One Fine Day

30

-Predebut-

El Ceo de la empresa acababa de anunciar a todos los chicos que debutarían en el nuevo grupo que había creado mediante una reunión de la compañía.

Ninguno de ellos podía creerlo. Años y años entrenando y practicando, noches sin dormir por presentar nuevos proyectos, millones de ensayos para presentaciones y tanto estrés y dolor daban al fin su fruto. Todos tenían entre sus manos aquello que tanto ansiaban, y era la sensación más bonita que cualquiera de ellos pudo haber experimentado jamás. Hasta el pequeño Samuel describía aquello como lo mejor que podría haberle pasado en su vida.

Pero claro, no todo podía ser de color de rosa. Pronto, en la agencia se dio la noticia de que, a pesar de todo su esfuerzo y trabajo, Sammy no debutaría con los demás chicos. A todos les cayó como un balde de agua fría. Nadie quería aceptarlo, aquello era muy injusto pero ninguno podía hacer nada. Los padres de Samuel dijeron que él todavía era demasiado pequeño como para debutar, y querían que se centrara en sus estudios.

Aquello le rompió el corazón al pequeño niño, pero sabía que sus padres querían lo mejor para él, así que se limitó a llorar, lamentarse y decirse a sí mismo que esto no acababa aquí, que lucharía para alcanzar sus sueños. Pero él no era el único que estaba tan afectado.

Quiero decir, todos los miembros estaban tristes, ninguno quería que se fuera, en especial Seungcheol, pero el que peor se lo había tomado, además de Samuel, había sido Seokmin.

Cuando sus padres llamaron por teléfono a Sammy para decirle que no debutaría con ellos y que se iría de la agencia, el primero en saberlo fue Seokmin, pues el pequeño niño había corrido a sus brazos, llorando en busca de consuelo. Esa noche, los dos acabaron llorando, abrazados hasta dormirse. Una semana después, Sammy ya no estaba.

Siguieron en contacto durante un par de semanas, pero después, las llamadas y mensajes cesaron. Los chicos oyeron de boca de los padres del niño que Samuel entrado en otra compañía, y eso sí que les sentó mal. Entendían que ellos pensaran que Samuel aún era demasiado joven para debutar, pero no entendían por qué lo sacaron de la Pledis si después le iban a dejar irse a otra agencia. No tenía sentido, pero no podían hacer nada, el contacto entre ellos ya se había cortado.

O por lo menos lo estaba hasta la noche anterior, cuando Sammy llamó a Seokmin diciéndole que quería verle.

A decir verdad, no había sido una llamada tranquila. Sammy lloraba en silencio desde donde estaba, mientras Dokyeom intentaba mantener la calma para no echarse a llorar él también. Debía ser fuerte frente a su Sammy. Habían quedado en verse cuando Seventeen volviera a Seúl. Y, sinceramente, ninguno estaba preparado para aquello.

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/Capítulo más corto de lo normal porque casi no he tenido tiempo esta semana y porque me tengo que ir ahora mismito ;;

Y, una nota rapidísima porque ESTAMOS EN 15K Y SOY LA PERSONA MÁS FELIZ DEL MUNDO, AAAAAAAAAAAAAAAAAA¿

Ya, ya me voy, lo siento¿

P.D: os quiero<3