Uh, al fin está el capítulo nuevo aquí (después de un mes flojeando muchísimo). En realidad no tengo excusa para explicar por qué he tardado tanto (excepto la vagueza, pero claro eso no es excusa xD) así que simplemente espero que me hayan esperado y deciros que... Ya una vez escribo el primero, recupero el rumbo. Quizá el siguiente llegue también un poco después del fin de semana porque tengo un pequeño viaje, pero vamos que estará listo semanalmente como hacía desde el principio. Espero que lo disfrutéis mucho y que no me guardéis mucho rencor por haber tardado tanto. ¡Saludos!
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No supo exactamente qué fue lo que le hizo moverse hacia allí, pero los escasos segundos que empleó para decidirse habrían dejado a cualquiera imaginar que conocía aquella casa como la palma de su mano, nada más lejos de la realidad. Miró primero a la derecha y se encontró con un pasillo que terminaba, alejado, en una puerta que lucía oscura y robusta. No alcanzaba reconocer más detalles, pero un rápido vistazo hacia la izquierda fue suficiente para impulsarla a ir hacia ese camino.
Antes incluso de comenzar a caminar con una simple mirada se podían distinguir algunas diferencias: el pasillo, más sobrio, no finalizaba en línea recta tal y como sucedía en el camino de la derecha, si no que volvía a girar una vez más. El miedo le helaba la sangre como si de un gélido soplo invernal se tratase, consiguiendo que se estremeciese a cada paso y evitase los oscuros ojos de las mujeres que plagaban las diferentes pinturas. Charlotte logró mantener el movimiento de sus pies ajeno al terror de su corazón y pudo sentirse orgullosa de sí misma durante los breves segundos de recorrido que le quedaban por delante.
A punto de terminar el pasillo encontró una nueva esquina que la dirigía hacia la derecha, obligándola a desechar las dos últimas puertas que había tras el desviamiento, si es que quería seguir caminando. Charlotte no le dio demasiada importancia pues en realidad no pretendía entrar en ninguna habitación, más bien pretendía pisar cuanto antes todo el terreno posible de aquél lugar, como si así fuese a conocerlo mejor… Aunque le deprimía recordar que si ella en algún momento de su vida conseguía desenvolverse en aquella casa, Tilman estaría siempre un paso por delante de ella.
Intentó apartar aquellos pensamientos de su mente, aunque puede que no lo hubiese logrado de no ser por lo que encontraron sus ojos al girar la esquina.
Un pasillo corto, el más corto que había visto en toda la casa. Habría jurado que era también el más estrecho a pesar de que en su escaso recorrido no había ni un solo cuadro colgado; quizá por escasez de pinturas o quizá porque era demasiado pequeño por sí mismo como para empequeñecerlo más cargándolo. Evidenciando la segunda opción Charlotte sólo vio una pequeña lámpara que teñía de escasa y lóbrega luz una puerta de metal que, aunque era evidentemente antigua difería en mucho con las demás respecto a resistencia, haciendo imposible el tan siquiera imaginar poder echarla abajo a la fuerza sin una llave o palanca que facilitara el proceso. La joven se quedó unos cuantos segundos frente a ella, inmóvil, sabiendo que ahí terminaba el trayecto. “¿Ya está?” fue lo primero que pensó, “¿tanta casa para esto?”
Se giró sobre sus talones dispuesta a deshacer el camino trazado con menos interés y más desasosiego anclado en su pecho, pero sus ansias por conocer lo desconocido inmovilizaron sus pies. Si ya había llegado hasta ahí merecía la pena intentar algo más o habría perdido el tiempo.
Volvió a encarar la puerta de metal, respirando fuertemente e intentando mantener sus nervios en el nivel más bajo que le era posible en aquellos instantes. Dio un corto paso mientras henchía el pecho y retenía el aire, a sabiendas de que tan sólo necesitaba alzar la mano un poco para rozar el pomo. Así lo hizo: su mano se cernió sobre un picaporte en forma de sirena labrada en cobre frío y rojizo. Retuvo el aliento unos segundos, deseando que la puerta estuviese cerrada y que, por tanto, tuviese la excusa perfecta para salir de allí sin sentir su orgullo herido.
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Los caminos de Charlotte
Mystery / ThrillerSiglo XVIII. La familia Wright se encuentra en quiebra, y la llegada de un misterioso conde parece ser la solución de todos sus problemas... Siempre y cuando Charlotte escoja el camino correcto. Participa en la historia, eligiendo al final de cada c...