. . .

20 0 3
                                    

Termina otro aburrido día de clases, como siempre, Ethan no dejaba de verme volteándose de su asiento sin importarle las llamadas de atención de los profesores, Max fue suspendido por unos cuantos días lo cual me alegra demasiado, solo tengo que preocuparme por Mike...
Tomo unos libros de mi locker y me alisto para irme, al voltear pude ver una figura recargándose en el otro extremo, esos tenis de botín me aseguraban que era Ethan, giré los ojos y me fui lo más rápido y discreto que pude cruzando por los pasillos hasta llegar al área de academias artísticas, en realidad, nunca había pasado por estos salones, continúe caminando hasta toparme con un salón que logró captar mi atención emanando una música que iluminaba todo el pasillo, reconocí la canción con apenas acercarme unos pasos, "Radioactive" de Imagine Dragons, aunque no sea la más nueva, siempre es algo increíble escucharla, me asomé lentamente para llenar mi vista de un enorme salón repleto de espejos por la pared delantera, piso de madera y paredes amarillo pastel que combinaban con la elegancia del lugar, y una pequeña figura haciendo movimientos hábiles con sus pies, creando finas ondas que recorrían alrededor de todo su delgado cuerpo, mirándose directamente a los ojos a través del espejo, con seguridad y sensibilidad, adoptando expresiones que reflejaban dolor y pasión, era Anna, quien se movía girando alrededor de toda la madera, moviéndose al ritmo como si se supiera cada parte de la canción, cada cambio, cada sonido, como si fuera magia, no sé cuánto tiempo pasó pero un escalofrío recorrió mi cuerpo lo que me advirtió que era hora de irse, di media vuelta y la dejé con su espectáculo individual.
Estando a punto de cruzar la salida sentí unos brazos rodeándome por detrás causando un pequeño empuje, con solo ver las mangas de su chaqueta, supe exactamente qué era Ethan.
-Con que te gusta espiar a las chicas, ¿verdad, Angioletto?- dijo apoyando su barbilla sobre mi hombro, ¿Acaso me está acosando este tipo?
-¿Y tú me estás siguiendo?- pregunté en voz baja un poco desconcertado mirando hacia el suelo y jugando con las largas mangas de mi suéter.
-Quiero aprender a vivir como ustedes- dijo con una sonrisa de entusiasmo.
¿Vivir como nosotros? ¿A que se refiere con eso? A pesar de mi confusión, ver su mirada brillante de perrito esperando a su dueño me hacía sentir un nudo en la garganta y sonrojar muy notablemente. No dejaba de mirarme esperando a dar unos pasos para acompañarme a mi casa, suspiré con indiferencia y avancé, Ethan iba a mi lado en un modo protector ante todo, mientras caminábamos, me daba leves empujones para él tomar la parte de la acera por donde pasaban los autos, ignorando completamente mis miradas confundidas e intentos fallidos de cruzar solo por contradecirlo un poco...
Al ir en el metro hacía todos los esfuerzos posibles por no quedar dormido, mi cabeza caía varias veces y mis ojos se cerraban, Ethan estaba a mi lado revisando su celular, dando unos segundos de vista a cada parada que hacíamos para asegurar que no fuera la nuestra, como si nunca hubiera estado en un metro, pero más que eso, me intrigaba saber a quién le escribía con tanta atención, no porque estuviera celoso...tanto, más era la curiosidad por lo que intenté hacerme el dormido inclinándome sobre el.
-Es esta, vamos- escuché a modo se susurro lo que hizo que abriera los ojos de golpe, Ethan se levantaba y me hacía un gesto de que lo siguiera, ¿¡Me dormí!?, bueno, por su expresión serena creo que no se dio cuenta, caminamos unas calles más hasta llegar a mi casa, me acompañó hasta la entrada, cuando giré para despedirme él puso su brazo en la puerta bloqueándome el paso y me miró a los ojos.
-Nos vemos mañana- dijo inclinando su cabeza para alcanzar mis grandes ojos y regalándome una de esas medias sonrisas tan seductoras, cubrí el notable rubor en mis mejillas y desviando la mirada al suelo apenas pude decir.
-Ha-Hasta mañana-
En su camino antes de salir sacó su celular, giró un poco y comenzó a moverlo de atrás hacia adelante.
-Por cierto... Te ves tierno cuando duermes, Angioletto- ¡¡¿QUÉ?!!, ¿¡¡ADEMÁS DE DARSE CUENTA TOMÓ FOTOS!!?
Soltó una fuerte risa al observar mi cara de ira y confusión, guardó su celular y se fue...en serio...detesto a este tipo.

Lo Prometo...Where stories live. Discover now