El Mejor Amigo De Mi Novio

Remordimiento

Capítulo 5

Remordimiento

Nos encontrábamos frente a la casa de Ricardo, moría de nervios, necesitaba saber si no se sentía mal, me sentía tan culpable de lo que le sucedió, tocamos la puerta segundos más tarde quien abrió fue el otro pequeño amigo de Jared, parecía molesto de vernos, supongo que ya se había enterado de lo sucedido.

-¿Qué quieres aquí Jared?- lo miro amenazante.

-¿así que estas de su lado?, solo vine por sus cosas y nos vamos no te preocupes- Explicaba mientras se hacia un lado para entrar yo solo baje mi mirada entrando también, por lo menos tuvo a alguien que lo cuidara aun que hubiera deseado ser yo.

-Jared nunca imagine que tu fueras de esta manera, tan irracional, lastimar a tu amigo así por... algo como eso- sentí su mirada juzgándome, es verdad sus palabras, no valía la pena lo que le había hecho por mí.

- Ya cállense, dale sus cosas si es lo que quiere y listo- escuche su voz venir de las escaleras, su rostro tenía moretes, y estaba vendado toda la parte del abdomen, mis ojos quedaron vidriosos, y mi garganta se cerró, solo quería correr a disculparme, a abrazarlo, cuidarlo.

El chico bajito fue a buscar mis cosas, pero cuando Ricardo llego al suelo y paso a mi lado, puso su mano en mi hombro, ese calor fue tan reconfortante en esos momentos- ¿estás bien?- ¿demonios cómo puede preguntarme eso?, ¿Cómo puede estar preocupado por mi cuando él está de esa manera?, ni siquiera pude contestar sentía que iba a romper en llanto, todo estaba bien hasta que Jared empujo su mano de donde estaba, evitando que siguiera el contacto.

-te dije que no lo volvieras a tocar- exclamo Jared en tono amenazante.

-Tu no lo vuelvas a tocar a él Jared!- enserio me molesto, por lo que lo único que pudo salir de mi boca es eso, me tenía furioso lo que le hizo, más cuando vio que él no se iba a defender, eso fue bastante cobarde, ambos me miraron sorprendidos.

-¿Ya tienes lo que quieres no?, entonces déjalo en paz! Creo que ya fue suficiente, nuestro trato fue que no le hicieras daño y si lo rompes te juro que no volverás a saber de mí en tu vida!!- agarre mis cosas arrebatándoselo de las manos del pequeño que también me miraba sorprendido, me acerque a Ricardo mirándolo diciéndole tantas cosas con la mirada que esperaba realmente que las hubiera descifrado –cuídate mucho- luego de eso me dirigí a la puerta sin ni siquiera mirar atrás.

Jared me gritaba por mi nombre, quería que me detuviera pero lo ignore, solo sentía que no podía perdonarle que le haya hecho eso a él, el que siempre se preocupó por su amigo, y yo solo abuse de su confianza.

Pude ver la casa de Jared pero no me detuve ahí, quería irme a mi casa, necesitaba tranquilizarme, pero mi plan se vio frustrado al sentir como alguien me sostuvo del brazo fuertemente.

-¿A dónde piensas ir?- pregunto agitado Jared ya que me había perseguido todo este tiempo.

-a mi casa- conteste cortante.

-Aún nos queda una noche- no quiero tenerlo cerca, siento que con lo que había hecho, como se estaba comportando tan egoísta, arrogante, yo no conocía a esta persona que tenía enfrente, jamás me había enseñado esta cara.

-quiero irme a casa ya- me solté de su agarre, ahora él no era mi mejor amigo, poco a poco se estaba encargando de que los buenos sentimientos que tenía se murieran lentamente.

Sin voltear a mirarlo me aleje, me tomo como diez minutos llegar a mi destino, entre a mi hogar dirigiéndome directamente a mi habitación, desempaque todas mis cosas que había llevado, buscando mi celular por todos lados, hasta que lo encontré, aunque no fue lo único que me hizo feliz ver, ya que había una carta escondida en el fondo de mi mochila, pero cuando leí el nombre de Ricardo en el sobre, mi corazón se aceleró de la emoción.