Cap. XVI

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"Tus manos recorren el terciopelo de mi piel, derritiendome completamente por cada punto especial que aciertas y que solo tú sabes tocar... Tú alma y mi alma, juntas como una sola, tu cuerpo y mi cuerpo aumentando el calor en cada roce, en cada beso... Y es que, en esta habitación solo tu y yo sabemos lo que sucede, sucedió y sucederá cada vez que tus labios besen mi cuello y mis manos rocen tu espalda..." 

Había pasado más o menos 10 meses de aquella fecha especial en la que todo comenzó, Jul y yo nos encontrábamos de lo mejor en nuestra relación, claro durante esos meses, no puedo negar una que otra discusión que se dio. Abi y Gaby ya eran oficialmente pareja y se habían ido juntas a estudiar fuera del país, por lo cual no sabía mucho de ellas. Mi madre se había casado con su novio, se les veía tan felices juntos y eso me hacia feliz a mi, total, siempre lo quisimos como a un padre.

 Mi hermano se había graduado y junto con su novia comenzaron a rentar un departamento no muy lejos de aquí; sí, lo extrañaba de vez en cuando, pero me visitaba constantemente, lo suficiente como para no olvidarlo...

Fuera de eso, mi vida había cambiado bastante durante el tiempo que pasó, me encontraba terminando otro año escolar, Jul y yo salíamos bastante seguido, puesto que ella comenzó a trabajar de medio tiempo en una florería cerca de su casa, así como yo obtuve un empleo de medio tiempo en aquella cafetería donde ella y yo charlamos por primera vez...

Me encontraba en mi fin de turno sirviendo unos chocolates calientes a una pareja que acababa casi de llegar, se veían muy bien juntos, y se me hizo inevitable pensar en que justo en esa misma mesa fue cuando Jul y yo nos comenzamos a conocer más a fondo. Me dieron las gracias por los chocolates y les devolví la sonrisa, unos segundos después escuche la campana de la puerta sonar y vi a Jul entrando para irnos juntas a mi casa, ya que mis padres se encontraban de luna de miel viajando por Inglaterra; y Jul se ofreció a cuidar de mi mientras ellos se encontraban ausentes por los siguientes dos meses y medio.

Se acercó a la barra me sonrió y me dijo:

-Hola Hermosa, no es por apresurarte, pero ya es hora de tu salida y debemos ir a casa antes de que comience a llover.- Dijo esto ultimo señalando por la ventana el cielo gris que se encontraba cubriendo la ciudad.

-Está bien, solo deja me cambio y le aviso a Liss y a Carlos.- Le sonreí.

Caminé hasta la oficina de Carlos, se había vuelto un buen amigo, era mi jefe y lo quería como a un abuelo, ya que el me quería como a una nieta... pero ese amor surgió desde el día que nos conocimos el y yo en un supermercado y yo lo ayude con las compras, desde entonces somos algo inseparables.

-Hola, puedo pasar?- dije asomando mi cabeza por la puerta.

-Claro hija, pasa, adelante, necesitas algo?- Me dijo sonriendo.

-Oh, no realmente, solo vengo a avisarte que ya debo irme-  dije esto ya completamente dentro de la oficina.

-Oh claro!, ya ha llegado Jul por ti?- Dijo algo preocupado porque ella aun no hubiese llegado y tuviera que irme sola.

-Si, ella está en la barra esperandome- Le sonreí.

-Esta bien, eso me tranquiliza, entonces nos vemos mañana temprano.- se despidió.

Después de avisarle a Liss me fuí con Jul caminando a casa, nos encontrabamos mirando el cielo tomadas de la mano, viendo si el sol asomaba en algún momento, pero en vez de eso, una llovizna comenzó a caer, volviéndose más fuerte cada vez, haciendo que Jul y yo corrieramos a casa. 

Entramos y estabamos empapadas, nos quitamos los zapatos y los calcetines y subimos a mi habitación por toallas para secarnos.

-Déjame seco tu cabello- dijo Jul tomando una toalla y secando mi cabello.-Deberías cambiar tu ropa, no quiero que enfermes.

Julieth and JulieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora