Pasaba todo era algo casi especial empezar cada dia, rogaba a Dios para que no se terminarán tan rapido y es que con tanta alegría, es como si el tiempo se apresurará, los momentos eran unicos las festividades que hacia el colegio eran simplemente las mejores me las gozaba como un niño en navidad, eran mi vuelta a la niñez, muchos me tildaban de ridiculo pero eran las cosas que pensaba, las que me gustaba actuar, vivia en mi locura con mis locos amigos, que se convirtieron en hermanos, en alguna ocasión quisimos dar sorpresa al colegio, junto a el brayhan que estaba igual de loco a mi, pero unos locos cuerdos, se extrañaron toda la gente cuando al fondo del pasillo salian dos payasos con sus trajes pintorescos y particulares, muchos se preguntaban quien eran ese par de locos, a lo lejos dijeron es el canson del brayhan, con el japones, como siempre haciendo el oso en todo lugar, se nos acerco el psicologo del colegio, recuerdo tanto las palabras que nos dijo "oigan muchachos, gracias por esto, casi nadie se atreve a lo que ustedes han hecho hoy" la respuesta de nosotros fue "simplemente somos unos payasos enamorados de la vida" de alguna u otra manera ese pequeño gesto de compañerismo y alegria se lo gozo todo el colegio salesiano, y nos pusimos a hacer lo que hacen los payasos, "Payasadas" para la fiesta grande de los salesianos nuevamente nos volvimos a disfrazar, esta vez se animaron mas personajes al acto cultural que iniciamos con el brayhan, llegamos a bailar la champeta que por ese momento era la que estaba en sintonía "el serrucho" cuando el presentador de la fiesta llamo a la tarima a retar quien era capaz de bailar delante de todo el colegio, junto con el brayhan nos llenamos de valor y armamos un grupo de 8 personas que sin persarlo se animaron a bailar junto con nosotros, el lider del grupo al que llamamos los recochamboys era el brayhan junto con el japones, haciendo alusión a mi apodo, la gente no paraba de reir a carcajadas ante el mayor oso que pudimos hacer en nuestras vidas, eso a nosotros no nos importaba porque de una u otra manera todos disfrutaron aquel momento tan loco, gracias a ello me gané a los profesores, directivos y compañeros, logré ser lo que antes habia anhelado, ser popular entre la gente que me rodeaba, con la alegría eso fue esencial, aunque como ya he dicho antes no me gusta alardear mis logros, mi autoestima crecio llegué a narrar los partidos de interclases del colegio el coordinador al que llamabamos "sancocho" porque todo lo que hablaba lo reunia con otros temas y terminaba hablando de otra cosa, en pocas palabras armaba un revueltijo que terminaba siendo un sancocho, era un amigo más del colegio le gustaba prestarme el microfono para iniciar los cotejos deportivos, anunciaba eventos fiestas patronales, todo lo que se les llegue a la mente, casi siempre mis amigos me buscaban para armar el relajo, las horas en educación fisica eran las mejores junto con el profesor "Chapulin" que nos mandaba a dar vueltas por todo el colegio, todo el grupo ya sabia lo que tenia que hacer yo comandaba a todos los de la tropa e iniciabamos el cantico de marcha "Los Pollitos dicen, pio pio pio, cuando tienen hambre, cuando tienen frio" era decir estas palabras y enseguida un grupo de 40 calaberas seguia el coro con fuerte voz, tratabamos de mostrar un descontento con alegría a su vez demostrando que no queriamos trotar, al principio fue asi, luego ya era parte de la unica hora que teniamos de educación fisica, el himno de siempre, al que nuestro profesor director de grupo le daba risa hasta mas no poder, pero que al profe "chapulin" le molestaba e irritaba, siempre eran unicos los dias en el colegio, el recuerdo más lindo fue la convivencia, casi siempre todo nuestro parche lo dejaban ir pues era una casualidad que la convivencia era después de la entrega de notas algo que siempre ponia en duda la participación de algunos compañeros, pero para esa convivencia seria el momento donde todos los estudiantes del grupo 11-3 del colegio salesiano asistirian, se convertiria en la mejor manera de tratar, convivir y encontrarnos más con nosotros mismos, era el saber, que para el otro año se daria inicio a una nueva etapa de nuestras vidas, en la convivencia hubieron momentos de nostalgia, pero el que nunca olvidaremos junto con el brayhan, el pato, rapidin y chimborrea, fue la parte en que el "zorro" otro amigo de nosotros, quizo dar sus momentos tristes para desahogarse, a la que ya habiamos pasado muchos a compartir con los demás, casi siempre el zorro tenia algo que nos hacia reir solo con verlo a la cara es de esas personas que sin decir ninguna palabra lo hacen reir a carcajas por sus musculos faciales, se dio inicio al relato que todos escuchamos con atención las palabras del zorro fueron estas "no pues yo vengo a contarles porque yo soy asi de loco, y pues yo me peleo con mis papás y por eso soy asi" hasta ese momento todo iba con normalidad todos asentabamos la cabeza unos seguiamos llorando debido a los relatos de los compañeros, la parte mas comica fue seguida de eso palabras más palabras menos, esta fue la segunda parte del zorro " y po eso yo soy asi e ebelde, po eso me a paso a calle con el mompri, el mompri sabe as mejores" el mompri al que hace referencia el zorro es el pato que por ese tiempo se la pasaba con el zorro luego de eso inicia el rio de carcajadas, el zorro era el tipico payasin sin disfraz, lo peor de todo fue que lo dijo llorando, junto con el brayhan mientras el zorro decia la segunda parte, le corria el codo al brayhan y le decia "cuche, marica ese zorro si es la cagada" brayhan me respondio con risas, todo empezó con nostalgia para el final todo termino en algarabia, aunque no lo haciamos por hacerlo sentir mal era algo que siempre se nos salia de las manos cuando el zorrito salia con esos apuntes, asi pabamos los dias siempre sacandonos una sonrisa a toda hora y en todo lugar, era algo simplemente grandioso.
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Viviendo una locura sin igual
Teen FictionUna parte de la vida real de un adolescente con sueños, tristezas, metas, locuras, amores, alegrías, pasiones e intensidades, en un lenguaje sobrio y poco usual asemejandose a la contidianidad de la sociedad actual.