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Ethan-

La fiesta era increíble, tanta música, luces y calidez, antes de poder hacer cualquier cosa unas chicas me arrastraron con ellas para hacerme preguntas, ¿De dónde vienes? ¿Tienes auto? ¿Puedes hablar italiano? Simplemente me sofocaban, veía a Nathan bebiendo solo, tenía tantas ganas de ir a abrazarlo...Poco después lo perdí de vista, ¡Carajo! Miraba a mis alrededores pero no lo encontraba, me despedí de las chicas para emprender una pequeña búsqueda para encontrarlo, cuando lo hice lo vi con Anna bailando como un loco, completamente borracho, cuando la chica me vio llegó entregándome a Nathan.
-Aquí está tu chico- leía sus labios para entender sus palabras, una vez entendí sólo le seguí el juego dándole las gracias... Maldición, ni siquiera puede caminar, lo levanté sobre mi hombro para llevarlo a su lugar favorito...espero no haya vomitado en el camino...una vez llegamos lo senté en su banca.
-Ahora entiendo porque no querías venir-
Es un malacopa...
-...Sí, ¿Y tú?-
-¿Yo qué?-
...
-...¿Quién te crees?...coqueteando...¡En mi cara!..-
Lo escuchaba con detenimiento, me estaba haciendo una escena de celos, para su comportamiento tan tímido e indiferente, me demostró que si le importo, no me podía contener a abrazarlo con fuerza, él se quedó inmovilizado.
-Tu mamá no te puede ver así, hoy duermes en mi casa...-

Que tierno, se durmió en mi auto, al llegar al estacionamiento llegó Bastian, abriendo las puertas del auto.
-Bienvenido señor.-
-Gracias, Bastian, ¿Y mis padres?-
-En Nueva York, volverán en tres días señor-
-Entendido, gracias- Decía mientras le daba las llaves del auto, acto seguido abrí la puerta para sacar a Nathan, ya que seguía muy dormido lo levanté para llevármelo, antes de entrar a casa le hice una seña de silencio a Bastian, indicándole que no le contara a mis padres.
Lo llevé escaleras arriba hasta entrar en mi habitación, lo lancé a mi cama para comenzar a buscar algo que ponerle, pequeños gemidos sonaron tras mi espalda, al voltear vi al pequeño Nathan intentando levantarse.
-E...than...¿Qué pasó?-
Peinaba mi cabello con mis dedos, es tan tierno que siento que podría mirarlo así toda la noche, caminé hasta sentarme junto a él con un pants en mano.
-Vamos a cambiarte...-
Al aceptar mi ayuda, comencé a quitarle la ropa sucia, comenzando por la sudadera, la camisa...el pantalón...a medida que sus prendas desaparecían, lucía cada vez más hermoso, exponiendo un blanco y delgado cuerpo, pasaba mis dedos por su piel, comprobando que es tan suave como la imaginé, un pequeño gemido salió de Nathan, quien al parecer está sensible gracias al alcohol, no decía ni una palabra, solo me miraba a los ojos con ese pequeño sonrojo en sus mejillas que tanto me fascina, no pude más y comencé a besarlo, aunque se sorprendió al principio, no me rechazó, continuamos por varios minutos hasta que tuvimos que separarnos por aire,
-Ethan...n-n...- nos acomodamos hasta quedar él debajo de mí, comencé a bajar hasta su pecho, el cual besaba he incluso mordía un poco, después continuaba hasta su estómago, hasta llegar a su entrepierna, Nathan tapaba su boca ocultando sus ruidosos gemidos, se veía tan tierno así, que me gustaría estar de ésta manera por siempre.
-E...Ethan...espe...ah- Dijo aún con su mano en la boca.
Subí para apartar su mano de su boca e inmovilizarla a su costado y plantar un suave beso en su labio inferior, volví a donde estaba y bajaba su ropa interior...No...Se si deba...su estado es terrible, más una vez sin su bóxer observé que el alcohol había hecho un efecto un tanto...peculiar, estaba duro...tal vez ni se dió cuenta e introdujeron algo en el vaso y por eso estaba tan sensible, ¿Y ahora, qué hago? Nathan me miró avergonzado sin saber qué hacer, lo miraba a los ojos mientras tomaba su miembro con la mano, al principio con movimientos suaves, después con rapidez, pero sin dejar de ver sus gestos de satisfacción, tan sonrojado por el alcohol, tan vulnerable y...hermoso, me encanta verlo así, comencé a besarlo, tocarlo...tristemente ese momento terminó en un profundo suspiro suyo, logré ver como sus ojos se cerraban lentamente, rápidamente lo mantuve despierto para ponerle las prendas prestadas y finalmente dejarlo dormir...tengo tanto que reflexionar, lo único que tengo claro en este momento es que lo quiero, quiero protegerlo, estar junto a él...me hace sentir...algo que no había sentido jamás...

Lo Prometo...Where stories live. Discover now