15. Nos vemos, cariño.

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Narración de Paula:

Salí del centro comercial y me senté en unas bancas de madera. El viento soplaba fuertemente, revolvía mi cabello cada vez que soplaba. El cielo estaba nublado, parecía que iba a llover.

No pasó mucho tiempo hasta que Franklin me encontrara. Quería alejarme un poco de él, pero a la vez no. ¿Cómo lo explico? Estando con él la paso muy bien, conversamos, reímos, caminamos... puedo mirar su sonrisa y enamorarme un poco más, aunque no sé si eso es posible. Siento que él es mi alma gemela, siento que si llegamos a estar juntos no lo dejaría jamás.

—¿Me estás oyendo?—preguntó el chico por el cual muero de amor, Franklin.

—No—respondí observando ese hermoso gesto que hace cuanto estaba molesto.

—Te preguntaba que porqué te fuiste así de la tienda—iba a responder su pregunta pero él me interrumpió antes de que yo pudiera entonar una palabra—. ¿Sabes, Paula? A veces no te entiendo... hace rato estabas bien, estabas feliz viendo la ropa y de un momento a otro sales de la tienda sin decir nada, me acercó a ti y tú me ignoras; quiero saber qué pasa, quiero saber por qué te dan esos cambios repentinos. Tú eres muy importante para mí y me interesa estar bien contigo.

— Es que...— allí me encontraba yo, sentada junto al amor de mi vida, pensando si debía decirle cuánto me gustaba su sonrisa, cuánto me gustaba ver ese brillo en sus ojos, cuánto adoraba cada momento que pasaba con él, sabía que no era lo correcto. Existe la posibilidad de que si le digo todo lo que siento por él, nuestra amistad se arruine y ya no vuelva a ser como lo era antes, pero por otro lado, existe la posibilidad de que él sienta lo mismo por mí. Mi corazón insistía en decirle todo aquello que había guardado por más de siete años, pero mi cerebro me indicaba lo contrario.

—¿No piensas responder?—sonaba molesto, se le veía molesto; estaba molesto. Nunca lo había visto así antes.

—Perdóname, ¿si? La verdad es que estos días he tenido muchas cosas en la cabeza y me tienen nerviosa. Se acerca Navidad, tengo que comprar muchas cosas, estos con los papeles de la firma del departamento, estoy buscando un trabajo... Perdón, no quería molestarte—su gesto parecía suavizarse, quizá su enojo se estaba alejando.

—Está bien, perdón por no entenderte. Sabes que quiero saber todo lo que te pasa, siempre voy a estar a tu lado pase lo que pase. Paula...—colocó sus compras sobre el asiento de al lado y tomó mis manos, sentía su calor pasar sobre mis manos frías—. Eres muy importante para mí, quizá te parezca patético por que hace poco menos de tres meses nos conocemos verdaderamente y quizá deba conocerte más para decirte esto pero yo te quiero. Te quiero mucho, eres una amiga muy especial para mí, no sé qué haría sin ti, tú siempre estás para mí.

Lo amo. Lo amo, de verdad que lo hago. Mi amor por él es algo acendrado: es puro. Él es la clase de chico que cualquier chica quiere como novio. Es amable, caballeroso, divertido, único, hermoso... ¿Tendrá este chico algún defecto aparte de no ser mío?

—Fran, yo también te quiero y mucho—me limité a sólo decir eso. No quería explotar y decirle todo lo que sentía, aún no era el momento indicado.

Me soltó una mano para tomar una de sus bolsas y entregármela.

—¿Qué es esto?—pregunté abriendo la bolsa para ver la blusa de la tienda—. ¡Franklin, gracias!

—No es nada, te veías muy bonita.

— Déjame invitarte a algo... quizá un helado—exclamé tímida.

—¿Una banana split?—le encantan esos helados, no sé la razón. Me limité a asentir repetidamente con la cabeza.

En la heladería, ordené lo mismo que él y así pude entender porqué le gustan tanto esos helados.

All i want is give you all of me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora