Draco caminaba por las calles de Nueva York con las manos en los bolsillos de su abrigo. Hacia frío como todas las mañanas de invierno pero, el frío le gustaba, lo calmaba, y además, era la época más ocupada en el refugio. De su tiempo haciendo servicio social en el mundo muggle había aprendido muchas cosas, cómo funcionaba el mundo muggle por ejemplo, y que había personas que no tenían una casa, ni una varita para mantenerse calientes y a veces morían de frío o de hambre o de sed. Él nunca había sido empatico, ni caritativo, por lo que acabar al frente de un refugio de indigentes muggles americanos era perfecto para él ¿cómo? Muy sencillo, ahí a nadie se le ocurriría buscarlo jamás. Hasta ahora su plan había funcionado. Llevaba 4 años ya en ese mugrero y había logrado pasar desapercibido, tal como lo había planeado. La única persona con la que habló antes de irse fue con Nott, y ni a él le dijo dónde estaría, ni a su madre, a ella sólo tuvo la cobardía de dejarle una carta despidiéndose.
Siempre pasaba de camino al trabajo por un parque, le quedaba de camino, pero él era masoquista. Le gustaba quedarse a ver a los chiquillos jugar un rato. Con el paso de los años, había evolucionado la edad de los niños que le gustaba mirar. Cuando llegó, veía esa antihigiénica caja de arena donde ponían a los bebes, luego esos columpios enanos donde ponían a los más pequeños niños, luego las pequeñas resbaladillas, con niños más grandes, actualmente le gustaba mirar los sube y baja donde jugaban los niños en edad preescolar. Todo se reducía a algo: la edad del niño de Hermione. No sabía por qué, pero siempre imaginó que tendría un niño, y que se parecería a ella, no a Potter, aunque a veces tenía pesadillas y soñaba a un pequeño con lentecitos, cicatriz y todo
Esa mañana, por un momento creyó estar alucinando cuando vio dentro del parque a una mujer demasiado parecida a Hermione. Se quedó hipnotizado por ella, su cabello hecho una maraña, no podía ser de otra ¿verdad? Sintió un calorcito en su pecho, porque en efecto era ella, él sonrió y caminó hacia ella, se veía tan hermosa, los años le habían sentado bien, pero seguía caminando a grandes zancadas, con prisas, seguro iba a encontrarse con Potter y su hijo... por Merlin, que haces imbecil, vete de aquí eres un masoquista, se regañó a sí mismo y dio la media vuelta. Iba a huir, como alma que lleva el diablo (si, ahora decía dichos muggles) cuando algo lo paralizó. Escuchó un vocecita chillona llamando
— ¡Mamá!
Y claro que como él era un masoquista, tenía que voltear, tenía que ver al Pottercito, aunque sea sólo una vez, pero lo que vio lo dejó helado... un pequeño corría hacia Hermione, que lo esperaba con los brazos abiertos, pero el niño no era para nada lo que él había imaginado siempre. No era castaño, rizado y de ojos chocolate, gracias a Merlin tampoco era de cabello negro y ojos esmeralda, no llevaba lentes ni tenía cicatriz. No. Era un pequeño rubio, pálido y de ojos grises. Si no estuviera ahí parado viendo la escena hipnotizado, juraría que estaba él mismo de pequeño corriendo hacia Hermione, actualmente en sus brazos, siendo llenado de besos por ella, a lo mejor si estaba alucinando, eso si que no podía ser posible, se acercaría, quizá la ilusión desaparecería de cerca. Pero cuanto más cerca estaba más se convencía de que no era así, era ella, abrazando a un pequeño rubio de ojos grises.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, ella lo miró también. Había en sus ojos la misma mirada de incredulidad que tenía él, lo analizaba como si creyera estar alucinando, pero eventualmente se convenció de que era él, se tensó y abrazo a su pequeño, él estaba parado frente a ellos, Hermione soltó al niño, que parloteaba y luego que notó que su madre no lo escuchaba, se giró molesto a ver qué le había quitado la atención de su madre.
Los pequeños ojos del niño lo barrieron de arriba para abajo, lo retaron y finalmente habló, con su vocecita chillona arrastrando las palabras
— ¿Quién es él mamá?
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De cuando Hermione amaneció con resaca en casa de Draco
FanfictionHermione se emborracha en una fiesta y termina en casa de su ex enemigo, ex colaborador y ex novio Draco Malfoy, quien la cuidó en su borrachera con la esperanza de que ella lo escuche. Así entre dolores de cabeza, estómago revuelto y muchos muchos...