All i want is give you all of me.

6. ¿Qué estoy haciendo?

Narración de Paula:
Desperté temprano en la mañana para prepararme para ir al colegio.
Después de ducharme busqué un atuendo cómodo. Me decidí por unos jeans azules, una blusa de mangas vino y unas zapatillas blancas; me peiné y tomé camino hacia la cocina.
Busqué un pedazo de papel y un lápiz y le dejé una nota a mi mamá:

«Buenos días. Hoy salgo al medio día, voy a comer con unos amigos; nos vemos luego.
-Paula. XX»
Tomé una manzana, busqué mi mochila y salí de la casa. Tomé mi bicicleta y me encaminé hacia el colegio.
Cuando llegué fui directo a la clase de química, allí se encontraba Melany.

—Hola—saludé sentándome en mi espacio correspondiente.

—Hola—estaba distante.

—¿Pasa algo?—no había nadie en el aula así que podíamos hablar libremente.

—Saliste con Max, ayer—me miró—. Te había dicho que...

—No voy a discutir por eso, él es mi amigo—interrumpí.

—Como sea—bufó—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú?

—Bien—tomó su celular y empezó a escribir—. Andrés me habló, me parece lindo—¿Andrés?—.

—¿De verdad?—pregunté con el mínimo interés posible.

—¿Qué te pasa? ¿Cuándo vas a dejar de ser así? Siempre que te cuento algo eres seca o cambias de tema, sólo te gusta hablar de ti. ¡Deja la envidia a un lado, eres mi amiga, no me puedes tener envidia!

—¿Pero qué cojones?—me va a escuchar—. ¿Envidia? ¿Por qué te tendría envidia? Tú...tú te andas metiendo con todos los muchachos que te encuentras—dije lo que hace mucho tiempo tenía guardado—.

—¿Me tienes envidia por los muchachos?—preguntó entre pequeñas risas.

—Para con esto. ¡No quiero pelear contigo!—golpeé mi mesa—. ¿Queda claro?

—Muy claro—se burló pero yo decidí ignorarla.

Poco a poco el salón se fue llenando para que así el profesor pudiese iniciar sus clases.

—¿Alguna pregunta?—preguntó colocando su libro en el escritorio. Todos respondimos al unísono que no teníamos dudas—. Pueden recoger sus cosas, ya casi salen al receso.

Sin mirar a Melany recogí mis cosas y las coloqué dentro de mi bulto. La verdad, sí tenias esas cosas que le dije guardadas pero no le tengo celos, es decir, ¿por qué le tendría celos? Es mi mejor amiga, punto. Me molesta su actitud, ella sabe que yo no tengo tanta suerte con los muchachos como ella pero...

El sonido del timbre interrumpió mis pensamientos. Me coloqué mi bolso en la espalda y salí del aula sin esperar a Melany. Me dirigí hacia mi casillero, allí guardé los libros y saqué lo que necesitaba para la siguiente materia.

—Paula—era su voz, la de Melany. Cerré de un portazo mi casillero y me giré para poder mirarla—. Perdón por ponerme así... Sabes que me altero muy fácil y...—suspiró—. Perdóname.

—Perdonada—sonreí.

Caminamos por los extensos pasillos del colegio hasta llegar al siguiente salón.
Pasaron los minutos, repetíamos las mismas acciones siempre: ir a los casilleros, caminar, comer y regresar a las aulas. Eso era nuestra rutina diaria.