All i want is give you all of me.

13. Perdóname.

En la mañana siguiente, me sentía un poco mejor.
Cuando desperté vi mi celular y noté que tenía varios mensajes.

Mensaje de Max:
¿Te parece si hacemos algo hoy?
PD: Buenos días.

Mensaje de Melany:
Te perdiste todo lo que pasó ayer. :o

Decidí responder el mensaje de Max.

Respuesta de Paula:
Hola, de acuerdo...

Hice la típica rutina de todos los días.

El reloj ya marcaba las once de la mañana y Max no había llegado.

Entré en la habitación de mi mamá y vi que estaba dormida, así que retrocedí.

Me senté en el sofá a ver alguna película o al menos algo que llamara mi atención. Cuando al fin me decidí, escuché la puerta sonar.

—¡Hola!—saludó alegremente.

—Hola.

Por mi parte, me sentía resentida con él. El hecho de que no me dijera que se iba a ir me dolió bastante.
Nos acomodamos en el sofá para poder conversar un rato.
Mientras él me contaba sobre algunas cosas que habían pasado ayer en el antro, yo solo lo miraba gesticular.

—¿Me estás escuchando?—seguí mirando su boca moverse—. ¿Paula?—llamó mi atención.

—¿Decías?

—¿Estabas poniéndome atención?—moví repetidamente mi cabeza en forma de negación—. ¿Te pasa algo?

—Es solo que estoy un poco dolida.

—¿Qué pasó? Si es porque no te dije con tiempo sobre mi vuelo y demás detalles... perdóname, no lo hice con intención simplemente quería decírtelo cuando me sintiera listo—suspiró con pesadez.

—No es solo por eso.

—¿Sucedió algo más anoche que yo no me haya dado cuenta?

—Sí—las palabras, los gestos, el dolor... regresaron a mi mente, reviviendo la escena que tuve en el antro con Franklin.

—Puedes contarme, sabes que me gustan los chismes—bromeó.

Le comenté un poco acerca de lo que sucedió en la noche, reviviendo los sentimientos de tristeza y desilusión que sentí aquel día.

—Eso fue lo que pasó—mis ojos se humedecieron.
Imaginen escuchar tales palabras salir de la boca de una persona tan apreciada para mí.

—«Supéralo. Lo hice porque no pensaba bien las cosas, ambas veces lo hice sólo por impulso; soy humano y cometo errores»—exclamó Max imitando la voz de Franklin.

—De verdad me sentí mal al escuchar todo eso. En serio me dolió bastante.

—Ay, querida, lo entiendo. Pero mira, hay demás chicos en el mundo. Búscate otro.

Eso no era exactamente lo que esperaba escuchar.
El tiempo fue avanzando y ya era hora de dirigirnos al aeropuerto. Decidí acompañarlo junto con mamá.
Al entrar al aeropuerto y sentir el aire frío, escuchar las personas hablar por teléfono, las rueditas de las maletas, los tacos de las azafatas... Sentí un nudo en mi estómago.
Acompañamos a Maxxie en todo el proceso por hacer, hasta que llegó el momento de despedirnos.

—Pau...—suspiró. Tomó mi brazo y me acercó hacia él, envolviéndome en un cálido abrazo—. En este poco tiempo te has convertido en una persona muy valiosa para mí, quiero que sepas que te quiero demasiado, he pasado muy buenos momentos contigo. Espero que vayas a visitarme de vez en cuando—apoyé mi cabeza en su abdomen evitando llorar—. Sabes que seguiremos siendo buenos amigos, nunca me voy a separar de ti, espero que sigamos hablando.