Astoria estaba hecha un mar de lágrimas, después de que llamó a Draco para preguntarle si era cierto que había vuelto con Granger, y él le dejó en claro que sus sentimientos por la castaña eran reales y que iba a buscar su perdón, todo se derrumbó para ella. Estaba tirada junto a la chimenea, hecha un ovillo cuando Daphne la encontró
— Tori... ¿qué pasa?
— Draco... él no... ¡él no me quiere Daphne! quiere volver con Granger — dijo ella sollozando
— ¿Lo fuiste a buscar? — preguntó entre sorprendida y molesta
— Lo llame por red floo. Yo tenía que saber
— Sólo tu te hacías la tonta Astoria, bueno, tú y él, quizá eso era lo único que tenían en común — dijo Pansy que estaba parada detrás de ellas con los brazos cruzados
— Pansy... se mas comprensiva... o vete de aquí, Astoria tiene mucho que asimilar, mucho en que pensar, no necesita tus sarcasmos
— Pues debería reflexionar en silencio... grita como una banshee, no puedo dormir — se quejó Pansy con un puchero
— Lo siento, Pansy es que... — sollozo con fuerza — yo lo quiero tanto, es tan injusto...
— Ya, ya, quedamos en que te ibas a olvidar de él, no puedes vivir lamentándote toda la vida por un amor que no pudo ser
— Si, es patetico, olvídalo, salgamos las tres esta noche
— No quiero... estoy triste...
— Y seguirás triste si no quitas tu trasero del suelo, pareces un trapo, tienes hasta las seis de la tarde ¿Oíste? Grita, llora, patalea, y luego, levántate, báñate, ponte bonita y vamos a ir a cenar y luego a un club, no me importa que no quieras, lo harás porque no ganas nada auto compadeciéndote ahí tirada, se lo prometiste a Daphne, que lo ibas a olvidar, y paso uno es salir y distraer tu mente
Astoria sollozo y asintió entre lágrimas, después se volvió a acostar en el suelo y siguió llorando
Pansy rodó los ojos y Daphne le dio unas palmadas en la espalda a su hermana y se levantó, pasó junto a Pansy y le dijo un mudo: gracias, luego se fue a su habitación.
Pansy hizo lo mismo y realizó un hechizo insonorizador, pues le había dado permiso a Astoria de gritar y llorar, por varias horas, cosa que ya estaba comenzando a lamentar.
— Draco, Draco... — dijo Pansy moviendo su cabeza de un lado a otro — por fin lo has aceptado...
Pansy había sido amiga de Draco desde el primer año en Hogwarts. Ambos tenían el mismo retorcido sentido del humor, corazón de piedra y personalidad de líderes. A la única persona que Pansy respetaba en todo Hogwarts era a Draco, lo admiraba, le caía bien y un tiempo tuvo un crush adolescente con él. Fue después de su accidente con el hipogrifo en tercer año, sintió que ella quería cuidarlo, mimarlo y curar sus heridas. Sobre todo quería apoyarlo y mientras que él lidereaba a todos los chicos de Slytherin, ella lo hacía con las chicas, con el único propósito de molestar a Harry Potter y sus amigos. Era además, muy divertido. En cuarto año Draco le pidió que lo acompañara al baile, no fue una propuesta romántica, fue más como cerrar un negocio, pero igual ella no pudo evitar ilusionarse y ponerse extra linda para lograr su atención. Y lo logró. Esa noche comenzaron una especie de relación que no incluía flores y chocolates, ni abrazos y besos en los pasillos atestados de gente, ni caminatas tomados de la mano a la luz de la luna, eran más bien episodios pasionales, sesiones de besos cada vez más candentes, ocultos en un salón o en el dormitorio, eventualmente ellos comenzaron a tener relaciones sexuales. Eran encuentros apasionados, aunque ambos eran inexpertos, juntos aprendieron a disfrutar del sexo, a darle placer a su pareja, a conocer sus cuerpos y sus reacciones. Esa dinámica terminó al inicio de sexto año. Pansy sabía que a Draco le pasaba algo. Esas crípticas palabras en el tren, ese cambio de humor y de personalidad. Ahora el líder de Slytherin siempre estaba solo, así lo quería él, siempre pensativo, cada vez más flaco y ojeroso. Cuando se supo lo que había hecho, Pansy sintió pena por él. Había cargado con el peso de esa misión sólo. Por eso sus cambios de humor. Ella tenía sus propias preocupaciones, estaba enfocada en sobrevivir. Los impuros y lo que les ocurriera le tenían sin cuidado, pero en una guerra podías acabar en el fuego cruzado. Así que Pansy enfocó sus energías en sobrevivir. Cuando la guerra terminó, ella y Daphne se fueron a vivir juntas, porque se habían hecho amigas de verdad en medio de toda la hipocresía y falsedad, y porque trabajaban juntas y era conveniente.
Luego se volvió a encontrar con Draco y retomaron su amistad. Además de Daphne él era el único amigo que ella tenía, y a él era a quien más conocía y con quien más se identificaba, por lo tanto cuando él apareció en su casa y le hizo una pregunta extraña, algo se encendió en ella, alertándola de que algo andaba mal
— ¿Una fiesta? ¿Para dar a conocer tu relación con... Hermione Granger? ¿Quién eres y qué hiciste con Draco Malfoy?
— Todo tiene una razón de ser Pansy, esto es parte de un plan que tengo para vengarme finalmente de Potter
— Es un plan muy estupido... ¿no tienes nada mejor que hacer?
— ¿Vas a ayudarme o no?
— ¿Cuándo te he fallado? Sólo que creo que estás metiéndote en territorio espinoso, puedes acabar mal...
— Deja el sermón, haz esa fiesta, invita a todo mundo, yo apareceré con ella y el mundo tendrá el chisme del año
Y así fue justo como ocurrió. Draco y Hermione acudieron a la fiesta de Pansy como pareja. La prensa que cubría el evento se volcó totalmente en ellos. Fotos, preguntas, Pansy tuvo que fingirse ofendida que le hayan robado la atención en su propia fiesta, pero la realidad es que estaba preocupada por Draco. Tomaba a Hermione de la mano en un gesto sumamente íntimo y natural. La abrazaba posesivamente pero a la vez con ternura, pegándola a su cuerpo sólo para sentirla cerca. La besaba cuando creía que nadie lo veía y lo hacía con necesidad, la necesidad de él por beberse esos besos y sentirse mejor. Esas actitudes no eran de alguien que fingía, eran de alguien que estaba verdaderamente enamorado. Por más que él lo negara, nadie era tan buen actor. Y él menos que nadie. Ahora era un experto en fingir indiferencia, pero eso era real en el fondo, él siempre se había sentido que el mundo no lo merecía, así que no era difícil apartarse de todos y que realmente no le importara nada ni nadie, pero ¿amor? Había una chica en la reserva de unicornios, nacida de muggles que siempre decía dichos populares entre los muggles, una vez les había dicho, que sólo había dos cosas que no se podían esconder: el amor y el dinero...
— Señorita Parkinson, ¿podemos hablar un momento?
— Rita, querida, llámame Pansy, nos conocemos hace tanto ya...
— No lo digas así Pansy, me haces sentir vieja... tu eras solo una pequeña niña colegiala, al igual que Granger, de quien me diste información en aquella ocasión, ¿recuerdas?
Pansy rodó los ojos
— ¿Solo quieres hablar de Granger? ¡Esta es mi fiesta!
— Lo se, lo se, te quedó muy bonita, pero ¿sabes? Creo que ella no ha cambiado, siempre tuvo gusto por magos famosos o de moda, tu amigo Draco estuvo en boca de todos, ya sabes, la forma como se liberó de la prision a pesar de portar la marca, de que él mismo se declarara culpable de sus cargos, esa información dice que quizá el chico es un héroe silencioso, ¿crees que por eso Granger se involucró con él?
— Bueno, es posible, además él es guapo, joven y millonario, no es precisamente un mal partido ¿no?
— Pero su pasado como mortifago, el apellido manchado de su familia, ¿que busca la heroina del mundo mágico uniendo su reputación con la de él?
Pansy sonrió porque ni a la mente más retorcida como Rita Skeeter se le había ocurrido pensar que el que tenía segundas intenciones era él, no ella
— Quizá probarle al mundo que la heroina del mundo mágico puede reivindicar a cualquier villano, ya sabes, el sueño infantil de toda chica, atrapar al chico malo, hacerlo cambiar por ella...
— Eso mismo pensé yo... — y Pansy pudo ver por detrás de ella su pluma moviéndose a toda velocidad
Al día siguiente la noticia estaba por todos lados, con los titulares más estupidos, como: "La heroina y el villano", "El amor que cambió al mortifago", "También los malos tienen corazón", "El príncipe de Slytherin y la princesa de Gryffindor", "El fin de la dinastía de sangre pura de los Malfoy", "La guerra que cambió los corazones" y un sin fin de estupideces que desesperaron y aburrieron a Pansy por semanas... Draco tuvo la atención de la prensa, anunció al mundo su relación con Granger, segun él, ahora seguía destrozarle el corazón y humillarla en público, pero Pansy se preguntaba ¿quién realmente iba a terminar destrozado?
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De cuando Hermione amaneció con resaca en casa de Draco
FanfictionHermione se emborracha en una fiesta y termina en casa de su ex enemigo, ex colaborador y ex novio Draco Malfoy, quien la cuidó en su borrachera con la esperanza de que ella lo escuche. Así entre dolores de cabeza, estómago revuelto y muchos muchos...