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CAPÍTULO VEINTE: Cassie.
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Freya casi se cayó cuando abrió la puerta del departamento de Chris. Ella había ido a comprar comida porque Sid repentinamente había decidido que harían una cena y no tenían nada en la casa. Las bolsas que cargaba eran más grande que ella, puesto que se había tomado la libertad de comprar todo lo necesario que faltaba.
—Déjame ayudarte—, Sid rápidamente se levantó y le sacó un par de bolsas a la chica antes que ambos las colocaran sobre la mesada —. ¿Conseguiste la paprika?
La pelirroja rodó los ojos —. ¡Sí! Sólo me lo recordaste un millón de veces antes de que me vaya. Si la olvidaba, creo que tendría problemas—, soltó, acercándose a Chris y dedicándole una sonrisa —. ¿Todo bien?
—Tan bien como puedo estarlo—, asintió Chris, alzando el porro que tenía en su mano y la chica fue rápida para sacárselo —. ¡Oye!
— ¡No más porros hasta que te recuperes!
— ¿Puedes dejarme vivir, Frey?
—No—, suspiró la pelirroja antes de volver a las bolsas y ayudar a Sid a guardar todo —. Voy a alargar tu vida tanto como pueda.
Chris rió —. Yo sabía que eras Dios, rojita.
Freya no quiso reírse, pero no pudo evitar hacerlo —. Si lo fuera, estaría en Londres, no aquí. ¿Y Cassie?
—Hoy tenía su examen de filosofía—, informó Sid y la chica asintió, recordándolo —. ¿Llamaste a Tony?
—Sí, dijo que va a venir como a las siete—, confirmó Freya, demasiado distraída en guardar la comida en la heladera como para notar las miradas que sus dos amigos compartían —. ¡Oh! Y Maxxie dijo que no va a venir porque tiene una cita con James. Y Anwar dice que no va a festejar hasta que no haya obtenido los resultados de sus exámenes.
