Cap. III

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<<<Los ojos son aquellas puertas, que cuando logras abrirlas, dejarán perderte en un infinito lleno de secretos maravillosos.>>> (música de fondo en multimedia, espero les guste)
Me detuve con la mirada baja a mis pies, me sentía nerviosa por tan solo sentir esa mirada. De pronto sentí aquella mirada justo a unos centímetros tras de mí.
-Hola, me parece que ya es algo tarde para que estés caminando sola por aquí. ¿Me dejas acompañarte? Voy por un café de aquí a unas cuadras.
Me viré y allí estaba ella, con esa mirada que me hacía ponerme tan nerviosa. Respondí a su pregunta intentando soñar lo más tranquila.
-Esta... Bien, yo voy una cuadra más adelante de la cafetería.
Sonrío... Diablos...
Tenía una sonrisa tan perfecta, podría tener a las chicas o chicos que quisiera con tan solo esa mirada y esa sonrisa. Y para qué negarlo, era hermosa, ojos color chocolate, tez ligeramente morena, pero algo más oscura que la mía, cabello largo castaño, de complexión delgada.
Jamás la había visto en el instituto... Quizá porque siempre voy viendo a mis zapatos en vez de la gente.
Salí de mis pensamientos al escuchar su voz.
-Que modales los míos, te digo de acompañarte y ni me he presentado. Disculpa. Mi nombre es Julieth, Julieth Evans, un placer.- me tendió la mano.
Saqué mi mano del Sweater, se la dí.
-Mi nombre es Julie Moonligth...- una ligera sonrisa se dibujó en mi cara.
-Lindo nombre, Julie...- me miró a los ojos y sonrió.
Creo que me sonrojé... Siento recorrer calor en mis mejillas, sinceramente espero que no se note.
Salimos de ese momento, puesto que comenzó a caer nieve y caminamos en silencio hasta la cafetería. Ella me pidió acompañarla a tomar algo, además que no pensaba dejarme salir sola con tanta nieve, ya que según su magnífica mente, pensaba que el abominable hombre de las nieves podría llevarme...
-Aquí está tu chocolate caliente...- lo colocó en la mesa, para luego sentarse justo frente a mí.
-Gracias, enserio, no debías, no quería molestar...-dije, ya que no me dejo pagar lo mío.
-Vamos, es lo mínimo que puedo hacer como agradecimiento a que me acompañes... Además, me gusta tu compañía...- dijo eso último con ternura y con un leve sonrojo.
-Esta bien... Gracias...- le sonreí.
Me observó por unos segundos, y luego quizo decir algo, pero se retractó por un segundo y luego volvió a intentarlo.
-Yo... Te vi esta mañana, en el colegio... Mira, realmente siempre te veo, en la biblioteca, en las afueras del instituto, en la cafetería... Siempre me encuentro contigo... Jamás había logrado conectar con tu mirada, hasta hoy. Te voy a ser sincera, jamás me había imaginado encontrarte esta tarde. Y mira, estoy hablándote... Al fin sé quién eres chica misteriosa...
Tomó un sorbo de su café y me miro.
-¿Siempre?...siendo sincera... Jamás me había percatado de que me observaras... Bueno, nunca estoy consiente de mi alrededor... Pero hoy, por alguna rara forma lo estuve... Y fue que me di cuenta de eso...
Respondí con toda sinceridad. Ella bajo su cabeza.
-Si, siempre... Bueno, solo quería decir eso Julie...
Pasó un rato, entre platicando de música... De gustos, en pocas palabras nos conocimos un poco.
-Oye, te acompaño a casa... ¿Te parece?- preguntó con una sonrisa.
-Esta bien, me agrada la idea- le devolví la sonrisa.
Nos contrabajos caminando bajo la calmada noche y los copos de nieve que caían del cielo. Llegamos a la puerta de mi casa.
-Bueno Julieth... Llegamos, aquí es donde vivo...
-Linda casa, me gusta...- me miro.
Me miraba a los ojos... Y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro.
-Julie... Solo quería decir una última cosa...
-¿Si, que pasa?- dije mientras abría la puerta de la casa y encendía la luz que daba al jardín.
-Me pareces muy linda...- bajo la cabeza.
Oh... Por Batman... ¿Acaba de decir eso, enserio?...
-Yo... Julieth... Emmm... Vale, diré esto así, antes de arrepentirme... Pffff... Tú también me pareces linda...- lo último lo dije un tanto rápido, por lo cual ella se echó a reír.
-Jajaja, eres tan... Julie...- acaricio mi mejilla.
-Y tú tan Julieth...- le saque la lengua.
Lo admito... Me agradaba, me parecía linda y nos habíamos llevado bien... Fue bueno aceptar acompañarla a tomar un café...
-Bueno chica misteriosa, debo irme... Te parece si nos vemos mañana... ¿En el almuerzo?... Para conocernos más, ¡Ah!, y para que me muestres más música de la que te gusta, lo admito, tienes buen gusto.- me guiñó un ojo.
-Me parece bien... Llevo la música...
-Yo te invito el almuerzo. Sin peros.- intentaba contener su risa.
-Pues ya que...
-Bueno, hasta mañana Julie, un placer.
-Adiós Julieth, igualmente...
Me tomó la mano y la beso, luego se dió la vuelta y se fue.
Entre a casa, hacía bastante frío, encendí la calefacción y subí hasta mi habitación, raro, Chris y mamá aún no llegaban.
Decidí darme una ducha con agua caliente para luego hacer los pocos deberes que me habían mandado y finalmente leer un poco, y dormir.
Y casi así fue... Excepto de que en vez de leer me pregunté qué diablos era lo que había sucedido en aquella calle el día de hoy...
Solo sabía que no podía dejar de pensar en aquellos ojos color chocolate y esa sonrisa tan... Linda...

Julieth and JulieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora