De cuando Draco trato de hablar con Hermione

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— No, estoy bien, en serio, Harry, te hablo luego ¿si?

Hermione colgó y miró a Draco andar nervioso de un lado a otro. Sabía que ese gesto era muy propio de él cuando estaba molesto por algo, o en este caso, alguien. Nunca había superado del todo su enemistad con Harry, y recordaba muy bien el disgusto que tuvieron cuando hablaron acerca de sus primeras veces, así que estaba muy segura que él estaba molesto por eso. Comenzó a morderse el labio nerviosa y a pensar en qué hacer para calmarlo cuando reaccionó: "¡espera! Yo no tengo que calmarlo, si está molesto es su estupido problema, no le debo ya ninguna explicación, que se retuerza de coraje, mejor."

Pero esa reflexión no la hizo sentir mejor. Así que iba a decirle que se iba, no tenía caso postergar más esta agonía, cuando él habló

— Quiero que hablemos — antes de que ella pudiera decir algo, él continuó — En realidad, yo quiero hablar, por eso es que te traje aquí. Me dejaste claro la última vez que no querías saber más de mi, y yo te dejé ir. Luego cuando me quise acercar a ti, no me dejaste. Por eso te segui a la fiesta, quería una oportunidad para hablar, eso es todo

— ¿Cuando intentaste acercarte?

— Hace un par de semanas, fui a verte al cumpleaños de Lunat... de Luna Lovegood

— Yo no te vi ahí

— Tus guardaespaldas te lo escondieron entonces, porque ellos sí que me vieron

Cuando Draco salió de su casa por primera vez en un mes, sintió como si fuera una persona nueva. El aire fresco se sentía helado en su cara, refrescando su piel, despeinando su cabello. Ya no apestaba a alcohol y la barba demasiado crecida ya no le picaba. Se sentía un poco débil porque no había estado alimentándose correctamente, pero no le importaba, esa pequeña incomodidad era nada comparado con la oportunidad que tenía de ver a Hermione otra vez.

Luego esa incomodidad cambió por algo más: nervios. Tenía más de un mes que no la veía, además no tenía ni idea de por dónde empezar a hablar, de cómo iba a explicarse o si había una explicación a lo que había hecho, porque eso de: "me acerqué a ti para molestar a tu amigo Potter" sonaba pésimo, y no importa que lo rematara con: "pero me enamoré sinceramente de ti, y terminé lastimándome a mí mismo con lo que hice", porque aunque era la verdad, lo haría sonar como un estupido y un patetico, que también era verdad, pero ¿cómo una chica como Hermione Granger iba a perdonar a un estupido y patetico y a tomarlo de vuelta a su lado?

— ¿Y a dónde dices que vamos? — preguntó en tono golpeado a su amigo Theo que caminaba alegremente a su lado, rumbo a un traslador que había dejado en los jardines de la casa de Draco

— A una fiesta de cumpleaños

— ¿No ibamos a ver a Granger?

— ¿Pensabas que ibamos a ir a su casa? ¿Que ibamos a tocar la puerta y ella nos iba a recibir con te y galletas? Draco... te mataste demasiadas neuronas con tu borrachera de estos días

— Ya déjate de pendejadas y dime de una vez si vamos a ver a Granger o no

— La fiesta es de Luna Lovegood. Ella la invitó, estoy seguro pero ya sabes cómo es... aparece media hora en las reuniones, si es que aparece y luego se va

— O sea, que no estás seguro si ella está ahí

— Pues no, pero

— ¿Y para eso veniste a sacarme de mi casa?

— Draco, es tu mejor oportunidad, ¿donde carajos crees que vas a poder verla y acercarte a ella si no es en un lugar público, eh genio? Controla tu mal carácter, a mi puede no importarme tus arranques porque te conozco, pero esa actitud no le ayudará a Hermione a perdonarte, ¿entiendes?

De cuando Hermione amaneció con resaca en casa de DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora