santuario, aquella sensación que tanto confundía a Koga iba incrementando conforme se adentraban al lugar. Era como si esperara algo. El problema es que no sabía que.

— Koga regresaste — dijo alguien mientras se acercaba a ellos.

— ¡Yuna! Cuanto tiempo — le respondió a la caballera del águila.

— Edén, también estas aquí — comento alegre.

— Hola — le respondió cálidamente.

— Algo esta amenazando a la señorita Saori ¿cierto? — preguntó Koga.

— Si. Al parecer Saturno planea volver.

— Sus soldados ya han empezado a esparcirse — apuntó el santo de Orión.

— Si de camino a aquí tuve que lidiar con dos de ellos — dijo Yuna un tanto seria.

— Nosotros igual — le comento Koga aunque no quería contarle acerca de la misteriosa caballera.

— No sabemos qué es lo que tienen planeado, pero pase lo que pase, nosotros lucharemos por el amor y la paz de la tierra — afirmo Yuna con decisión.

— Oye ¿dónde están los demás? — pregunto el santo de pegaso.

— Soma y Ryūho se encuentran entrenando. Haruto fue a recolectar información por ordenes de Athena.

— Ya veo — dijo Koga — ¿Por qué no entrenamos también?

— No es mala idea — comento Edén.

— Tienes razón, pero no podremos hacerlo juntos — apunto la caballera.

— ¿Por qué no? — pregunto el santo de pegaso.

— Athena ha implementado una nueva estrategia de entrenamiento. Debemos combatir con diferentes caballeros de plata y bronce para acostumbrarnos a oponentes poderosos y poder aumentar las posibilidades de ganar — les dijo Yuna.

— De acuerdo, entonces ¿quién va primero? — pregunto Koga entusiasmado.

— Hagámoslo al piedra, papel o tijera — propuso Yuna.

— No veo porque no — acepto Edén.

— El primero que pierda va primero.

— De seguro seras tu Koga.

— ¡Claro que no Yuna!

— De acuerdo ¡Piedra, papel o tijera! — gritaron todos a la vez.

Efectivamente Koga perdió primero. Aunque no le gustaba ir de primero sabia que era por el bien de la tierra. Al llegar al coliseo, Yuna y Edén se sentaron en los escalones para ver el espectáculo.

— ¿A qué hora regresaste, Koga? — le dijo alguien a sus espaldas mientras se alistaba.

— Shaina — saludo el caballero.

— ¿Vienes a entrenar?

— Si.

— Bien ya que estas aquí tu oponente sera ella — dijo Shaina mientras señalaba a una joven de pelo castaño oscuro — No te dejes vencer — le dijo mientras se alejaba.

— ¿Dejarme vencer?

— Si. Al parecer ella esta en el mismo nivel que tu — le respondió finalmente.

El combate dio inicio. Koga inicio tratando de atinarle a su oponente con varios golpes. Ella solo se defendía usando sus antebrazos. La máscara ocultaba toda clase de reacción, pero al parecer esos golpes solo le daban cosquillas.

Saint Seiya Omega: El legado de SayakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora