CAPÍTULO OCHO:
Michelle.
Freya Flirth estaba pasando un buen rato con sus amigos, aunque entre ellos estaba Tony. El azabache se estaba comportando bastante bien, por lo que no le molestaba pasar tiempo con él. Pero, cuando Michelle se acercó y golpeó al ojiazul, la chica enmudeció.
— ¡Maldito asqueroso! No quiero volver a ver tu pequeño y estúpido pene.
— ¿Qué sucede, Nips?—, respondió Tony, con una sonrisa.
En respuesta, Michelle lo pateó en las bolas. Los chicos intervinieron, pidiéndole a Michelle que se controle. Mientras, Freya observaba la situación con una media sonrisa. A pesar que estaba molesta con Tony porque esto claramente significaba que le había hecho algo a su novia, estaba orgullosa que la chica de rulos se defendiera.
—Esperaba que tú me lo dijeras. ¡Se acabó el tiempo, idiota!—, gritó antes de marcharse.
— ¡Jesús! ¿Qué hiciste esta vez?—, inquirió Jal a Tony, pero el chico no respondió ya que se encontraba demasiado adolorido como para hacerlo —. ¿Sid?
—No lo sé.
— ¿Freya?
La mencionada soltó un jadeo —. ¿Por qué voy a saberlo yo?
Jal rodó los ojos y volvió a mirar a Tony antes de marcharse —. ¡Santo Cielo!
Freya sintió la mirada de Tony sobre ella y se giró hacia él. Ella se cruzó de brazos, teniendo frío de repente y negó con la cabeza —. Ni siquiera quiero oírte.
— ¡Por favor, Frey!—, aclamó Tony, alzando los brazos cuando la chica comenzó a marcharse.
La chica no se molestó en girar, sino que mostró su dedo medio mientras se dirigía hacia la escuela. Ella se había convencido a sí misma que el azabache realmente había cambiado. Se había dejado convencer por su tonta sonrisa y su mirada de cachorro. Pero era todo un fraude para sólo obtener su perdón. Porque Tony Stonem siempre jugaba hasta obtener lo que quería.
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FIREBOMB: skins
Teen FictionPRIMERA GENERACIÓN DE SKINS.| no voy a proteger la masculinidad frágil de nadie.