Matar al amor (detenida temporalmente)

Capítulo 3

-Que es ese ruido... ­­–Murmure­– ¿acaso son risas?

Trate de acomodarme para quedar sentada, pero un dolor punzante en el bajo vientre me lo impidió. Miro en dirección a la mesa de noche donde había un anota apoyada en un vaso con zumo de naranja y una píldora. Tomo la nota y la pongo de tal forma que la luz que ingresa por la ventana me permita leerla, es de Ethan... "Hola Emi, me fui del cuarto en la madrugada porque creí que no querrías que nos vieran salir juntos. Otra cosa, sobre la mesa de noche te deje un calmante, por si te has levantado con dolor... eso es normal, date una ducha con agua tibia para que se calme. Cuando Eli se despierte le diré que tu estas en el cuarto, así va a buscarte para que bajes a tomar el desayuno", es lindo de su parte.
Hice lo que me dejo escrito, primero tome el calmante y luego a paso de zombie, camine hasta el baño ­–seguro que si Michael Jackson me ve, decide contratarme para el video de thriller­– pensé.
Cuando logre llegar, abrí la canilla y deje fluir el agua en la tina. Al tratar de elevar el pie para entrar al agua, un dolor me recorrió toda la pierna hasta la cintura ­–Qué diablos me hiso anoche­– pensé un tanto molesta.

Él tenía razón, luego de haber pasado cinco minutos recostada en el agua tibia el cuerpo casi ni me dolía. De repente comenzaron a sentirse unos golpes en la puerta de la habitación como si tratasen de derribarla.

-Emilie, sé que estás ahí dentro... abre la maldita puerta –Eli gritaba de manera eufórica, me apresure a salir y me tape lo mejor que pude con las toallas­–

-Ya voy, dame un minuto ­–Salí del baño y cuando iba abrir la puerta veo la nota con el vaso­– donde dejo esto­­– susurre y no tuve mejor idea que meter el vaso debajo de la cama, y a la nota dentro de mi bolso­­–

-Vamos Emi, que escondes... ­–Me conocía muy bien, corrí hasta la puerta y quite el seguro­– espera... ¿Cómo hiso Ethan para salir del cuarto y dejar el seguro puesto? ­– pensé­­–

-Al fin decidiste abrirme ­–parecía que iba a gritarme, pero al verme desnuda y con solo una toalla, se apresuró a cerrar la puerta­– porque estas desnuda, ¿acaso estuviste con Ethan...?

-No ­–trataba de sostener lo poco que me cubría­– estuve sola toda la noche ­– se paró firme y cruzo los brazos sobre su pecho­­–

-Sí, y yo soy la reina de Inglaterra...

-De verdad Eli, solo me estaba bañando... además, si hubiese estado con el... ¿no debería de estar aquí dentro? ­–puso una expresión de estar pensándolo­­– ¿Y porque Ethan y no cualquier otro...?

-Quizás... ­–Me miro de arriba abajo, lo que logro ponerme incomoda­– ¿porque Ethan? Fácil, porque dormía en una reposera al lado de la piscina y cuando fui a preguntarle por ti, me dijo que te había dejado en una de las habitaciones de arriba.

-Sí, el me dejo aquí anoche ­­–Estaba mirándome fijamente, seguramente tratando de saber si le mentía o no­– pero no en el sentido que tú crees... anoche estaba muy cansada y quería dormir, Ethan solo me trajo hasta aquí, me dijo que pusiera el seguro por si a alguna parejita se ponía muy melosa y decidiera entrar... ­–Puso una expresión de alivio, parece que me creyó­– puedo preguntarte algo ­­–vuelve a mirarme­– ¿Si me hubiese acostado con alguien... habría problema con eso, o solo con Ethan?

-Lo siento ­–Suspira­– no era mi intención sonar como tu madre... pero no quería llevarte a casa y decirle a Alice "Sorpresa, Emi espera un bebé... o decir, Sorpresa, Emi tiene SIDA..." ­–dice en tono burlón­– si, si, lose soy exagerada... pero me preocupo por ti, porque eres mi hermanita e Ethan no es un buen chico.

***

Ya me había cambiado de atuendo, ahora estaba algo más casual, con unos jean negro, una camiseta blanca y una cazadora negra ­–como odio el invierno­­–. Cuando llegue a la cocina me encontré con nueve personas en pleno desayuno, de todo ellos conocía a solo cuatro... los tres chicos y a Eli.

-Ven, te guarde el lugar ­–Caleb me hacía seña de que tomara lugar a su lado­, y de mala forma me acomodo­–

-Grupo, ella es Emilie... mi mejor amiga y hermanita –Todo saludan alegremente­–

-Hola...

.-Emi ellos son, Sara... Sophia... Shon... Demian... y Mia... ­–cada uno iba levantando su mano cuando oían su nombre­– y a los tres monos ya los conoces... ­–todos rieron, menos los chicos, estos miraron a Elicia pero a ella solo le causo más gracia­– juntos formamos el grupo más conocido de toda la universidad...

-Si, por ser los más listos ­–soltó Shon­­–

-Por ser los más atléticos ­­–dijo Aarón­–

-Por ser las más divertidas ­­–soltaron Sara, Sophia, y Mia­­–

-Por ser los más deseados ­–dijeron Ethan y Caleb, lo que causo que todos quedáramos llenos de cereal, pues ninguno se aguantó la risa­–

-Sí, sí, en sus sueños niños ­­–Eli les revolvía el pelo­­– Pero de lo que estoy segura es que somos los más divertidos...

La verdad es que sus amigos son geniales, lo pase muy bien con todos ellos. Para el final del día me había vuelto muy unida con las chicas, eran buenas conmigo... al final, resulto ser que Sophia y Aarón están saliendo, que Mia y Shon son novios, y que el chico más callado y serio del grupo era hermano de Shon.

***

Ya estábamos de vuelta en la ciudad, hacia una hora nos habíamos despedido del grupo y estábamos de regreso.
Cuando llegamos me despedí de Eli, y emprendí camino a mi casa. Ahora es cuando tendía aquella "charla", la verdad es que estaba cansada y no quería hablar de ello. En este momento si soy honesta, comienzo a necesitar la adrenalina en mi cuerpo. Me encontraba a unas pocas cuadras cuando un panfleto se pegó a mi zapatilla ­–mierda­, ¿Qué es esto?­– dije en voz baja, es un aviso de una pelea clandestina, de hombres... pero podría ir a disfrutar del show un rato. Guarde el papel en mi bolso, el evento seria el domingo por la noche.

Mi madre me esperaba en la puerta, cuando me vio llegar se alegró ­–siempre se preocupa de mas­– dije para mí y sonreí.

-Hola mamá –beso su mejilla­–

-Hola bebé, vamos entra, aun esta frio...

-¿Cómo estás? ­–pregunte, mientras tomaba lugar en la mesa­–

-Bien, ¿Cómo te fue a ti? ­–abrió la heladera y saco unos fideos instantáneos, nuestros favoritos en momentos de tristeza, felicidad, cuando nos reconciliábamos y cuando hablábamos­–

-La pasé lindo, hice nuevos amigos y baile a más no poder con Eli toda la noche ­–pone ambos vasos en el microondas­–

-Suena estupendo ­–ríe­– pero creo que ya ha llegado el momento de hablar...