CAPÍTULO UNO.

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CAPÍTULO UNO:Tony: pt

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CAPÍTULO UNO:
Tony: pt. uno.



      Freya Flirth no pudo evitar suspirar cuando escuchó un par de piedras golpear su ventana

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      Freya Flirth no pudo evitar suspirar cuando escuchó un par de piedras golpear su ventana. Todas las mañanas su mejor amigo, Tony Stonem, pasaba a buscarla y dejaba saberle que había llegado al arrojar lo que encontrara a su ventana. Ya había pasado pasado más de una vez la desafortunada consecuencia de romperla.

      La pelirroja se acercó a su ventana y la abrió, mirando al azabache sonreírle desde el suelo —. Tienes que dejar de hacer eso, Tony. En serio. Mi madre me matará si rompes otra ventana.

      —Si eso pasa la pago yo—, aseguró Tony antes de hacerle señas —. Baja de una vez.

      Freya hizo una mueca —. No desayuné.

      Tony dirigió la mirada al pecho de la chica —. Tampoco te cambiaste. Puedo ver tus pezones, Frey.

      La chica rápidamente utilizó las cortinas de su ventana para tapar su cuerpo mientras le dedicaba una mala mirada al chico —. Acabo de despertarme—, justificó.

      Tony soltó una carcajada —. Vamos, pasaremos a desayunar.

      —De acuerdo, dame un momento.

      El chico asintió, llevándose su teléfono celular al oído y comenzando a hablar aunque seguía mirando a la chica. Freya le mostró su pulgar arriba antes de volver a cerrar la ventana y cambiarse. La chica fácilmente se colocó las prendas que había escogido la noche anterior y se echó una rápida mirada al espejo.

      Después de ponerse rimel en sus pestañas y peinar sus cejas, tomó su bolso, asegurándose de que allí se encontraran su perfume favorito, un pequeño peine y su bálsamo de labios. La chica bajó las escaleras e ingresó a la cocina para encontrar a su madre alimentando a su hermano de tres meses.

      —Ya me voy—, anunció la chica, colgando su bolso en su hombro.

      Su madre levantó la vista y observó su atuendo. Una sonrisa decoró su rostro al aprobarlo —. Luces bien hoy. ¿Vas con Tony?

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