Y uno, dos, tres... El tiempo voló otra vez.
Cambiamos y no nos importó lo impactante que iba a ser.
Uno, dos, tres... Te miraste al espejo y te diste cuenta que todo está al revés.
Al revés de lo que imaginaste, al revés de lo que soñaste.
Tu pensaste tu vida a este punto sería más impresionante o por lo menos más interesante.
Y uno, dos, tres... Abriste los ojos y caíste en el hecho en el que los planes siempre serán planes, sueños serán sueños y la vida jamás evolucionara de eso.
Porque esas son tareas fáciles que hacemos.
Pero pensar, actuar y trabajar, son una historia diferente.
Uno, dos, tres... Estás aterrorizada porque no tienes absolutamente ni idea de qué hacer.
Ni planes, ni sueños ni metas,
No haz pensado, ni actuado, ni mucho menos trabajado.
Porque no supiste que el tiempo lo estabas malgastando.
Caminos separados tendremos que tomar y no se si te pueda dejar.
Uno, dos, tres... que el tiempo se detenga de una puta vez!
