Descubrimiento impactante

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La mañana ya había llegado al Santuario y Koga se encontraba aun dormido en la casa de géminis. Parecía no tener ninguna intención de despertar. Hubiera seguido durmiendo de no haber sido por Yuna, que entro alarmada en el recinto de manera estrepitosa.

- No puedes ser - se lamentó la intrusa - ¡Koga, despierta de una vez!

- ¿Qué sucede Yuna? - le pregunto el mientras seguía adormitado.

- Kyoto desapareció.

- ¡¿Desapareció?! - dijo sorprendido mientras descubría que ella ya no se encontraba en cama.

Misteriosamente, la caballera se había esfumado del lugar sin dejar rastro alguno. Ambos no sabían el cómo pudo haber sucedido, pero sin duda debían encontrarla a toda costa. Inmediatamente salieron de la casa para encontrarse directamente con Ryūho.

- Koga, Yuna ¿qué fue lo que pasó? - pregunto serio.

- Kyoto ha desaparecido - respondió ella aun preocupada - No sabemos donde se encuentra, pero temo que Yue se la llevará cuando aun se encontraba inconsciente.

- No lo creo - respondió Koga - Yo estuve toda la noche a su lado. Si el hubiera logrado entrar seguramente me habría dado cuenta.

- Tienes razón, pero ¿dónde podrá estar? - se pregunto Yuna.

De repente escucharon una explosión que provenía del coliseo. Se podía notar desde donde estaban que se trataba de un enfrentamiento. Temiendo lo peor, el trio de caballeros se dirigió tan rápido como pudo hacia el lugar. Cuando finalmente estuvieron ahí, una inmensa nube de polvo cubrió todo el campo de batalla haciendo imposible ver lo que había en el.

- ¿Ya te cansaste? - oyeron preguntar a un sujeto que, al parecer se encontraba batallando con alguien mas.

- ¿Es broma? Apenas estamos calentando - contesto su rival al mismo tiempo que el polvo se disolvía en el aire, dejando ver de quienes se trataba en realidad. Aquellos dos no eran mas que Soma y Kyoto quienes trataban de entrenar con sus armaduras.

- Sabes que daré lo mejor de mi - desafío el - Así que no te limites.

- Ya veremos - acepto ella - ¿Listo para la segunda ronda?

- Claro que si - le contesto decidido mientras descubría a sus espectadores - ¿Ah? ¡Chicos! Hasta que aparecen - saludo el.

- Así que ya despertaste ¿eh? - bromeó Kyoto mientras giraba su cabeza hacia el - Si que tienes el sueño pesado.

- Kyoto ¿por qué te fuiste sin avisar? - quiso saber Koga.

- Bueno... Le pedí a Soma que me ayudara a entrenar un poco. La señorita Integra me dio permiso para hacerlo, ya que me vio mucho mejor - le contesto la caballera - Aunque quise avisarte también a ti, solo que seguías dormido.

- ¿En serio? - se pregunto mientras trataba de recordar ese momento.

- Bueno de cualquier forma, me alegra que estés bien - comentó Yuna con una gran sonrisa.

- Gracias por haberse preocupado de mi chicos - agradeció ella.

- No hay de que - le respondió Ryūho - De todas maneras, tu nos salvaste de Yue. Era lo menos que podíamos hacer.

Ella termino respondiéndole con una sonrisa.

De pronto, Kyoto se recordó de aquel caballero que vio encerrado. Sabia que se llamaba Subaru, pero no tenia idea de quien era en realidad. Fue entonces que decidió preguntarle a su queridos amigo.

- ¿Koga podemos hablar? - le pregunto ella.

- Claro - le respondió el.

Ambos se dirigieron a un campo desolado que estaba al lado del coliseo. Ciertamente ese lugar tenia la mejor vista del Santuario. Kyoto ya había estado allí junto con Koga hace mucho tiempo, cuando ella se sentía triste le encantaba mirar el paisaje para relajarse. De cierto modo, la hacia sentir tranquila y las brisas que iban y venían la llenaban totalmente de paz. Era casi como estar en los campos elíseos, pero sin entrar al inframundo. Cuando llegaron, ella se sentó en el pasto mirando aquella espectacular imagen. Él se acostó en el mismo, intentando descifrar que figuras formaban las nubes en el cielo.

- Se lo que hiciste - comento ella sin mover la mirada.

- ¿Qué cosa? - pregunto el un poco asustado.

- Aunque no lo creas, se que estuviste tomando mi mano cuando estuve inconsciente - le respondió.

- Ah, e-eso fue porque... Porque - dijo mientras se sonrojaba - Bueno pues...

- ¿Mmm? No te preocupes - le calmo Kyoto mientras reía - La verdad me tranquilizo mucho que estuvieras a mi lado. Sinceramente pensé que ya te habrías marchado hacia otro lugar.

- Me tuviste preocupado por mucho tiempo por eso nunca me fui de la habitación, además, si te llegaba a pasar algo pues... - dijo el sin completar, pensando lo que pudo haber ocurrido si no se hubiera quedado.

- Oye, el lado bueno es que no me paso nada malo - comento tratando de levantarle el animo - Así que no pienses cosas malas ¿entendido?

- De acuerdo - dijo Koga un poco mas sereno - Me siento más tranquilo sabiendo que lograste recuperarte.

- A mi también me tranquiliza - respondió Kyoto esbozando una sonrisa - A propósito ¿sabes de casualidad quién es Subaru?

- ¿Qué? - se sorprendió Koga al escuchar el nombre Subaru - ¿Cómo sabes de él?

- Bueno, cuando estuve inconsciente de alguna forma llegue a un lugar que se encontraba en plena tormenta de invierno. Escuche que alguien pedía ayuda así fui de inmediato con el - contó ella - Me dijo que Saturno lo encadeno ahí por que lo considera una amenaza. Intente ayudarle, pero el cuerpo no me respondió. Cuando desperté, supe que estaba en la casa de géminis - finalizo.

- Pero, eso es imposible - comento Koga - Después de la batalla contra Palas, Subaru se convirtió en el dios Saturno y jamas volvió a la tierra.

- Pues el Subaru que vi no era el dios Saturno - aseguro Kyoto - Lo se porque sabe acerca de las armaduras doradas, además me dijo que el era un caballero al igual que yo.

- Si eso es cierto, entonces Saturno realmente planea algo grande. Tal vez Subaru interfería en sus planes y es por eso que esta atrapado.

- Entonces debemos ir a salvarlo - le dijo su compañera - Quien sabe lo que le podría pasar en el futuro.

- No es tan fácil como piensas Kyoto. Aun no hay rastros de su paradero y los pocos saturnianos que hemos vencido tampoco nos dieron mucha información.

- Bueno en eso tienes razón - concluyo ella.

- No te desanimes. De seguro lo encontraremos tarde o temprano, eso te lo aseguro - le dijo el lleno de determinación.

De pronto su conversación se vio interrumpida por Edén quien al parecer venia buscando a Koga desde hace rato.

- Koga ¿qué has estado haciendo? Te busque por todas partes - comento aliviado el caballero.

- Bueno solo estaba conversando con Kyoto - le respondió - ¿Para qué me buscabas?

- Athena ha regresado de Palasvelda y me mando a llamarte - dijo por fin -Dice que es sumamente importante.

- Entendido. Gracias Edén.

- Yo que tu me doy prisa - se burlo el caballero mientras Koga empezaba a encaminarse hacia el templo de Athena.

- ¿Qué será lo que esta pasando? - se pregunto ella.

Aquella incertidumbre mantendría ocupada a Kyoto durante un largo tiempo. No estaba enterada de la estrecha relación que guardaban tanto Athena como pegaso y lo que aun no lograba averiguar era el paradero de la señorita Saori. Sabia que había viajado junto con Koga, pero después de perder la memoria perdió totalmente su paradero. No sabia como, pero la iba a localizar tarde o temprano.

 No sabia como, pero la iba a localizar tarde o temprano

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Saint Seiya Omega: El legado de SayakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora