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-Vernonie...- un casi inaudible susurro hace cosquillas en la oreja del americano.

-Boo... hmm...-gruñe Vernon en respuesta, pasando sus brazos alrededor de la cintura del mayor, que suspira enternecido.

El segundo día del programa estaba acabando; un bonito atardecer culminaba el horizonte mientras aquella pareja de jóvenes descansaba entre mantas y abrigos. Aquel día había sido... curioso, se puede decir. Todos estaban agotados, pero no era un cansancio frustrante, sino un cansancio cargado de satisfacción y alegría. Era un agotamiento positivo que reforzaba las ganas de los miembros de sacar adelante su One Fine Day. Que los hubieran mandado a una gélida isla sin nada que comer no significa que no se lo puedan pasar bien, ¿me equivoco? Hasta ahora se habían divertido con todo lo que habían hecho. Caminar por el puerto, sintiendo la fría y agradable brisa marina acariciar sus rostros; cocinar, pescar, incluso aquel juego al que jugaron para conseguir comida. Todo aquello había conseguido unir todavía más el lazo de amistad entre los trece chicos, e incluso forjar relaciones cargadas de amor, cariño y felicidad. 

Aquella isla sería siempre un bonito recuerdo para Seventeen.

-¿Pasa algo, Boo?- pregunta Vernon, incorporándose.

-No... sólo quería decir tu nombre- contesta el pelirrojo ruborizándose. El pensaba que su menor estaba dormido.

-Pues déjame decirte que suena precioso puesto en tu voz, saliendo de tus labios...

Seungkwan se avergüenza  aún más cuando siente a Hansol apegarse a su espalda.-Yah... ¿Desde cuándo eres tan cursi?

-Desde que me enamoré de ti- suelta  el rubio sin dudar ni un solo momento.- Además, sé que te encanta que lo sea.

-¡Yah! para... me da vergüenza- murmura el mayor, girándose bruscamente para esconder su cabeza en su pecho.

-Ya, ya paro- ríe el menor, tomando la barbilla de Seungkwan delicadamente para hacer que le mirara.- Te quiero.

-Yo también te quiero- sonríe el cantante y besa sus labios repetidas veces, haciendo que Vernon ría y junte sus frentes, conectando sus miradas, que sellaban la promesa de un amor eterno, que conservaría su juventud y su frescura sin importar la cantidad de tiempo que pasara, y jurando estar juntos para siempre.

-Esto... siento romper el momento y eso, pero... vamos a hacer la cena ya y tenemos que volver a separarnos en equipos. Despertad a los demás y venid a la primera habitación.- Aparece Mingyu, con el pelo revuelto y una pequeña sonrisa en sus labios, sintiendo con toda su alma arruinar aquel momento mágico entre sus menores.

"Ahh... ojalá yo también pudiera estar así... con Wonwoo hyung"  piensa Mingyu, suspirando.

-Vale, Mingyu hyung. Gracias por avisarnos, ahora mismo vamos.- responde Hansol, explotando la pequeña burbuja atemporal en la que se había encerrado Mingyu, que vuelve a la primera habitación tras haber cumplido su cometido.

-Mingyu...

-¿Sí, Wonnie hyung?

-Ven... ven aquí un momento, por favor- pide tímidamente el mayor, con la mirada fija en sus rodillas., y Mingyu se sienta frente a él.- Acércate más.

-¿Así?- pregunta el menor, colocándose a su lado. Wonwoo ha bajado la mirada hacia el pecho del moreno. Sus labios temblaban y se cuestionaba mentalmente cuánto debía amar a Mingyu para ser capaz de hacer tal cosa. Aunque sí, está exagerando, pues lo que está a punto de hacer no es gran cosa, aunque para él signifique el mundo entero. Wonwoo es bastante tímido, a decir verdad.

-Un poco más...

-¿Ya?- Esta vez, la respiración nerviosa del más alto despeina ligeramente el flequillo del pequeño, que respira hondo y se atreve a mirar a los ojos del mayor por fin.

Ya no hay vuelta atrás.

-Wonwoo hyu- Wonwoo se tira encima del menor, rodeando fuertemente su cuerpo con sus delgados brazos, sorprendiéndole. 

Pero, sus reflejos actúan rápido, sujetando la espalda del mayor y apretándolo contra su pecho con fuerza. Mingyu ríe. Ha sido una acción muy repentina que, aún así, le ha parecido adorable.

-¿A qué ha venido eso?- pregunta el moreno, riendo y acariciando la espalda de Wonwoo.

-Hmpf- gime el mayor, avergonzado, escondiendo su cara en el hueco entre el hombro del menor y su cuello, comenzando a reír el también, como si fuera un niño pequeño.- No sé...

Mingyu suelta una sonora carcajada, haciendo reír más al pequeño.- Me encantas...- susurra en voz baja para que el mayor no le escuche.

-¿Qué?

-Nada importante, Wonnie...

Pero Wonwoo le había escuchado, sólo quería volver a escuchar unas palabras tan bonitas, dirigidas hacia él, de la persona que más ama. Está muy feliz, una colorida bomba de alegría había explotado en su interior, tiñéndolo de cosquillas y mariposas que revoloteaban de un lado para otro haciéndole sentir avergonzado y querido a la vez. Se pregunta si debe de confesarse. ¿Será una buena idea? ¿Corresponderá a mis sentimientos? ¿Me rechazará? ¿Le gustaré? ¿Me querrá? Se preguntaba. Confía en Jeonghan, y sabe que su mayor no le diría nada para ilusionarle o esperanzarle si no estuviera seguro de que aquello era verdad. Pero, ¿Y si sólo se había confundido? Porque eso era lo que estaba comenzando a hacer Wonwoo mientras se quedaba dormido sobe su amado menor, se estaba confundiendo. ¿Sería mejor pedirle a Jeonghan que le preguntara a Mingyu sobre sus sentimientos hacia el mayor? Esta última, siendo sinceros, parecía mejor que las anteriores, y sin duda, no le desanimaría ni deprimiría tanto como las otras. Por eso se decidió a hablar con su hyung aquella noche, antes de irse a dormir.

-Bien, empecemos con el reparto de los equipos- La voz de Cheol resuena por toda la casa. Wonwoo estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se había dado ni cuenta de cómo los demás miembros que faltaban habían ido entrando en la habitación y sentándose a su alrededor.

Una vez que los equipos están hechos, los encargados de la cena salen fuera para empezar a cocinar y los miembros del grupo de limpieza entran dentro. No surge ningún problema, así que en poco más de una hora, la cena ya está hecha.  Todos entran dentro para comer, pues el viento ha empezado a soplar más fuerte que antes y el frío se ha hecho dueño del ambiente, congelando el aliento de todos. El transcurso de la cena es normal también. Los trece comen entre bromas, chistes y alguna que otra anécdota. Al terminar de cenar, los miembros del equipo de limpieza salen a lavar los platos y las ollas que se utilizaron, y después vuelven a darse una ducha. 

Casi todo Seventeen está dormido cuando Jeonghan sale de la ducha, ya vestido y con el pelo seco. Es entonces cuando Wonwoo decide hablar con él.

-Jeonghan hyung...

-Dime, Wonwoo.

-Tú... ¿Sabes si le gusto a Mingyu?

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Hola :3

Esta semana se me ha pasado volando, tanto que casi se me olvida actualizar. 

En fin.

QUE EL FANFIC HA LLEGADO A LAS MIL VISITAS LKJBFLJEBSOABÑOWUG''PG

TnT De verdad me puse a llorar cuando lo vi. Muchas gracias, os quiero mucho a todos y a todas los que leéis. Va en serio, os quiero mucho!

Voy a estar feliz hasta Navidad.

Hasta Navidad de 2019 o 2020. 

Tú. Sí tú, el que está leyendo esto. Te quiero. Te amo. Nunca dudes de ello T3T

Va, ya, ya paro :'3  Adiós!

P.D: os quiero <33333

One Fine DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora