De cuando Hermione amaneció con resaca en casa de Draco

De cuando Draco trato de probarse que el no amaba a Hermione

Mientras aún Hermione seguía en la ducha, la chimenea del cuarto de Draco comenzó a chisporrotear. Él volvió la atención a ella pensando que quienquiera que fuera no podía ser más inoportuno, él no quería hablar con nadie. Pero cuando la cabeza de Astoria Greengrass apareció en la chimenea Draco comenzó a pensar que no había nadie con peor suerte que la suya

— ¿Draco?

— Astoria, este no es un buen momento, vete por favor — dijo él obstruyendo la vista de la puerta del baño hacia la chimenea

— Oh, ¿así que es cierto? — dijo ella con tristeza

— ¿Qué cosa? — dijo él susurrando y mirando de reojo la puerta

— Que has vuelto con Granger...

— ¿Quién lo dice? — ahora si estaba interesado en lo que la cabeza de Astoria tenía que decir

— Rita Skeeter escribió una nota sobre que se fueron juntos ayer y Pansy dice que tú estabas buscando la oportunidad de hablar con ella

Draco recibió esa información sin saber si era algo bueno o no que el mundo tuviera su atención en su relación de nuevo

— Escucha Astoria, necesito que te vayas de aquí porque no creo que a Granger le haga gracia encontrarte aquí y me perjudicarás en el proceso. Luego hablamos, vete por favor

— Sólo... quiero saber, ¿es cierto? ¿Volvieron?

— No

Ella emitió un sonoro suspiro de alivio que se vio interrumpido por las palabras del rubio

— Pero, espero que eso cambie pronto, por eso necesito que te vayas

— Pero, ¿qué pasa conmigo? ¿Pensaste en lo que te dije la última vez?

— Sí, se que debemos hablar pero ahora...

— ¡Ahora!, por favor Draco, lo necesito. Necesito saber porque entonces sabré que tengo que cumplir con una promesa que le hice a alguien y no quiero que mi determinación falle. Necesito ser fuerte. Por favor.

El rubio suspiró y miró la cabeza flotante mirarlo con una mezcla de expectación y adoración brillando en sus ojos. Se sentía terrible. Ella lo hacía sentir débil. Siempre había sido así.

— ¿Draco?

— Ah, hola Astoria, ¿qué haces?

— Bueno te vi sentado aquí sólo y... ¿estás bien?

¿Estaba bien? La verdad estaba muy confundido. Estaba realizando una venganza mal planeada y que a veces lo hacía pensar si no estaba actuando sin mucha convicción, tal como Nott le había hecho ver.

— ¿Tienes prisa Astoria? — contestó él

Astoria le dedicó una hermosa sonrisa, pues no podía evitar sentirse feliz cuando el rubio le hacía esa pregunta, pues hacía algún tiempo eso les había llevado a tener una especie de cita

— No, ya sabes que para ti siempre tengo tiempo — dijo ella sentándose

— No, pero no aquí, hoy necesito algo más fuerte ¿me acompañas? — dijo él levantándose