Parte 1: Graduada

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Por fin iba a conseguir uno de mis sueños...Tras tres años de mi vida esforzándome y estudiando al fin lo conseguiría. "Graduada en Periodismo", sonaba bien, y definitivamente, cumpliría el sueño que llevaba ansiando desde pequeña; escribir.

Regresé a casa, esperando el dia siguiente con mucha ilusión.

Nada más llegar, la foto de mi madre en la entrada de mi casa me esperaba y me observaba con esa mirada tan penetrante que me invadía completamente y me hacía recordarla en cada segundo de mi vida.

De repente, el móvil comenzó a sonar:

-¡Papá! ¿Qué tal? ¿estás en casa?- Mi padre siempre me llamaba a la misma hora, y la verdad durante todo el estudio de mi carrera, había sido un gran apoyo para mi.

- Hola hija, si, si estoy por casa; por cierto ¿mañana es tu graduación? ....

-Si papá y no veas lo ilusionada que estoy, que ganas de verte, después de tantos meses sin verte por culpa de tu trabajo.

- Verás Alicia...Ha ocurrido una emergencia en el trabajo y lo siento mucho, sé que es muy importante para ti, pero tengo que coger un vuelo a Nueva York en dos horas...Lamento mucho no poder ir.- Notaba su preocupación en todas y cada unas de sus palabras, pero tampoco era algo nuevo, desde muy niña me acostumbré no solo a verle poco si no a que no acudiese a mis citas importantes.

- No pasa nada, papá. Lo entiendo... Ya nos veremos otro dia... Fer, va a estar allí así que espero que haga muchas fotos para enseñártelas- Es verdad, que al menos tendría a Fer, pero bueno la presencia de mi novio era constante en todos y cada unos de mis actos, y la verdad; su presencia me daba fuerzas para conseguir todo aquello que me proponía.

- Me alegro que lo entiendas, la verdad. Por cierto, Alicia.

-¿Si papá?

-Estoy muy orgulloso de ti. Siempre y pese a las dificultades has cumplido tus objetivos.

-Gracias Papá...Bueno supongo que tendrás cosas que preparar y no quiero retrasarte, ten muy buen viaje.- Es verdad que siempre me alegraba hablar con mi padre, pero siempre me costaba despedirme de él.

- Muchas gracias hija, un beso y mucha suerte mañana.

Cuando colgué el teléfono, parecía que todas mis ilusiones de mi próximo día, se habían marchitado. Cogí la foto de mi madre y llevándomela a los labios, para darla un beso, recordé cuanto la echaba de menos y cuanto me hubiese gustado que estuviese allí.

Decidí tumbarme en la cama a dormir un rato, puesto que desde hacía días apenas cenaba por la presión de los exámenes y el cansancio acumulado.


Déjame que te muestre.Where stories live. Discover now