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CAPÍTULO SIETE: Anwar y Maxxie.
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Freya permaneció todo el viaje en avión leyendo un libro. Ella no era la fan número uno de la lectura, pero sin dudas estar ocupada con libros evitaría que vuelva a hablar con Tony por puro aburrimiento.
La chica lucía completamente concentrada mientras leía y su cabello caía a sus lados. Suspiró, no podía esperar a darse una buena ducha y dormir unas diez horas. Aunque estaba segura que no podría dormir todo lo que quería, buscaría descansar la mayor cantidad de horas posible.
Freya sólo desvió la mirada de su libro cuando notó que alguien se sentó a su lado. Había permanecido durante todo el viaje sola, excepto porque Maxxie se cambió de lugar momentáneamente para asegurarse que estuviera bien.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica, creyendo que se volvía a tratar del rubio. Pero la sonrisa se esfumó cuando se encontró con Tony Stonem.
— ¿Por qué la cara larga, Frey?
La pelirroja rodó los ojos —. Ni siquiera cursas historia.
Tony se encogió de hombros —. No iba a dejar que vengas a un país como Rusia sola. ¿Qué si te pasa algo?—, exclamó, pero la chica no contestó —. Michelle ya me perdonó, no sé por qué sigues enojada conmigo.
—No estoy enojada contigo porque Michelle estaba enojada. Si ella decidió perdonarte, bueno. Yo aún no.
— ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?—, inquirió el azabache, buscando la mirada de ella.
Freya frunció los labios antes de mirar al chico —. No tienes que hacer nada. Volveré a hablarte cuando vuelva a ver a mi mejor amigo. Voy al baño—, anunció, buscando de esa forma acabar su conversación.
Sin embargo, cuando la pelirroja volvió del baño, Tony seguía allí. Él había tomado su libro y estaba leyendo tranquilamente.
— ¿Qué haces?—, preguntó Freya, volviendo a sentarse a su lado.
