Julieth and Julie

Cap. XIII

" y aquí vamos otra vez, te miro desde lejos venir a mi, mientras yo camino a ti, los nervios recorren mi cuerpo al ver lo hermosa que estás, las mariposas en mi estómago van en aumento y lo único que puedo hacer cuando por fin estoy frente a ti, mirándote directamente a los ojos con algo de timidez es sonreír... Porque es simple, no es necesario decir nada cuando estoy contigo, de miradas nos entendemos y tomando tu mano mi ser está completo..."
  Abrí lentamente la puerta sin hacer ruido alguno, Abi se encontraba de espaldas en su celular platicando con alguien, salí a paso lento, había entrado a las prisas después de lo sucedido, que mi ropa se me había olvidado tomarla.
Cuando logré llegar al closet, tome lo primero que encontré de todo lo necesario y corrí de nuevo a la ducha, claro, no sin tener el leve y pequeño detalle de pasarme a caer como unas cincuenta veces en un pequeño tramo... Pero soy Julie, ¿Qué esperaban?, soy un tanto torpe y muy despistada.
Una vez dentro en el baño, me vestí, me coloqué la toalla en la cabeza y salí. Me encontré con una Abi divertida esperando a ver qué iba a decir en mi defensa.
-Y... ¿bueno?... - dijo con una ceja alzada.
-Emmmm... ¿bueno de qué?- me senté en la cama para secar mi cabello y comenzar a peinarlo.
-No, nada...- miró a su celular y una sonrisa como la que pongo yo al ver bananas apareció en su cara.
-¿Quién es?... ¿es la chica con la que saliste el otro día?- la mire alzando las cejas.
-STOP- su cara comenzó a quedar roja- cállate- bajo su cabeza haciendo que su cabello rizado y largo tapara su rostro.
-¡Si es!- di un brinco a la cama quedando de pie en ella.- ¡Wuuuuuuuu! ¡A ABI LE GUSTA GABY!
La cara de mi hermana era de un color rojo casi intenso muy interesante; mis sospechas eran ciertas y esto solo lo comprobaba más.
Deje de saltar en la cama y me senté frente a ella con las piernas cruzadas.
-Así que... Gaby ¿Eh?- seguí fastidiándole.
-Si... Gab...- sus ojos se abrieron casi como dos platos para luego abalanzarse sobre mi a manera que yo no pudiese moverme y que yo respondiera a todo.- ¿Pero qué diablos?- su cara se mostraba divertida y su mirada era... "La Abi mirada" esa mirada que te dice " Te voy a estar jodiendo con esto por muuuucho tiempo. - ¿Quien te hizo esto?- movió un poco más el borde de mi blusa para dejar un poco más descubierta la marca.
- Y-yo... esto de...- mi cara comenzaba a arder.
-Ya, con eso me dijiste todo.- se rió- fue Jul, lo sé, es la única persona que se atrevería a hacerte eso... es obvio después de lo que vi en la cocina la otra vez...
-Calla boca... D-deja, no fue mi culpa...- ente era un momento en el que necesitaba con urgencia tener cabello largo... para cubrirme... pero pues eso me pasa por rebelde.
-Ajam... claro- volvió a reír.
Se quitó de encima mío y me dejo ser libre, se fue de mi habitación y yo estaba acostada mirando al techo mientras tarareaba una canción de Kansas hasta que me quede dormida.
No sé cuánto tiempo hacía que me había quedado dormida, llego el momento en que la misma pesadilla de siempre invadió mi sueño...
Me encontraba encerrada de nuevo en esa habitación, estaba sola, no veía nada ya que ni un solo rastro de luz entraba ahí, se sentía ese olor a humedad, era desagradable estar ahí, frío, oscuro, solitario, y lo peor sangre... Esta vez estaba callado, ni un solo grito de dolor o ayuda, era raro. De la nada comencé a escuchar esos pasos, diablos, el miedo comenzó a invadirme, cada vez estaban más cerca.
La puerta se abrió dejando entrar un leve rastro de luz al cuarto y lo vi... no podía ver su cara, pero si ese tatuaje, un tatuaje con una calavera... el mismo que se me hacía conocido de algún lado, pero no recordaba nunca de donde.
-¡Tráiganlo!- una sonrisa surgió en su rostro, podía sentirlo...- Te tengo una sorpresa, que se que te encantará.- me tomó del cabello y me tiró hasta la cama que se encontraba en una esquina de la habitación. Mis manos y pies se encontraban atados, además que una mordaza se encontraba en mi boca, no podía moverme, ni decir nada, sólo podía llorar.
Escuchaba esos quejidos, gritos y golpes... de pronto se asomaron por la puerta dos... cosas con una persona, esa persona era mi amigo... Jacob. Estaba lleno de sangre, con cortadas de cuchillo en su piel, y golpes por todos lados.
¿Jacob?... pero si él... murió hace un año en el accidente... ¿cómo es que...? No entendía nada, todas estas preguntas en mi cabeza, todo lo que estaba sucediendo.
El hombre del tatuaje lo tomó por el cabello y colocó un cuchillo en su cuello.
-Ahora le toca a él...- comenzó a oprimir un poco más el cuchillo en su cuello.- El dio su vida por ti, cuando realmente la que debió morir eras tú. Debiste morir ese día no el.- cortó el cuello de mi amigo.- Lo que le pasó a el... le pasara a todo aquel que intente protegerte, nosotros ya vamos por ti. Ahora... Tu morirás.- y la puerta de metal se cerró de un golpe.
Desperté asustada, sudando, quería vomitar, mi pulso estaba acelerado, mi respiración era entrecortada. El mismo sueño, con diferentes personas... ya hacía más de tres años con la misma pesadilla, me torturaban, me golpeaban, mataban a personas que conocí frente a mis ojos, me apuñalaban con cuchillos o me cortaban, me encerraban con cientos de cosas que odiaba, era horrible...
Me levante al baño a lavarme la cara con agua fría, e intentar calmarme. Me vi frente al espejo, estaba pálida, y ahí me di cuenta, tenía unas leves heridas en la mano comencé a examinarme, tenía cortadas y moretones por varias secciones de mi cuerpo , espalda, abdomen, muslos, costillas... y mis muñecas y tobillos estaban marcados como si realmente me hubiesen atado.
-¿Qué diablos?...- solo debe ser mi imaginación...cerré los ojos y volví a abrirlos, las marcas no estaban pero las cortadas de mis manos si.
Salí del baño para buscar mis pantuflas de perrito que s eme habían olvidado y el el suelo estaba de lo más helado. De pronto mi celular comenzó a sonar.
>>>Llamada entrante: Galleta🍪<<<
-Holi-dije aún con mi voz medió adormilada
-Hola bebé, oye, quería saber ¿si querías salir conmigo hoy?
-Claro, ¿A dónde iremos?- pregunté con curiosidad.
-Es sorpresa...- dijo divertida- Pasó por ti a las 7:00 de la noche.
-Vale, te veo al rato entonces...-dije emocionada.
- Sip, chao, debo hacer unas cosas, Te amo.- colgó.