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Nunca pensé que podía correr tan  rápido, lo bueno de estar en el mismo instituto es que puedo ubicar fácilmente los salones, corrí escaleras arriba y crucé por los pasillos hasta llegar al aula 2, que para mi sorpresa se encontraban los animales en la entrada, Max y Mike le secreteaban cosas a Anna, quien solo reía de manera burlona mirando hacia distintos lados e ignorando el ruido sobresaliente del aula, las risas cesaron cuando me vieron, dude un momento si de verdad quería entrar, pero tenía que hacerlo ya que era el primer día y no podía empezar así, a lo que caminaba lento e inseguro mientras tres miradas me analizaban, evité el contacto mirando al piso y pasando delante, hasta que Mike me dio un golpe en la cabeza por lo que casi tropiezo y aumentando la risa de Max y Anna, pareciera que se pusieron de acuerdo para lanzarme una vista de muerte, justo cuando pensé que lo habían olvidado.
-Buenos días alumnos- saludó un profesor entrando al aula junto con el trío de animales y el ruido cesó, yo me senté en la última fila sólo para pasar desapercibido.
Es horrible cuando en los primeros días de clase te obligan a presentarte ante el grupo, "Nombre, edad y gustos", "Nathan Wood, 16, dibujo" demasiado aburrido, o al menos eso pensé hasta que la directora irrumpió en el aula.
-Buenos días alumnos, vengo a informar que tenemos un nuevo alumno, preséntate por favor-
Junto a ella apareció de nuevo ese chico del auto y los libros, ¡Por qué el universo se pone en mi contra!
-Ethan Hunter, 16 años, me gusta viajar- dijo saludando, lo único que veía era a las chicas babeando.
-Espero que lo traten con el debido respeto-finalizó la directora para volver a su oficina.
-Puedes sentarte ahí, Ethan- dijo el maestro, por suerte se ubicaba por algunas filas delante de mi asiento, él asintió y se dispuso a ir a su lugar, apenas giró la cabeza y me reconoció a lo que me dedicó una sonrisa que más que amistosa, se veía seductora al igual que su mirada por lo que me ruboricé un poco y acto seguido miré hacia mi pupitre, conteniendo la respiración y evitando el contacto a toda costa, lo más complicado era que este chico, Ethan al parecer, no dejaba de mirarme volteando la cabeza por encima de su hombro, mientras que yo solo fingía que dibujaba, me siento tan avergonzado que lo único que deseo en este momento es que se termine esta clase...

Lo Prometo...Where stories live. Discover now