"Recuerdos de una infancia"

662 59 33
                                    

- ¡Ciel! -Gritaba una niña de cabellos castaños recogidos en dos coletitas y con ojos azules brillantes a su amigo. - ¡Mira, mira! ¡He encontrado una rana! ¡¿Puede que tenga un príncipe si la beso como en los cuentos?! -Gritó emocionada ante tal idea.

- ¡No, no tiene! -Negó él.

- ¿Por qué? -Preguntó la niña triste. Ella quería tener a su príncipe.

El niño no pude evitar sonrojarse.

-Porque yo seré tu príncipe cuando crezcamos. -La niña también se sonrojó, pero rápidamente elevó su dedo meñique.

Ciel la miró extrañado ante la acción.

-Entonces.... -Lo miró aún sonrojada. -¡Es una promesa!

El niño entrelazó su dedo meñique con la otra.

-Lo prometo. -Así es como los dos empezaron a quererse de otra manera más fuerte.

Los dos se dieron cuenta el día de su primer beso.

<<Ciel no me encontrará aquí>> Rio mentalmente al darse cuenta.

¿Que qué hacían este par de niños? Pues ya que los padres del Phantomhive los habían dejado solos en casa se pusieron a jugar al escondite.

- ¡Gurin! ¿¡Dónde estás?! -Preguntó el niño después de mirar debajo de la cama, aunque no encontró nada.

Se oyó la pequeña y dulce risita de Gurin en la habitación. <<Te encontré>> Fue lo primero que pensó para luego sonreír.

Se acercó lentamente a las persianas de su dormitorio y al abrirlas, ahí vio a la niña mirarle sorprendida.

-Te he vuelto ha encontrar. -Gurin hizo un puchero.

-Es que Ciel es muy bueno jugando...- Se quejó con un puchero.

Ciel suspiró y se puso a pensar en una forma de hacerla feliz. Hasta que una idea se le ocurrió.

-Gurin, ven, sígueme. -Ella asintió para que luego se cogieran de la mano.

Llegaron al cuarto de la pequeña, Ciel la hizo sentarse en el suelo. Más tarde apareció con una tiara de juguete que tenía la niña. Se la puso en la cabeza y sonrió.

-Cierra los ojos. -Eso hizo para notar una cosa extraña. Como algo rozando sus labios tímidamente.

Abrió poco a poco los ojos y vio que el chico había juntado sus labios con los suyos.

- ¿Ciel? -Preguntó cuando el otro se separó confusa.

-Solo estoy... extendiendo mi promesa... -La niña asintió algo sonrojada como el niño.

En estos momentos, ambos miraron sus manos, recordando su promesa para luego rozar suavemente sus labios, recordando su primer beso. Para terminar sonriendo a la vez.

-Joven amo, ¿sucede algo?- Le preguntó Sebastian a Ciel.

-No, nada importante. -Decidió seguir con sus cosas.

Su mayordomo sonrió, porque en realidad si sabía el que le pasaba. <<Mi joven amo se ha enamorado de Gurin-sama>> Su burlona sonrisa se hizo más notable.

-Entonces, si me disculpa. -Se excusó para dirigirse a la cocina y supervisar a los demás.

Con Gurin pasaba lo mismo. Cada vez que poco a poco recordaba su pasado, más se sonrojaba. <<¿Qué va a pasar a partir de ahora?>> Pensó sin saber el qué hacer.

Pasado muy presente (Ciel Phantomhive) [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora